1985 COMPARSA DE CRISTIANOS

COMPARSA DE CRISTIANOS

Queremos dejar constancia en este pequeño trabajo, distintos aspectos de nuestra Comparsa, dando nombres que por su labor de una forma u otra, hicieron y continúan haciendo historia de la misma. Quede claro, que los datos que vamos a relatar, han sido aportados por distintos miembros de la Comparsa y alguno ajeno a ella y bien pudiera ocurrir que no fueran todo lo exactos que fueran de desear, pidiendo disculpas por ello, así como por los posibles olvidos.

Vamos a relacionarlos por el siguiente orden y títulos: PRESIDENTES - CABOS - EMBAJADORES CONVERSIÓN DEL MORO - TRAJE DESARROLLO Y CASA

PRESIDENTES

Pedro Hernández Hernández (El de la leña) - José Hernández Hernández (El Ruso)

Según los datos que hemos podido recoger, empezamos por los últimos años del pasado siglo, aunque la Comparsa tenga una existencia de unos 50 años antes son los siguientes:

1890 Francisco Díaz Martínez «El Tío Morata».

1900 Francisco Díaz Peiró «Morata hijo».

1907 José Hernández «Pepe el Ruso».

1917 Antonio Crespo «Rojo Crespo».

1925 Pedro López Capones.

1932 Antonio Hernández «El Ruso».

1942 Martín Hernández «Galbán».

1961 Francisco Hernández «Paco Galbán».

1976 Pascual Mullor «Pascual el de la Gasolinera».

CABOS

1890 Francisco Díaz Martínez «El Tío Morata».

1900 Francisco Díaz Peiró «Morata Hijo».

1905 Antonio Hernández «Rojo Crespo».

1924 Blas Estevan «Blas Escucha».

1942 Pedro Juan Gil «Vertedera».

1964 Francisco Sarrió «Sarri».

1965 Pedro Juan Martínez «Vertedera hijo».

Tan sólo damos los nombres de los Cabos Oficiales, aunque ya varios años que por el crecimiento de la Comparsa, vienen actuando dos cabos más.

Hemos de hacer constar dos anécdotas de los cabos Pedro Juan, padre e hijo. El primero en el año 1948 viendo que la Entrada se prolongaba sufriendo un gran retraso, optó por romper el desfile y cambió el itinerario subiendo por la calle El Hilo y saliendo a la Puerta de Almansa, adelantando con ello a varias Comparsas, lo cual, como pueden suponer causó un gran alboroto siendo llamado el Cabo por el Sr. Alcalde, recibiendo una gran reprimenda.

Del hijo como se observará, no tomó el relevo de su padre, ya que en 1964 como le correspondía, con el traje dispuesto para estrenar, tuvo que marcharse a Alicante con motivo del nacimiento de una de sus hijas.

EMBAJADORES

El primero del que tenemos constancia aparece en el año 1917 siendo Antonio Tomás Conca «Candileja».

Los datos recogidos con relación a todos los que le siguieron, no podemos asegurar exactamente los años que correspondieron, citando por este motivo tan sólo los nombres, creyendo que cronológicamente son los siguientes:

Francisco Hernández Lillo «Paco el Carretero».

José Azorín Hernández «Bufanda».

Martín Hernández «Galbán».

José Hernández «El Ruso».

Rafael Ribera Matarredona.

Gaspar Tomás «Candileja».

Antonio Poveda «Jirulo».

José Azorín Calbuig «Bufanda hijo».

José García Esquembre.

Eleuterio Gandía.

Vicente Amorós Galvañ.

Hemos de hacer la observación que José García y Eleuterio Gandía realizaron este acto por haberse hecho cargo del mismo la Junta Central, en el año 1970, siendo en el año 1983, cuando de nuevo volviendo a la tradición, se hizo cargo la Comparsa y realizándolo Vicente Amorós, muy bien por cierto.

También en este apartado queremos dejar constancia de dos anécdotas relacionadas con los Embajadores.

Paco el Carretero, tenía por costumbre preparar para cuando iba a recogerlo la Banda de Música al acto de la Embajada, una mesa con pastas y licores. Un año lo hizo como siempre, pero además llenó las jarras y botijos de anís seco («matarratas» como se le llamaba), cuando iban a beber un trago de agua, se encontraban con que el contenido era más fuerte que lo que habían bebido anteriormente.

También un año por los 50, un embajador no acudió a decir la Embajada del día 8, parece ser que los motivos es que se quedó en su casa esperando que pasasen a recogerlo y por despiste del Capitán no lo hicieron.

