Para la mayor parte de las ciudades y villas de España, la “Feria” constituye su Fiesta Mayor. Así debió suceder también en Villena hasta el último tercio de la décimo-quinta centuria, época en que, según la tradición, hizo su aparición la milagrosa imagen de Nuestra Señora María de las Virtudes.
Desde entonces, toda la capacidad de bullicio y alegría de los villenenses, pareja a la de su devoción por la veneradísima Patrona, aflora en los días destinados a su glorificación y ensalzamiento.
Hoy, la “Feria” es una reliquia de los tiempos en que la industria y el comercio llevaban sus aguas por otros cauces, y hasta los cambios de su emplazamiento, en busca de espacios más abiertos, parecen aludir también a esa vislumbrada inadecuación entre la actualidad y la añeja fiesta.
Empero, cumple todavía la “Feria” la altísima misión de divertir a la grey infantil con el variado repertorio de sus clásicas atracciones y de facilitar a los mayores la adquisición de productos foráneos cuaya fabricación aún no ha adquirido carta de naturaleza en nuestra ciudad.
Extraído de la Revista Villena de 1956
No hay comentarios:
Publicar un comentario