¡CÓMO PASAN LOS AÑOS!
Allá por el año de 1881, empecé yo mi carrera artística. Entonces estaba el teatro de un modo muy distinto al de hoy. No me atrevo a decir, por temor a que nadie se crea molesto, si mejor o peor; pero sí que desde luego era... otra cosa. Y conste que al hablar del teatro, me refiero al género lírico.
En aquella época costaba un trabajo inmenso el llegar a ocupar un primer puesto. Esto ocurría a todos: actores, autores, músicos y cantantes.
Allá por el año de 1881, empecé yo mi carrera artística. Entonces estaba el teatro de un modo muy distinto al de hoy. No me atrevo a decir, por temor a que nadie se crea molesto, si mejor o peor; pero sí que desde luego era... otra cosa. Y conste que al hablar del teatro, me refiero al género lírico.
En aquella época costaba un trabajo inmenso el llegar a ocupar un primer puesto. Esto ocurría a todos: actores, autores, músicos y cantantes.

Don Miguel Soler, Eduardo Bérges, Vicente Bueso, Ricardo Pastor... todos fueron coristas, y ya ve Vd, a lo que llegaron! ¡El gran Julián Gayarre también cantó coros con Arderius...!
En cambio hoy, con qué facilidad se llega. ¡Qué poco cuesta subir! ¡Hoy se sienta plaza de Capitán General! ¡Claro; los aeroplanos han resuelto este problema. Se eleva uno con tanta rapidez...
Yo después de muchas alternativas, conseguí al fin fijar mi situación artística, y el año 1886, fuí contratado ya como primer Bajo, en la compañía del eminente Barítono y gran empresario D José Palou (q. e. p. d.). A él debo, en gran parte, mi escuela de canto, y mis primeros triunfos en el teatro. Casi todo el repertorio de zarzuela grande lo hice en su compañía. Con él fuí por primera vez a Villena, el año 1887. Solo dimos un corto número de funciones en el teatro Chapí. (muy modestito por cierto). Se celebraba en esa, por aquellos días vuestra gran fiesta de moros y cristianos. No recuerdo bien si es así como la llamáis; pero lo que sí recuerdo aún, son los tremendos trabucazos que disparan los Capitanes de las filadas.
Ahora, en Febrero pasado; al cabo de cuarenta y tres años volví a esa con la compañía Badía, Peñalver, Almodovar, ya consagrado como primera figura en el teatro.

Bien ha hecho ese Municipio en construirlo, honrando así con ello, la memoria del inmortal maestro.
Al mismo tiempo que iba viendo con alegría vuestros adelantos empecé a sentir verdadera pena al pensar, que efectivamente, yo también, con el tiempo había adelantado en mi profesión pero... Villena estaba mucho más bonita, más hermosa, mas nueva y yo... ¡Como pasan los años...
VALENTIN GONZALEZ
Extraído de la revista Patria Chica de 1930
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