En plena efervescencia de la tauromaquia llegó a Villena, procedente del sur de España, un joven maletilla llamado Manuel Padilla que cercó la Plaza de Toros pidiendo una oportunidad.
Se le concedió la gracia de torear una tarde y como quiera que tuvo éxito toreo varias novilladas más.
Pero la Fiesta Nacional es dura y precisas además de arte y valor... suerte, y quiso el destino que Padilla no estuviese entre los elegidos y la vida le llevara por otros derroteros.
Fotos cedidas por... Andrés Sánchez (Bar Baralida)
Pero la Fiesta Nacional es dura y precisas además de arte y valor... suerte, y quiso el destino que Padilla no estuviese entre los elegidos y la vida le llevara por otros derroteros.
Fotos cedidas por... Andrés Sánchez (Bar Baralida)
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