PORQUE PUEBLO SIN HISTORIA ES UN PUEBLO SIN HONOR ...Del “DIARIO DE VALENCIA”
Conocíamos al Sr. Archent como orador sagrado. Como poeta no le conocíamos, francamente: no sospechábamos pudiera empuñar tan diestramente la lira e internarse con tanta facilidad por el dominio de las musas.
En el Romancero Villenense da palmarias muestras de ser poeta de altos vuelos, de brillante imaginación, de finos sentimientos, de profundos amores, de sublimes ideales.
El amor a Villena, su patria chica, movió la pluma del ilustre canónigo de Valencia, que no intenta otra cosa, como él mismo lo asegura en el cariñoso prólogo-dedicatoria a sus queridos paisanos, que cantar las glorias de la ciudad que le vió nacer.
Y a fe que lo consigue, porque sus cantos son notas armoniosas que forman el concierto de leyendas y tradiciones populares; son chispas que saltan de un corazón que siente porque ama; son suspiros del hijo ausente, para quien la distancia no es capaz de amortiguar el cariño que le une a su madre.
La belleza de pensamiento y corrección de forma se hermanan hasta formar un hermoso conjunto, que nos recuerda a los clásicos españoles de quienes tan aventajado discípulo ha salido el doctor Archent Avellán.
Sinceramente felicitamos al amigo querido que tan alto ha sabido poner el nombre de su patria, orgullosa de tal hijo, a quien suplicamos no nos deje con la miel en los labios, que no sea esta la última producción de sus exquisiteces poéticas.
De “EL PUEBLO” de Orihuela
¡Bien haya el hijo que honra a su madre y bien el que cultiva las bellas letras para tejer una corona poética, con el fin de honrar y enaltecer al pueblo donde tuvo su cuna. Tal es la frase que nuestra pluma estampa en el papel, después de haber leído con verdadera fruición las páginas del Romancero Villenense.
Este librito debido a la pluma del Dr. D. Gaspar Archent; canónigo de Valencia, es una interesante revelación acerca de la vida, usos, costumbres y creencias de su pueblo natal, que tan relacionados están con los usos, costumbres y creencias de los demás pueblos de la región y que tan bien explican los hechos gloriosos de nuestra patria grande la nación española.
Reciba el eximio autor, cultivador del español romance, nuestra más sincera enhorabuena.
De “LA GACETA DE LEVANTE” de Alcoy
...El motivo fundamental de esta obra es el acendrado cariño al terruño, el ferviente amor a la patria chica, que ha sido, es y será para su autor, cuna, hogar, escuela y templo.
El solo nombre del autor de este Romancero es ya una garantía valiosa para los amantes de las Letras, es la mejor recomendación que yo pudiera hacer con mi modesta pluma.
¿Quién no conoce en nuestra Ciudad al docto canónigo de la Metropolitana de Valencia, don Gaspar Archent Avellán? Si el ilustre prebendado de Valencia no tuviera bien conquistado el laurel de privilegiado vate en importantes y reñidos certámenes científicos y literarios, bastaría su hermosa colección de romances publicados para obtener el pleno convencimiento de que es un poeta fecundo, original y de tersa versificación. Y aunque sacrifique su modestia, en honor a la verdad me permito afirmar que en este opúsculo, su autor con un magnífico vuelo de águila ha escalado la cumbre de la poesía a donde no todos llegan.
El Canto a Villena donde su autor vuelca todo el entusiasmo de su alma, es un canto que tiene aires de oda, dulzuras de madrigal y trazos de epopeya al evocar la memoria de sus gloriosos compatricios, héroes inmortales, Don Sancho de Medina, Martínez de Olivencia, Hernández y Menor; el portento de oratoria parlamentaria, don Joaquín María López y el artista de fama mundial maestro Chapí.
De “LAS PROVINCIAS” de Valencia
Con la impresión del librito cuyo título encabeza estas líneas, podemos y a otorgar al Sr. Archent el título de poeta, y no de un poeta vulgar, sino de robusta inspiración, de refinado gusto artístico, perfeccionado aun la lectura de los grandes maestos y de una sentimentalidad fina y delicada que atrae y conmueve dulcemente…
La naturalidad, armonía y facilidad de estas composiciones, en las que el señor Archent aparece como maestro, nos recuerda el carácter sintético y asimilador de aquellas piezas literarias que abarcaban todas las aspiraciones de la poesía subjetiva cuyo autor era el mismo pueblo y que en la Edad Media constituían el entretenimiento de todas las clases sociales...
