1985 AÑORANZA DE UN RECUERDO DEL PASADO Y AL CASTILLO DE VILLENA

AÑORANZA DE UN RECUERDO DEL PASADO

ANTONIO COLONIA ZAFRILLA

De leyenda es su austera fortaleza;

frontera entre el pasado y el presente;

baluarte de un linaje omnipotente;

vestigio de pretérita grandeza.

Severa y coronada de nobleza,

es un canto a la gracia transparente

que luce en su atalaya, airosamente,

sus almenas de mágica belleza.

Reliquia de un Imperio hecho romanza

esculpida en el libro de la Historia,

testimonio del más puro mensaje;

Estirpe de la cual fuiste esperanza;

blasón inigualado fue tu gloria.

Castilla te rindió su vasallaje.

AL CASTILLO DE VILLENA

ANTONIA UGEDA FUENTES

¡Mi casa! Junto al Castillo donde yo nací,

se llamaba calle del Mirador y buena vista,

con buen panorama de campos y huertas bien cultivados,

aquí yo divisaba el Morrón y los cabezos.

Años después un tesoro deslumbraba bajo la grava,

el tesoro de Villena que al pueblo le da fama.

¡Ay Villena de antaño que silenciada estabas!

A oscuras por esos senderos, a pasos lentos y penosos para llegar a mi casa,

allí estaban mis padres que con un candil se alumbraban.

¡Cómo te recuerdo casa!, al verte hoy convertida en piedra viva de muralla,

me da mucho sentimiento pero a la vez me relaja,

ver que el pueblo se hermosea y el Castillo sea el mejor de España,

perdonar esta semblanza con pasiones villeneras que me hacen decir estas frases

porque quiero lo mejor de la tierra que una nace.

Con sus cuevas construidas a pico y pala,

donde vivieron familias limpias como los chorros del agua,

eran bonitas por cierto, hasta dignas de ser cuidadas

para adornar el Castillo como una cosa sagrada.

Mi padre plantó una Acacia delante de la puerta de casa

y recreaba la vista por lo bonita que estaba.

¡Ay padre querido si despertaras y vieras las maravillas

de estos pinos y murallas!

Firme y planas, para caminar seguro sin peligro que te caigas,

y contemplar esos rascacielos que hasta los campos se tapan.

¡Ay Villena de antaño que poco soñabas!

Hoy todo es hermoso y brilla como la plata,

yo te sigo queriendo aunque ya no esté mi casa.

Extraído de la Revista Villena de 1985