1963 MINISTRO DE INFORMACIÓN Y TURÍSMO

Como Ministro de Información y Turismo constituye un gran placer para mí poder colaborar en la revista VILLENA, que se publica con motivo de las tradicionales fiestas de «Moros y Cristianos», con el mejor deseo de colaborar en este empeño, difusor e informativo de unas fiestas de tan honda raigambre.

Excmo. Sr. D. Manuel Fraga Iribarne

La historia de Villena es pródiga en acontecimientos bélicos, por los tiempos de nuestra reconquista. Cuentan las crónicas las dificultades que dos de nuestros más esforzados reyes, Jaime I de Aragón y Fernando III de Castilla, encontraron para apoderarse de su castillo y plaza fuerte en tiempos de la dominación musulmana. Plaza ambicionada por los dos más poderosos reinos ibéricos de aquel entonces, los musulmanes la entregaron, al fin, al comendador de Calatrava. Corno Castilla también ambicionaba la plaza, el rey de Aragón la donó mediante pacto verbal al de Castilla, don Fernando III, a fin de que éste no estorbase la conquista de Játiva por don Jaime I.

Tal es la historia que nos cuentan las crónicas. Villena fue un punto más de la extensa geografía ibérica en el que se entremezclaron dos razas, en donde pugnaron por dominar dos religiones, dos estilos diferentes de vida. Villena fue un exponente más del choque de dos culturas, que marcó un tiempo de prueba pero también de cimentación de la unidad y personalidad española, un trozo de tierra española que, junto con otros muchos, contribuyó con la sangre de sus hijos a hacer realidad esa nación que, sólo unos siglos más tarde, habría de proyectarse universalmente, aportando su intenso sentido espiritual de la vida a los nuevos pueblos que habría de incorporar a Occidente. Tal es el significado que hemos de obtener de los hechos históricos.

Anualmente, el pueblo de Villena celebra unas fiestas, llenas de belleza y colorido, en las que se recuerda, para ejemplo y lección de todas las generaciones, este carácter predominantemente espiritual de nuestra Reconquista y el esfuerzo, tesón y generosidad de sus hijos por conseguir la libertad y la independencia dentro de un orden cristiano. Por ello quiero destacar, aprovechando la ocasión que se me brinda, junto al aspecto festivo y folklórico que tienen estas fiestas, su profundo significado histórico y espiritual, siendo dignas de ser exhibidas con todo orgullo por los hijos de Villena, como alto exponente de calidad artística y de conciencia tradicional.

Extraído de la Revista Villena de 1963

Cedida por... Avelina y Natalia García