El espítitu de los pueblos, como el de los individuos, se exterioriza de mil distintas maneras y se revela en sus obras. Unos y otros tienen características predominantes que son las que dan el tono habitual, las que imprimen el sello de su personalidad.
El rasgo más saliente, Villena, de tu psicología es la generosidad que brindas en todo momento al forastero y el noble gesto hospitalario con que siempre lo recibes y acoges.
Te asemejas, extraordinariamente, al pueblo español, porque posees sus grandes virtudes y defectos. España descubrió mundos y les infundió su alma y ella, en cambio, permanece autoignorada; sin haberse descubierto aun a sí misma.
Tú, también, Villena, entregas tu alma al forastero, hasta el extremo de olvidarte algunas veces de tí misma. Eres un pueblo eminentemente expansivo y esa tu expansividad es la que forja las espléndidas Fiestas que todos los años celebras en honor de tu Excelsa Patrona y que tanta admiración producen a propios y extraños. No hay pueblo que guste más de divertirse que tú; lo cual indica que posees una vitalidad exuberante, un sobrante de energías, que son las que empleas en diversiones. De un pueblo que se divierte pueden esperarse grandes cosas si, por medio de una cultura adecuada, ordena y disciplina el superabundante caudal de sus energías.
Nosotros te queremos generosa, noble, desprendida, divertida, pero le queremos también, y muy principalmente, culta.
De todos los bienes que adornan a un pueblo es, para nosotros, el de la cultura de su espíritu, el de más alto valor; pues estamos convencidos de que de la grandeza espiritual es de donde brotan, de añadidura (según la frase del Eclesiastés) las demás grandezas.
Llevados de esa devoción que sentimos por la Cultura y del sincero y ferviente cariño que le profesamos, hemos querido ofrecerte en estos días, en que el alma de tus hijos vibra al unísono, de un mismo sentimiento religioso y de un mismo deseo de expansión vital, este extraordinario de - Villena Joven -, en que hemos puesto todo el entusiasmo y buena voluntad de que somos capaces, ya que no las flores de una cultura exquisita, que no poseemos y en que reflejamos algunas facetas de tu vida material y espiritual y de tu corazón hidalgo y generoso.
La RedacciónEXTRAIDO DE LA REVISTA "VILLENA JOVEN" DE 1928.
El rasgo más saliente, Villena, de tu psicología es la generosidad que brindas en todo momento al forastero y el noble gesto hospitalario con que siempre lo recibes y acoges.
Te asemejas, extraordinariamente, al pueblo español, porque posees sus grandes virtudes y defectos. España descubrió mundos y les infundió su alma y ella, en cambio, permanece autoignorada; sin haberse descubierto aun a sí misma.
Tú, también, Villena, entregas tu alma al forastero, hasta el extremo de olvidarte algunas veces de tí misma. Eres un pueblo eminentemente expansivo y esa tu expansividad es la que forja las espléndidas Fiestas que todos los años celebras en honor de tu Excelsa Patrona y que tanta admiración producen a propios y extraños. No hay pueblo que guste más de divertirse que tú; lo cual indica que posees una vitalidad exuberante, un sobrante de energías, que son las que empleas en diversiones. De un pueblo que se divierte pueden esperarse grandes cosas si, por medio de una cultura adecuada, ordena y disciplina el superabundante caudal de sus energías.
Nosotros te queremos generosa, noble, desprendida, divertida, pero le queremos también, y muy principalmente, culta.
De todos los bienes que adornan a un pueblo es, para nosotros, el de la cultura de su espíritu, el de más alto valor; pues estamos convencidos de que de la grandeza espiritual es de donde brotan, de añadidura (según la frase del Eclesiastés) las demás grandezas.
Llevados de esa devoción que sentimos por la Cultura y del sincero y ferviente cariño que le profesamos, hemos querido ofrecerte en estos días, en que el alma de tus hijos vibra al unísono, de un mismo sentimiento religioso y de un mismo deseo de expansión vital, este extraordinario de - Villena Joven -, en que hemos puesto todo el entusiasmo y buena voluntad de que somos capaces, ya que no las flores de una cultura exquisita, que no poseemos y en que reflejamos algunas facetas de tu vida material y espiritual y de tu corazón hidalgo y generoso.
La RedacciónEXTRAIDO DE LA REVISTA "VILLENA JOVEN" DE 1928.
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