FACETA COMARCAL VILLENENSE
Por José TARI
Al oeste de la provincia y lindando con las de Valencia, Albacete y Murcia, está emplazada la rica, fértil y hermosa comarca de Villena, de una superficie de 580'80 kilómetros cuadrados, integrada por los Ayuntamientos de Benejama, Biar, Campo de Mirra, Cañada y Sax. La capitalidad de la región y antiguo distrito electoral la ostenta Villena con un censo de 20.191 habitantes de los 31.015 que hacen el total comarcal.
Antiguo abolengo histórico se atribuye a Villena, que se denominó Biguerra durante el período romano y que se destacó con relativa importancia en tiempo de los árabes, si bien su preponderancia se patentiza inequívoca en la época de la Reconquista (1240) bajo los reina dos de Jaime I de Aragón y Fernando III de Castilla, que anhelaban dilatar sus dominios por los antiguos reinos de Valencia y Murcia, siendo apetecida su posesión por el estratégico e inexpugnable castillo y plaza fuerte para poder combatir al agareno.
El tratado del 26 de marzo de 1244, de Campo de Mirra, establecido por Jaime el Conquistador con su yerno el infante castellano don Alonso, terminó las discusiones, rivalidades y apetencias de dominio, adjudicándose Villena y Sax a la corona de Castilla y reservándose el resto del territorio comarcal para la de Aragón.
Por sentencia arbitral de 1304 pasó la jurisdicción villenense a Aragón, si bien cortos años después volvió a ser castellana.
Las contiendas que, a mediados del siglo XIV, se originaron entre Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón fueron sustanciadas en dicha comarca alicantina con repercusión en otras regiones colindantes.
Don Enrique de Trastamara, de Castilla, instituyó el Marquesado de Villena, que fue famoso al ser ratificado en 1445 por el rey don Juan II a favor de don Juan Pacheco y cuyo señorío lo integraban las villas, ciudades y lugares de Villena, Chinchilla, Belmonte, Alarcón, Garcemuñoz, San Clemente, Iñesta, Alcalá, La Roda, Ajorja, Albacete, Hellín, Tobarra, Jumilla, Yecla, Sax, Almansa, Utiel, Villanueva, La Fuente, Bonillo, Logara, Muniera, Villarrobledo, Zafra, Giquena, Vélez Rubio y Vélez Blanco, Salinas de Bonilla, Cotillas y Bugarra
Dicho importante e influyente Marquesado, el segundo creado en España, fue incorporado a la corona por los Reyes Católicos.
Durante la guerra de Sucesión se sustanciaron acciones bélicas en este territorio, en las que se produjeron los tristes sucesos del incendio del Ayuntamiento y Archivo Municipal villenenses, en 1707, por los desmanes y tropelías de los ejércitos del Archiduque, que penetraron y ocuparon la ciudad.
También fue teatro de acaecimientos bélicos durante la guerra de la Independencia relacionados con las acciones de Castalla de 1813, en que resultaron derrotadas y dispersas las tropas francesas.
Por privilegio real de 1525 fue erigida al rango de ciudad muy noble, fiel y leal por la actuación de su vecindario en tiempos de las Comunidades; en el siglo XVIII perteneció a Murcia y después, por las primeras divisiones territoriales del siglo XIX fue adjudicada a Valencia y, finalmente, en 1836, se decretó nuevamente su incorporación a Alicante, siendo elevada al rango administrativo de cabeza de partido judicial y al político de distrito electoral para diputados a Cortes.
En su demarcación se dispone de minas de lignito, sal, azufre y de numerosos pozos abisinios y artesianos; la agricultura es fértil y fructífera, con variedad de cosechas, predominando la vid, el olivo, los cereales, legumbres, frutas y hortalizas.
Benejama, con 2.197 habitantes en la actualidad, es de origen que se remonta al siglo XVII, siendo declarada villa independiente en 1795 por Carlos IV.
Biar. Localidad con un censo de 2.840 habitantes, tiene interesantes alrededores montañosos, especialmente agrícola; rica en la producción de vinos y mostos y de aceites de inestimable calidad, contando con destacada faceta industrial por sus fábricas de loza, tinajas y almazaras. Fue teatro de cuestiones entre moros y cristianos coordinadas con las sustanciadas en Castalla y con la morisma de La Marina; también repercutieron los hechos que precedieron al tratado de Campo de Mirra, habiendo sido varias veces visitado este lugar por el rey don Jaime I el Conquistador.
Campo de Mirra. —En cuyo antiguo Castillo de Almizra se llevó a efecto el importante trata-do de su nombre que pacificó a la región y finalizó con las rivalidades de conquista, asestando el golpe de gracia a la morisma musulmana. Abriga en conjunto 635 habitantes.
Cañada, con 1.070 habitantes, dependió de Biar y de Benejama, hasta que en 1836 se segregó e independizó, formando municipio.
Sax.—De remota longevidad, fue la antigua Sasta o Segisa, de la diócesis de Denia, en los años 1006 y 1007, y por su situación estratégica entre las fronteras de Murcia y Valencia, así como por su inexpugnable castillo, se originaron durante la Reconquista del siglo XIII, apetencias de posesión de la Villa por las coronas de Castilla y Aragón, apetencias que finalizaron por el reiteradas veces citado Tratado de Almizra. En 1836 fue incorporada tan interesante localidad a la provincia de Alicante, formando actualmente parte del partido judicial villenense y contando en estos momentos con un censo urbano de 4.162 habitantes.
Resumiendo: La visita a Villena, antigua capital del Marquesado, es de singular interés para los aficionados a estudios históricos, pues en los muros del Castillo del Atalaya se muestran sus blasones de la Edad Media y las raíces de su prehistórico pasado se exhiben en el Museo Municipal de Arqueología, siendo igual, mente dignos de encomio los testimonios celtíbero y medieval que se exhiben. Merecen visitarse los templos de Santiago y de Santa María y los preciosos paseos y parterres con el monumento al insigne compositor Ruperto Chapí, y finalmente, se concretan y recuerdan en sus tradicionales fiestas de Moros y Cristianos, epopeyas bélicas que dieron el triunfo a la Fe, patentizando la devoción de sus moradores a la Santísima Virgen María de las Virtudes.
(De la obra «Apuntes Alicantinos», de próxima publicación)
Extraído de la Revista Villena de 1961
Cedido por… Avelina y Natalia García
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