El señor Archent debe estar satisfecho de su obra, pues algunas de sus composiciones merecen honores especiales... En todo el libro campea la suavidad y dulzura de los afectos, la espontaneidad y sencillez de los pensamientos, la gracia, frescura y lozanía de sus giros inimitables y lo ductil y flexible de su inspiración, acomodándose la versificación, exenta casi de agudos y esdrújulos, a los detalles métricos.
Felicitamos al señor Archent por su hermoso libro...
De “LA PROVINCIA NUEVA” de Castellón de la Plana
En este precioso libro del doctor Archent, homenaje de hermosas y galanas frases ofrendado a sus paisanos, se recrea el ánimo con las más variadas flores que ha recogido del jardín de sus ensueños, Villena, la ciudad legendaria que nacer le viera, y ha formado precioso ramillete que exhala delicado y concentrado perfume con las fragantes rosas de la tradición... Romancero Villenense titula su autor el nuevo libo que nos ocupa, y a fe que le cuadra el título, pues en forma de romance comenta los hechos principales que forman la tradición de Villena para testimoniar con ello el rancio abolengo que la ciudad pregona con los hechos más audaces, sus personas más brillantes y los ecos que se perciben al influjo poderoso de sus tradiciones jamás interrumpidas...
El romance de las Cinco campanadas es de un sabor tan delicado que recuerda la virilidad de una raza contra la perfidia de un traicionero invasor. El Orejón de Villena es de un alto y humorístico sentir para quien siente la nostalgia de las cosas pretéritas... La Cruz de la Cañada es una tradición de aquellas que hacen sentir y mueven la fibra más delicada del corazón.
En fin, que el señor Archent ha sabido recoger lo mejor y más delicado de la vida de su pueblo y revestido con las mejores galas de la poesía, nos ofrece un libro delicadísimo por el fondo de exuberante lozanía y por la forma, y en ritmos y cadencias sonoras ha dicho a los suyos: Ahí ve el alma de mi Pueblo, porque pueblo sin historia es un pueblo sin honor..
Conocíamos al Sr. Archent como orador sagrado. Como poeta no le conocíamos, francamente: no sospechábamos pudiera empuñar tan diestramente la lira e internarse con tanta facilidad por el dominio de las musas.
En el Romancero Villenense da palmarias muestras de ser poeta de altos vuelos, de brillante imaginación, de finos sentimientos, de profundos amores, de sublimes ideales.
El amor a Villena, su patria chica, movió la pluma del ilustre canónigo de Valencia, que no intenta otra cosa, como él mismo lo asegura en el cariñoso prólogo-dedicatoria a sus queridos paisanos, que cantar las glorias de la ciudad que le vió nacer.
Y a fe que lo consigue, porque sus cantos son notas armoniosas que forman el concierto de leyendas y tradiciones populares; son chispas que saltan de un corazón que siente porque ama; son suspiros del hijo ausente, para quien la distancia no es capaz de amortiguar el cariño que le une a su madre.
La belleza de pensamiento y corrección de forma se hermanan hasta formar un hermoso conjunto, que nos recuerda a los clásicos españoles de quienes tan aventajado discípulo ha salido el doctor Archent Avellán.
Sinceramente felicitamos al amigo querido que tan alto ha sabido poner el nombre de su patria, orgullosa de tal hijo, a quien suplicamos no nos deje con la miel en los labios, que no sea esta la última producción de sus exquisiteces poéticas.
De “EL PUEBLO” de Orihuela
¡Bien haya el hijo que honra a su madre y bien el que cultiva las bellas letras para tejer una corona poética, con el fin de honrar y enaltecer al pueblo donde tuvo su cuna. Tal es la frase que nuestra pluma estampa en el papel, después de haber leído con verdadera fruición las páginas del Romancero Villenense.
Este librito debido a la pluma del Dr. D. Gaspar Archent; canónigo de Valencia, es una interesante revelación acerca de la vida, usos, costumbres y creencias de su pueblo natal, que tan relacionados están con los usos, costumbres y creencias de los demás pueblos de la región y que tan bien explican los hechos gloriosos de nuestra patria grande la nación española.
