VIEJAS TRADICIONES
Ningún pueblo con vieja historia puede apartar, sin desdoro, su vista del pasado. La historia, como es sabido, es una cadena de hechos eslabonados a través de los tiempos y es la base que constituye la tradición de todos los pueblos. Hechos memorables, pero también hechos aparentemente sencillos y sin trascendencia, forman ese hilo a veces sutil, otras veces férreo, que en ningún caso es dado romper sin negar la propia personalidad, como también sucede en la vida individual de cada uno de nosotros.
Excmo. Sr. Ministro de Trabajo, don Fermín Sanz-Sorio
La vieja querella suscitada por algunos entre tradición y revolución carece realmente de sentido. La tradición no es solamente una cosa venerable por su antigüedad. Si bien recoge el pasado, éste ha de enlazarse con los nuevos y sucesivos avatares; así, la tradición significa continuidad.
Es posible que en los pueblos se den circunstancias excepcionales en que sea necesaria una verdadera revulsión, una vigorosa reacción frente a estados y situaciones de decadencia, pero aun en estas circunstancias, la revolución, si ha de ser constructiva, no puede romper totalmente con el pasado, sino que ha de recoger de él todo lo que es sustancial, todo lo que ha tenido un signo vitalmente positivo. De este modo y, aunque con una simplista visión, pueden parecer antagónicos los términos de tradición y revolución; sin embargo, vienen a complementarse con un sentido de eficacia en la vida de los pueblos. Así, nuestra Revolución nacional quiere despertar energías aletargadas y fomentar anhelos constructivos, pero ello, sobre la base de vitalizar principios inmutables consustanciales con el ser y el alma de España que, si se han visto en grave peligro, se debe precisamente a una postura insensata pretendida por algunos españoles desorientados sobre lo que constituye la esencia de la tradición española.
Son dignos de loa, por tanto, los pueblos que como Villena conservan tradiciones multiseculares como las famosas Fiestas de «Moros y Cristianos». En España entera se conservan multitud de tradiciones que recuerdan viejas y famosas efemérides. Conservar estos recuerdos del pasado no supone cerrar los ojos ante las perspectivas renovadoras del porvenir. Aceptar el futuro sin temores, con la mirada amplia, es abrir el espíritu a un auténtico progreso cuando éste se basa en la perpetuación de los valores esenciales de la vida humana que son y serán invariables.
Fiesta de «Moros y Cristianos». Fiesta de gran espiritualidad. Rememoración de viejas glorias que nunca pueden periclitar. Villena sabe bien lo que hace conservándola en todo su esplendor. Se honra a sí misma con legítimo orgullo y bien puede ofrecerse como un ejemplo para muchos ilusos que, a veces, cifran el porvenir de los pueblos en el olvido de una tradición honrosa que no es posible interrumpir sin destruir la propia personalidad.
FERMÍN SANZ-ORRIO
Extraído de la Revista Villena de 1957
Excmo. y Rvdmo. Sr. don Pablo Barrachina Estevan
Obispo de Orihuela
Excmo. Sr. don Evaristo Martín Freire,
Gobernador Civil de Alicante Jefe Provincial del Movimiento
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