LOS SALESIANOS EN VILLENA Por… Alberto Pardo
Con el mayor gusto del mundo, aunque también con el temor de no poder desarrollarlo como se merece, acepto gustoso escribir sobre este tema, por tratarse, precisamente, de dos cosas que son objeto de mi especial predilección: Villena y los Salesianos. Han sido muchas las veces que he tratado de saber datos exactos sobre la llegada de esta benemérita Congregación a nuestro suelo. Siempre encontré imprecisiones y vaguedades hasta que, en esta ocasión; y gracias a la maravillosa Providencia, he podido ir leyendo notas sobre la marcha de los acontecimientos a medida que éstos se iban produciendo, con lo que estas líneas pueden constituir una pequeña Historia de los Salesianos en Villena.
Desconozco las gestiones llevadas a cabo para que estos insignes educadores llegaran a nuestra Ciudad, lo cual sucedió en el año 1917. Construida la fachada del edificio recayente a la actual plaza de María Auxiliadora, con la capilla a medio terminar y el patio lleno de escombros y grandes hoyos en el lugar que luego habría de ser salón-teatro, en la tarde de 19 de noviembre, un tren procedente de Alicante nos trajo a los primeros Hijos de D. Bosco acompañados del entonces Inspector de la Tarraconense Revdo. Sr. D. José Binelli y del Director de Campello. Les esperaban en la estación el Revdo. D. Manuel Nadal, gran impulsor del establecimiento de esta Pía Congregación y párroco, a la sazón, de Santa María, y el Revdo. D. José Ramiro, encargado de la de Santiago, además de las autoridades civiles y numeroso público que, con vítores, aplausos y aclamaciones, acompañaron a los Salesianos hasta su morada. Anotemos los nombres de estos primeros llegados a nuestra Ciudad: Revdo. D. Eduardo Gutiérrez, Director, y los entonces clérigos D. Luis Cutillas y D. Ramón Cambó, con el coadjutor D. Martín Goicoechea.
A los dos días de la llegada se procedió a la bendición del Colegio. Comenzó en seguida sus actividades como Oratorio Festivo e inició la matrícula de niños que habían de recibir enseñanza salesiana. Las clases se abrieron de un modo definitivo el día 3 de diciembre. A pesar de los escasos medios de que se disponía, no se des¬cuidó por ello la formación religiosa, base firme de toda educación, y se habilitó para capilla una de las habitaciones del edificio. Fue nuestro paisano, el Ilustre Sr. D. Ceferino Sandoval, quien, el 16 del mismo mes de diciembre, dio a aquellos chicos la primera Bendición Solemne con S. D. M. El 9 de mayo de 1918, día de la Ascensión, recibieron ya en el Colegio cincuenta niños su Primera Comunión.
No se descuidaba, entretanto, la construcción de la Capilla, y, el día 24 de julio de 1918, se colocó y bendijo la campana, dando las obras por conclusas el 12 de diciembre del mismo año. El Inspector ya citado bendijo la Capilla y seguidamente ofició en ella por primera vez la Misa el Revdo. D. Manuel Nadal.
En este aspecto religioso, uno de los actos más conmovedores fue el realizado con motivo del traslado de la Imagen de María Auxiliadora desde la parroquia de Santa María hasta su actual mansión el día 4 de mayo de 1919. Fue, al decir de los testigos, una manifestación inenarrable de fe y amor. El 1 de junio de ese mismo año se estableció la Compañía de San Luis Gonzaga, que tantos frutos religiosos y morales ha cosechado desde entonces.
Acabada la Capilla, faltaba todavía el Altar, cuya parte central, de un puro y sencillo estilo gótico, acorde con el de la iglesia, se inauguró el 24 de agosto de 1924. Los laterales se colocaron poco tiempo después.
Desaparecida la ermita de San Sebastián sirve esta capilla para dar la bienvenida todos los años a nuestra Excelsa Patrona la Virgen de las Virtudes.
En cuanto a la labor cultural y artística de los Salesianos, hemos de recordar la Banda Infantil fundada y dirigida por el mencionado D. Luis Cutillas, la cual hizo su presentación el 24 de mayo de 1918. Tal fue su éxito que hubo de actuar, junto con los Gimnastas, en las Fiestas Patronales de aquel mismo año y aun desplazarse a varias localidades próximas. El primero de estos desplazamientos lo hizo a la vecina Yecla con motivo del homenaje que esta Ciudad rindió a su hijo, nuestro Párroco Azorín, el 6 de julio de 1919. Años más tarde, el 30 de enero de 1927, D. Basilio Bustillo presentó al público una orquesta infantil por él formada y de la que aún quedan vestigios.
Puede decirse que fueron los Salesianos quienes implantaron el fútbol en Villena y que, uno de los primeros partidos interlocales se celebró en su campo el 23 de enero de 1921 contra un equipo de Alicante. En el recinto del Colegio existe, igualmente, el único Frontón de esta Ciudad.
El salón-teatro, que empezó a utilizarse para las representaciones en el año 1929, fue mandado derruir durante la época marxista, supliendo su falta el que funciona en la actualidad.
Al llegar la República, comenzó, igual que en el resto de España, el Calvario de estos bienhechores. Fueron expulsados dos veces, además de sufrir un conato de incendio en la Capilla. Se salvó únicamente, y creo que fue la única en toda la Inspectoria dominada por los rojos, la imagen de María Auxiliadora que sale en procesión todos los años.
Volvió por fin la tranquilidad. Se han rehecho multitud de estragos y han sido restañadas las heridas. El día 21 de junio de este mismo año, se procedió a la bendición de dos nuevas clases que permitirán acoger más niños todavía.
De propio intento he dejado para último lugar la extraordinaria visita que el Colegio villenense, al igual que los demás de toda España, recibió del tercer sucesor de D. Bosco, hoy Siervo de Dios, D. Felipe Rinaldi, a quien muy pronto veremos elevado a la dignidad de los altares. Ello sucedió el 22 de febrero de 1926. Todas las Autoridades de la población, con banda de música, recibieron al ilustre visitante entre inmensas aclamaciones de entusiasmo. El P. Rinaldi quedó altamente complacido del afecto que le demostró el pueblo de Villena.
Mencionemos para terminar, a los Directores que han regentado esta Casa hasta el momento y que son los siguientes: D. Eduardo Gutiérrez; D. Rafael Mercadé; D. José Castells; D. Recaredo de los Ríos; D. Ramón Cambó; D. José Luis Méndez; D. Jesús Almazán; D. José M.ª González; D. Mariano Beltrán y el actual D. Luis Giménez.
Algunos de ellos ya han ido a formar la corona que al buen Padre D. Bosco tejen sus hijos bajo la mirada bondadosa de este infatigable Apóstol de la niñez.
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