El Concierto tradicional que hace la Sociedad Musical Ruperto Chapí con motivo de la celebración de Santa Cecilia se ha celebrado este pasado Domingo, 25 de Noviembre, a las 12 horas en el Teatro Chapí.
Este Concierto es el más importante que hace la Sociedad, y en él se presenta y se incorporan a la banda los educandos que pasan a ser nuevos músicos de la Sociedad Musical Ruperto Chapí. Los nuevos músicos son: Irene Flor Cuenca, flauta; Isaías Benito Ribera, trompeta; Saúl Sánchez Milán, flauta; Alejandro Mejías Moya, trompa; Carla Mayayo Hernández, clarinete.
En la primera parte se interpretó:
* LA MAQUINA DE ESCRIBIR, de Leroy Anderson. Actuaron de Solistas: Pedro Francés Hernández Carlos Mira Tomás, Natalia García Tomás. En 1950 compuso esta famosa obra, para como su propio nombre indica: máquina de escribir y orquesta. Se trata de una obra muy breve, desenfadada y con una melodía difícil de clasificar que forma parte del imaginario colectivo.
* DANZA BITEM, de Juan Bautista Francés. Actuó con esta pieza el Ballet Marhala Yadida. Compuesta en el 2006 y que presentaría junto a otras piezas para acceder a los estudios Superiores de Composición en el conservatorio superior de música de Alicante.
* DANZA DEL SABLE, de A. Khachaturian. Volvió actuar el Ballet Marhala Yadida. Este ballet está ambientado en la tierra natal del compositor, Armenia, una de las ex-repúblicas socialistas soviéticas; contiene temas populares de su folclore.
* EL QUIJOTE, de Ferrer Ferrán. El narrador fue: José María Albero Pérez. La Fantasía Sinfónica “El Quijote”, está compuesta para conmemorar el “IV Centenario” de la creación de esta obra y está dedicada a la ciudad de Argarmasilla de Alba, que ilusionó e inspiró al propio compositor para la creación de esta obra.
En la segunda parte, fue el tiempo para:
* EL BATEO, de F. Chueca. Gran Fantasía. El Bateo es una zarzuela, es una de las últimas obras pertenecientes al género chico, pues con la llegada del nuevo siglo, cambiaron completamente los gustos del público en favor de espectáculos como la opereta, la revista musical o las variedades. La música denota la maestría del autor, al escribir melodías populares y pegadizas.
* EL PRINCIPE IGOR, de A. Borodin. Lo más célebre de la música de la ópera es un conjunto de bailes, las Danzas polovetsianas, que acompañan a un banquete organizado por el Khan de los Cumanos. Estas danzas polovetsianas a menudo se interpretan como una pieza independiente en conciertos y es una de las obras más populares del repertorio orquestal destacando la versión de versión de concierto preparada por Rimsky-Korsakov y Glazunov para su estreno en 1890 entre otras.
* NABUCO, de G. Verdi. Con la colaboración del Coro “Ambrosio Cotes”. Va, pensiero es el coro del tercer acto de la ópera Nabucco, de Verdi, en fa sostenido mayor, con letra de Temistocle Solera, inspirada en el Salmo 137 «Super flumina Babylonis». Calificada como la «obra maestra de Verdi», canta la historia del exilio hebreo en Babilonia tras la pérdida del Primer Templo de Jerusalén. Este coro le dio fama a Verdi. Posteriormente se convirtió en un himno para patriotas italianos, quienes, identificándose con el pueblo hebreo, buscaban la unidad nacional y la soberanía frente al dominio austríaco.
El Concierto fue dirigido por su director titular: Juan Bautista Francés Parra. Asistieron al mismo el Alcalde y varias autoridades.
Francisco Hernández Marín
Cronista de la Sociedad Musical Ruperto Chapí
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