Reciba el eximio autor, cultivador del español romance, nuestra más sincera enhorabuena.
De “LA GACETA DE LEVANTE” de Alcoy
...El motivo fundamental de esta obra es el acendrado cariño al terruño, el ferviente amor a la patria chica, que ha sido, es y será para su autor, cuna, hogar, escuela y templo.
El solo nombre del autor de este Romancero es ya una garantía valiosa para los amantes de las Letras, es la mejor recomendación que yo pudiera hacer con mi modesta pluma.
¿Quién no conoce en nuestra Ciudad al docto canónigo de la Metropolitana de Valencia, don Gaspar Archent Avellán? Si el ilustre prebendado de Valencia no tuviera bien conquistado el laurel de privilegiado vate en importantes y reñidos certámenes científicos y literarios, bastaría su hermosa colección de romances publicados para obtener el pleno convencimiento de que es un poeta fecundo, original y de tersa versificación. Y aunque sacrifique su modestia, en honor a la verdad me permito afirmar que en este opúsculo, su autor con un magnífico vuelo de águila ha escalado la cumbre de la poesía a donde no todos llegan.
El Canto a Villena donde su autor vuelca todo el entusiasmo de su alma, es un canto que tiene aires de oda, dulzuras de madrigal y trazos de epopeya al evocar la memoria de sus gloriosos compatricios, héroes inmortales, Don Sancho de Medina, Martínez de Olivencia, Hernández y Menor; el portento de oratoria parlamentaria, don Joaquín María López y el artista de fama mundial maestro Chapí.
De “LAS PROVINCIAS” de Valencia
Con la impresión del librito cuyo título encabeza estas líneas, podemos y a otorgar al Sr. Archent el título de poeta, y no de un poeta vulgar, sino de robusta inspiración, de refinado gusto artístico, perfeccionado aun la lectura de los grandes maestos y de una sentimentalidad fina y delicada que atrae y conmueve dulcemente…
La naturalidad, armonía y facilidad de estas composiciones, en las que el señor Archent aparece como maestro, nos recuerda el carácter sintético y asimilador de aquellas piezas literarias que abarcaban todas las aspiraciones de la poesía subjetiva cuyo autor era el mismo pueblo y que en la Edad Media constituían el entretenimiento de todas las clases sociales...
El señor Archent debe estar satisfecho de su obra, pues algunas de sus composiciones merecen honores especiales... En todo el libro campea la suavidad y dulzura de los afectos, la espontaneidad y sencillez de los pensamientos, la gracia, frescura y lozanía de sus giros inimitables y lo ductil y flexible de su inspiración, acomodándose la versificación, exenta casi de agudos y esdrújulos, a los detalles métricos.
Felicitamos al señor Archent por su hermoso libro...
De “LA PROVINCIA NUEVA” de Castellón de la Plana
En este precioso libro del doctor Archent, homenaje de hermosas y galanas frases ofrendado a sus paisanos, se recrea el ánimo con las más variadas flores que ha recogido del jardín de sus ensueños, Villena, la ciudad legendaria que nacer le viera, y ha formado precioso ramillete que exhala delicado y concentrado perfume con las fragantes rosas de la tradición... Romancero Villenense titula su autor el nuevo libo que nos ocupa, y a fe que le cuadra el título, pues en forma de romance comenta los hechos principales que forman la tradición de Villena para testimoniar con ello el rancio abolengo que la ciudad pregona con los hechos más audaces, sus personas más brillantes y los ecos que se perciben al influjo poderoso de sus tradiciones jamás interrumpidas...
El romance de las Cinco campanadas es de un sabor tan delicado que recuerda la virilidad de una raza contra la perfidia de un traicionero invasor. El Orejón de Villena es de un alto y humorístico sentir para quien siente la nostalgia de las cosas pretéritas... La Cruz de la Cañada es una tradición de aquellas que hacen sentir y mueven la fibra más delicada del corazón.
En fin, que el señor Archent ha sabido recoger lo mejor y más delicado de la vida de su pueblo y revestido con las mejores galas de la poesía, nos ofrece un libro delicadísimo por el fondo de exuberante lozanía y por la forma, y en ritmos y cadencias sonoras ha dicho a los suyos: Ahí ve el alma de mi Pueblo, porque pueblo sin historia es un pueblo sin honor..
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