Durante varios años, el caballo que se utilizaba para este acto, lo prestaba gentilmente «Gaspar el Cabo de los Guardias del Campo».

CONVERSIÓN DEL MORO

De este acto hemos recogido datos que nos ha facilitado Bartolomé Tomás Catalán, el cual representaba el papel de Cristiano aunque nunca perteneció a la Comparsa, utilizando el traje de Embajador que le prestaba la misma para tal fin.

Él lo estuvo haciendo unos doce años hasta que también se hizo cargo la Junta Central, según nos dice su padre y abuelo lo hacían anteriormente.

Su abuelo era el «Tío Juan Pelotas» que a su vez fue Embajador de los Romanos en la Embajada de Alianza, se da el caso curioso que esta persona era tartamuda, pero estos actos los decía sin tartamudear lo más mínimo.

Falleció un día 5 de septiembre (sentimos ignorar el año) y coincidiendo que estaban las Bandas de Música en Villena, acudieron todas al entierro al que asistió todo el pueblo.

Posteriormente y una vez que se hizo cargo la Junta Central, este papel lo estuvo representado José García Esquembre y Eleuterio Gandía, siendo de nuevo representado estos dos últimos años por Tarsicio Hernández Osa, miembro de la Comparsa, con el mayor cariño e ilusión.

Además de realizarlo en el Santuario como es tradicional, desde el año 1972, se viene representando el día 8 antes de la Procesión, en el altar mayor de la Parroquia de Santiago, a los pies de «La Morenica».

TRAJE

En un artículo que publicó la Revista Villena en 1969 escrito por Alfredo Rojas, nos describe el traje que hasta el año 1948 llevó la Comparsa. Este año Benigno Sastre confeccionó uno de panilla verde la casaca y rojo el pantalón que después sufrió varias modificaciones llegando al actual, pasando por haber llevado mallas y botines.

El sombrero de ala ancha con aquella pluma tan vistosa, también desapareció y fue cambiado por el casco, habiéndose tomado el acuerdo este mismo año, de realizar un casco totalmente distinto y que ya se podrá empezar a ver su efecto, ya que se van a ir incorporando dando un tiempo prudencial para que todos lleven el mismo.

Tenemos como anécdota que en el año 1939, Hurtado confeccionó un traje de Cristiano, que costó 125 ptas. Igual que ahora ¿verdad?

DESARROLLO

La Comparsa y ¿quién no?, ha pasado por momentos críticos, viéndose muy comprometida su continuidad en los años 1964 al 1969. Baste decir que llegó a desfilar con tan sólo 14 componentes, pero con tesón y empeño de estas personas se superó y el pasado año como se pudo comprobar desfilaron 230 mayores y 100 infantiles pasando a ser una Comparsa bastante numerosa y que actualmente sigue incorporándose nuevos socios.

En el año 1977 nació una Escuadra Especial, la cual ininterrumpidamente viene actuando todos los años con una seriedad y elegancia indiscutible, dando realce a la Comparsa habiendo cosechado distintos premios por su buen hacer así como el diseño del traje. Se denomina «Caballeros de la mano alada».

CASA

Hasta llegar al local actual propiedad de la Comparsa desde 1979, se estuvieron ocupando distintos locales:

C/. José M.ª Menor, Propiedad de Paco Galbán, Presidente que fue de la Comparsa.

C/. Sancho Medina, durante un año.

C/. José Mª Menor, de nuevo.

C/. Postigos, varios años.

Plaza de M.ª Auxiliadora, tres años. Desde allí, salió por primera vez el acto de la Intrica que se viene realizando el día 3 de septiembre, conjuntamente con los Moros Viejos.

Y como ya indicamos anteriormente, desde hace seis años en la casa natal de Chapí sita en la Plaza Mayor.

En ella, se viene realizando sin prisa, pero sin pausa, las reformas y obras necesarias para acondicionarla a las necesidades de la Comparsa, esperando y deseando que se realicen todas cuantas tenemos proyectadas, con un Museo incluido y que desde aquí mismo solicitamos todo cuanto sea interesante para el mismo, a toda aquella persona u entidad, que pudiera aportarlo.

Este resumen, hecho un poco a vuelapluma, queremos sirva para todos aquellos Cristianos, festeros y público en general, que por su edad no hayan conocido, ni oído decir nada respecto a la historia de la Comparsa, aunque sabemos que hay mucha más, habiendo sido imposible por falta de tiempo recoger más datos, tomándonos el mayor interés para conseguirlos, e ir comunicándolos en distintas ocasiones.

Extraído de la Revista Villena de 1985