Por... José García Galbis, Presidente de la Comisión de Fiestas.
Ya se vislumbra en lontananza el mes soñado. ¡Qué lejos está Septiembre! ¿Cuándo llega? ¿Es posible que este maravilloso mes salte las normas establecidas y tarde más en llegar que cualquier otro? Bello verano, que dejas al final de tu mandato, como grandiosa premisa, esas noches brujas que enloquecen los corazones de los villenenses. ¿Eres tú precisamente el que das realce a este gran Villena? ¿O es Villena, con su MORENICA al frente, con su noble pueblo detrás, el que con sus sublimes fiestas, da prestancia, viste, adorna y eleva la hermosura de esa estación?“Día CUATRO que fuera”, decía la canción popular de una más popular comparsa de Moros y Cristianos en las fiestas de su centenario. ¿Cabe más ilusión? ¿Cabe más entusiasmo en los corazones que aman, que quieren, que desean, que no les interesa llegue el día ansiado, porque no pase? Eso eres tú, Villena: Noble porque lo demostraste, Leal porque jamás traicionaste, y muy Fidelísima porque siempre has sabido guardar en tu buen corazón las maravillas que porque Dios quiso posees, y jamás traspasarás por dinero ni perderás por falta de hombría.
Ya llegó tu merecido descanso, buen productor; ya puedes despreocuparte de tus negocios, empresario; todos, los unos y los otros, los ricos y los pobres, vamos a gozar de lo mismo; vamos a contemplar lo mismo; vamos a sentir lo mismo. Nadie podrá ser más que nadie; el corazón ni se compra ni se alquila, y es el corazón el que manda del cinco al nueve de Septiembre. Llorarán unos más y otros menos, pero lo que no cabe dudar, lo que no ocurrirá, es que el que tenga dinero sienta más que el que no lo tiene. En esto que tenemos tan dentro de nosotros, LAS FIESTAS DE SEPTIEMBRE, somos todos socios con igual número de acciones.
Al igual que en la cosa política y administrativa de nuestro pueblo, con el mismo ímpetu, con las mismas ansias de hacer para lograr un mejor bienestar, una mejor vida, una mayor igualdad entre los hombres, la Comisión de Fiestas, integrada este año por los miembros designados por el Municipio y por los Presidentes de todas las Comparsas, no ha regateado esfuerzo, no le ha dado miedo el trabajo, por conseguir que, en honor de la Virgen de las Virtudes, sean este año sus fiestas todo lo esplendorosas que Ella, como madre nuestra, se merece. Por eso, como Presidente de esta Comisión, que he seguido paso a paso sus desvelos, no tengo más remedio que felicitarles y darles las gracias, porque me consta que su entusiasmo, su satisfacción porque llegue ese mes de Septiembre, es, en primer lugar, para postrarse ante la Virgen morena y rogarle derrame sobre nuestro pueblo todas las virtudes de la que Ella está llena.
No puedo dejar de referirme en estas cuartillas al nivel de nuestras Fiestas. Creo que mi antecesor, mi buen amigo y camarada Ricardo Guillén, consiguió elevarlas tanto, supo atacar con tanta valentía la resistencia en cuanto a formalidad y puntualidad se refiere, que podemos decir con orgullo que los dos últimos años han sido verdaderas fiestas de Moros y Cristianos. ¡Qué poco nos queda por hacer a los demás! Procuraremos conservar lo conseguido y mejorar lo que se pueda mejorar; pero, por todos los medios, queremos no decaigan, porque sería triste, sería una verdadera pena que por la abulia, por el abandono, llegásemos a que no nos gustasen las fiestas de nuestro pueblo.
Ya llegó tu merecido descanso, buen productor; ya puedes despreocuparte de tus negocios, empresario; todos, los unos y los otros, los ricos y los pobres, vamos a gozar de lo mismo; vamos a contemplar lo mismo; vamos a sentir lo mismo. Nadie podrá ser más que nadie; el corazón ni se compra ni se alquila, y es el corazón el que manda del cinco al nueve de Septiembre. Llorarán unos más y otros menos, pero lo que no cabe dudar, lo que no ocurrirá, es que el que tenga dinero sienta más que el que no lo tiene. En esto que tenemos tan dentro de nosotros, LAS FIESTAS DE SEPTIEMBRE, somos todos socios con igual número de acciones.
Al igual que en la cosa política y administrativa de nuestro pueblo, con el mismo ímpetu, con las mismas ansias de hacer para lograr un mejor bienestar, una mejor vida, una mayor igualdad entre los hombres, la Comisión de Fiestas, integrada este año por los miembros designados por el Municipio y por los Presidentes de todas las Comparsas, no ha regateado esfuerzo, no le ha dado miedo el trabajo, por conseguir que, en honor de la Virgen de las Virtudes, sean este año sus fiestas todo lo esplendorosas que Ella, como madre nuestra, se merece. Por eso, como Presidente de esta Comisión, que he seguido paso a paso sus desvelos, no tengo más remedio que felicitarles y darles las gracias, porque me consta que su entusiasmo, su satisfacción porque llegue ese mes de Septiembre, es, en primer lugar, para postrarse ante la Virgen morena y rogarle derrame sobre nuestro pueblo todas las virtudes de la que Ella está llena.
No puedo dejar de referirme en estas cuartillas al nivel de nuestras Fiestas. Creo que mi antecesor, mi buen amigo y camarada Ricardo Guillén, consiguió elevarlas tanto, supo atacar con tanta valentía la resistencia en cuanto a formalidad y puntualidad se refiere, que podemos decir con orgullo que los dos últimos años han sido verdaderas fiestas de Moros y Cristianos. ¡Qué poco nos queda por hacer a los demás! Procuraremos conservar lo conseguido y mejorar lo que se pueda mejorar; pero, por todos los medios, queremos no decaigan, porque sería triste, sería una verdadera pena que por la abulia, por el abandono, llegásemos a que no nos gustasen las fiestas de nuestro pueblo.
Revista de Fiestas 1955
Cedida por Elia Estevan.
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