En vísperas de un cincuentenario
por ÁNGEL DEL BARRIO Director del Colegio Salesiano
Hace cincuenta y nueve años, Villena recibía alborozada a un grupo de salesianos que venían a trabajar con la juventud. Quizá aquellos villenenses, que los recibían, no calibraron el alcance del "paso" que Villena daba al acoger entre los suyos a aquellos religiosos.
Es ahora, a la vuelta de casi cincuenta años, cuando podemos medir en su justo valor la trascendencia de la entrada de la Comunidad Salesiana.
Don Isidro Segarra del Consejo Superior de los Salesianos
en su visita del 14 de Mayo
Estamos en condiciones de ver la importancia que el Colegio de María Auxiliadora ha supuesto para Villena.
— cuando pensamos en las promociones de alumnos lanzadas a las varias actividades de la vida villenense,
— cuando contemplamos puestos claves de la vida pública atendidos con solvencia por antiguos alumnos salesianos,
— cuando vemos la iglesia salesiana convertida en foco de espiritualidad y fuente de una devoción mariana que ha hecho mella y constituido solera,
— cuando consideramos la vitalidad de un Colegio que por su misma pujanza es capaz de crecer y multiplicarse para dar cabida a más educandos,
— cuando se palpa un espléndido presente y se atisba un porvenir aun más cuajado de esperanza
Y entonces surge espontáneamente la necesidad de una conmemoración digna, proporcionada a la magnitud de la misión realizada.
Villena ha de disponerse a celebrar la efemérides cincuentenaria, es un acontecimiento gozoso para toda Villena, depositaria del beneficio de tantos años de callada labor educativa.
Con nosotros, los Sres. Amorós en un día inolvidable,
el 30 de Enero de 1966
Una conmemoración que valga...
Y no nos quedaremos, al celebrar tal acontecimiento, en palabras bonitas, en retórica de escaso contenido, no cabe una conmemoración hecha de un poco de ruido, de fugaces resplandores..
Buscaremos unas fiestas cuajadas de realidades, que den consistencia al presente y sean, a su vez, base para lanzar el Colegio convenientemente preparado ante los imperativos y exigencias de los tiempos que estamos viviendo.
Algunos de los proyectos, de tiempo acariciados, van entrando en la fase de la realización precisamente en vísperas del año cincuentenario Así tenemos cuatro amplias aulas de nueva creación que han resultado al habilitar para clase la planta superior del edificio antiguo del Colegio.
Una realidad, el gabinete de física y química, con sus aparatos, su instrumental; iniciado queda igualmente el de ciencias naturales que espera la colaboración de los aficionados a este ramo de la ciencia, de tanta solera en Villena bajo el impulso del insigne arqueólogo D. José M. Soler.
Otra esperanza, que confiamos en que el próximo curso sea espléndido presente, es la consolidación de los estudios, que se vienen cursando, con un oportuno reconocimiento.
El teatro ha sido un proyecto que ha entrado, por fin, en la fase de construcción y esperamos pueda tener pronto su inauguración.
Otras aspiraciones hemos tenido ocasión de airear en diversas circunstancias. Tras ellas vamos. A ello nos impulsa el año que nos disponemos a celebrar.
La nueva liturgia nos ha instado a la colocación de nuevo altar
Y también poesía
¿Y por qué no? Esa serie de metas apuntadas pueden ir amalgamadas con actos de índole varia, actos culturales, religiosos, recreativos, deportivos... todo ello entra dentro del espíritu salesiano.
Viene funcionando, hace medio año ya, una comisión pro cincuentenario. En sus periódicas reuniones ha ido esbozando el conjunto de celebraciones a realizar que daremos a conocer en el amplio programa que el próximo noviembre saldrá a la luz.
Hay plena confianza en que el plan de actos previsto sea: de tal categoría que todos puedan quedar hondamente satisfechos.
Una invitación cordial
Dirigimos a todos los villenenses que han sabido tener siempre el Colegio como algo suyo, de su intimidad, una invitación a pasar un año unidos en la celebración del fausto acontecimiento, una invitación a agradecer al Señor y a María Auxiliadora el beneficio de la Obra Salesiana y las gracias que por ella nos vienen concediendo, una invitación para participar a cuantos actos se organicen, una invitación a seguir tomando el Colegio como Centro que enorgullece al pueblo y que a todos pertenece. Para Villena se levantó y para Villena se dedican los mejores esfuerzos, aunque en sus muros haya cabido una ampliación de la que se beneficia la comarca entera.
La celebración de las fiestas patronales de la Virgen de las Virtudes ha de ser el preámbulo anunciador del cincuentenario.
Noviembre de 1966. Todos quedamos invitados para el inicio de año de la gratitud al Señor, el año de las realizaciones, el año en que hemos de poner al Colegio para otro medio siglo más de vida de más pujanza aun, de más trabajo, de más fruto, pujanza, trabajo y fruto que la Comunidad Salesiana seguirá blindando a esta Villena que con cariño recibía, hace cuarenta y nueve años, a sus salesianos y que se ha encontrado con una realidad que sobrepuja a su esperanza.
Extraído de la Revista Villena de 1966
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