2018 SIN BELÉN PERO CON BELENES

Llega la Navidad y el ambiente parece mutarse y hacerse más acogedor, más familiar, más de recuerdos de infancia, más en fin de recogimiento alrededor de un hogar y contar “batallas” reales o inventadas a mayores y niños, que a nosotros mismos nos sorprenden.

Parte de estas historias la forman unos monumentos de enorme valor y gran belleza que se construyen, a lo largo de todo el año, para ser expuestos durante los días de Navidad. Estas obras de arte son LOS BELENES.

Estas obras de arte, es decir Los Belenes, forman parte de una tradición artístico-religiosa que eclosiona en Navidad de la mano de los católicos, rememorando el nacimiento del Mesías.

Alrededor de esta creencia, más o menos arraigada, se ha mantenido, en el tiempo, un hábito de realizar, en casi todas las casas una muestra de “un Belen”.

Algunas de estas personas, verdaderos artesanos, son los creadores de todas y cada una de las piezas que componen lo que al final es una verdadera joya.

Vamos, para ti amigo lector, a realizar una extensa muestra de alguno de los belenes que se montan en centros y en casas particulares, primero para tu conocimiento y después como un homenaje a esos artesanos que utilizan horas y horas para celebrar la festividad de la Navidad.

Nos trasladamos al Asilo de Ancianos y en la entrada, en uno de los pocos sitios utilizables, las hermanas han instalado un precioso nacimiento con un originalísimo Nacimiento, con gran profusión de figuras con un columpio móvil y una iluminación acorde. No dudamos que el próximo año será más grandioso porque se podrá disponer de mayor espacio.

En el Colegio de las Paulas en la calle Isabel La Católica, nos vimos gratamente sorprendido con un Belén Viviente, tumultuoso y juguetón al que no faltaba detalle alguno, pudimos fotografiar a Los Reyes Magos, el Nacimiento, el Mercadillo, y a los Títeres. Y hemos de reconocer que durante nuestra estancia en el mismo la asistencia de público fue masiva y la música ininterrumpida dentro de un ambiente juvenil que augura seguidores para próximos años.

Cambiamos de ubicación y por las calles de espaldas de Santa María, por Palomar no dirigimos a Cantones y de allí a la calle Carpena número 3, domicilio de Toni Piñero, donde recibimos la primera sorpresa porque nos encontramos una vivienda semi-restaurada en un ambiente con aire medieval y unas escaleras que parecen conducirnos al interior del Castillo de la Atalaya.

Y justo en ese momento, al entrar en la vivienda, frente a nosotros nos encontramos la sorpresa de la noche, que no era ni más ni menos que “el Belén de Toni Piñero” 2018. 

Inspeccionado detenidamente vemos que está falto de detalle alguno, como horno, herrería, almacén, nacimiento y personajes, todo ello realizado a mano por el propietario. Que ha conseguido desde una noria en movimiento, a tinajas, farolas y palomas, todo en perfecta proporción de tamaño y distancia, pues no debemos de olvidar que todo cuanto se ha detallado está en poco más de un metro cuadrado de espacio. Dando la perspectiva la impresión de por lo menos el doble de profundidad. Todos y cada uno de los elementos desde principio a fin son obra de Toni Piñero.

Tras despedirnos, con pena del autor pues hubiéramos estado hablando con él toda la noche nos trasladamos a Paseo Chapí, al domicilio de Roberto Navajas García para obtener testimonio fotográfico del Belén de su propiedad.

El belén de este año, una verdadera obra de arte, podría competir en calidad y originalidad con cualquier otro y obtendría premio seguro por la impresión de realidad que ha conseguido tanto en fondos como en iluminación, pues las mismas panorámicas pueden visualizarse de día, al atardecer o al amanecer con los consiguientes cambios de tonalidad que da la luz.

Trataremos en lo posible hacer alguna visita más pues no cabe duda que Villena tiene más artistas en este tipo de trabajo.
Ernesto Pastor Pardo

Desde estas líneas invitamos a toda persona que quiera enseñarnos su Belén contacte con nosotros para concertar una visita. villenacuentame@gmail.com