La "Mahoma" es una tradición que tiene su origen en la Edad Media y está relacionada con los Gigantes y Cabezudos aragoneses y catalanes y con la utilización de un gran muñeco que representa a Sansón en algunos lugares de Hungría. Como representación de Mahoma ya se utilizó en las fiestas de moros y cristianos que se celebraron en Jaén en 1463 y se documenta también con los nombres de Aduar o Papaz en el siglo XVIII en algunas fiestas de moros y cristianos como las de Alicante o Alcoy. En Biar y Villena se documenta ya en 1838 y existió en toda la comarca del Alto Vinalopó hasta que se eliminó desgraciadamente en algunas poblaciones (Sax, Petrer, etc.) tras el Concilio Vaticano II.
En Villena y en Biar, la existencia de la Mahoma se documenta por primera vez en 1838, aunque naturalmente es anterior a ese año. Y ésto es debido a que se describen las Fiestas de Moros y Cristianos de Biar de 1838 en el "Semanario Pintoresco Español" publicado en el año siguiente con fecha 5-5-1839, en el que se alude a la traída de la Mahoma a Villena, lo que supone la existencia en Villena de una comparsa de moros encargada de traerla y, por tanto, de Fiestas de Moros y cristianos.
"Los de Biar y algunos más se esparcen indistintamente por los costados de la plaza, los de Villena se colocan a la derecha del castillo, los de Castalla ocupan la izquierda...Los vecinos de Villena y Castalla se arrojan a él, desatan los restos de MAHOMA y asidos a ellos se disputan a golpes la honra de llevarlos...Vencen los de Villena, así por su mayor número como por la protección que le dispensan los de Biar, y llenos de gozo arrastran los restos camino de su pueblo".
Pero la utilización de la efigie de Mahoma en las fiestas de moros y cristianos continúa una extendida y arraigada tradición anterior en gran parte de la Península Ibérica, porque ya se encuentra en las primeras fiestas de moros y cristianos bien conocidas, las de Jaén de 1463, que fueron descritas en la crónica del Condestable Don Miguel Lucas de Iranzo se nombra la efigie de Mahoma, llamado Mahomad, etc. Pero lo que más llama la atención para los villenenses es sin duda la existencia clara y expresa en la fiesta de Jaén de 1463 de una efigie de Mahoma, que fue llevada por los moros durante toda la representación y que al final de ésta, tras ser vencidos por los cristianos, los mismos moros la lanzaron a la fuente de la Plaza de la Magdalena de Jaén, exactamente igual que se hacía en Villena donde, hasta principios del siglo XX, los festeros lanzaban la efigie de Mahoma a la Fuente de los Burros después de la embajada del día 8 en la que los moros eran vencidos por los cristianos: "Los de Biar y algunos más se esparcen indistintamente por los costados de la plaza, los de Villena se colocan a la derecha del castillo, los de Castalla ocupan la izquierda...Los vecinos de Villena y Castalla se arrojan a él, desatan los restos de MAHOMA y asidos a ellos se disputan a golpes la honra de llevarlos...Vencen los de Villena, así por su mayor número como por la protección que le dispensan los de Biar, y llenos de gozo arrastran los restos camino de su pueblo".
"E los moros fingieron venir con su rey de Marruecos, de su reyno, Y TRAYAN DELANTE AL SU PROFETA MAHOMAD... E con muy grandes alegrías y gritos, y con muchos trompetas y atabales, fueron con el dicho señor Condestable por toda la ciudad fasta la Madalena. Y EN LA FUENTE DELLA LANÇARON AL SU PROFETA MAHOMAD, y a su rey derramaron un cántaro de agua por somo de la cabeça, en señal de bautismo, y él y todos sus moros le besaron la mano".
Por lo tanto, la utilización de la efigie de Mahoma en las fiestas de moros y cristianos tiene una tradición de más de cinco siglos, aunque en Biar y Villena no exista constatación documental de ella hasta el año 1838, en el Semanario Pintoresco Español de fecha 5-5-1839, que describe las fiestas de Biar del año anterior.
José Fernando Domene Verdú
José Fernando Domene Verdú
No hay comentarios:
Publicar un comentario