ERECCIÓN DE LA ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS VIRTUDES
De varias cosas debiéramos los villeneses sentirnos avergonzados. Destaquemos, de entre ellas, el abandono casi increíble en que se encuentra nuestro Monumento Nacional, sujeto pasivo de la erosión natural y de la humana, y la casi absoluta falta de escritos referentes a la Historia local, motivo de que se haya podido afirmar que Villena no la tiene.
Ante este desolador panorama, causa verdadero gozo leer y releer la «Historia de la Imagen de Nuestra Señora de las Virtudes» que escribiera a fines del siglo pasado el culto abogado D. José Zapater y Ugeda. El benemérito escritor estudia en ella la probable fecha de construcción de la ermita a la Virgen dedicada, y la sitúa entre los años 1490 y 1491 basándose en las declaraciones de los testigos llamados para cierta información que el emperador Carlos I mandó abrir en 27 de julio de 1551, con el fin de averiguar lo que hubiere de verdad en las alegaciones del Consejo respecto al Patronato y propiedad de los bienes de tal ermita. Todos aseguraron en aquella ocasión que su construcción databa de "más de sesenta años”.
Un documento desconocido hasta el presente, que he tenido la fortuna de encontrar, si no aclara definitivamente la cuestión, nos pone sobre una firme pista para resolverla. Hoy podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que la ermita se hallaba en pie antes del 30 de julio de 1490.
De varias cosas debiéramos los villeneses sentirnos avergonzados. Destaquemos, de entre ellas, el abandono casi increíble en que se encuentra nuestro Monumento Nacional, sujeto pasivo de la erosión natural y de la humana, y la casi absoluta falta de escritos referentes a la Historia local, motivo de que se haya podido afirmar que Villena no la tiene.
Ante este desolador panorama, causa verdadero gozo leer y releer la «Historia de la Imagen de Nuestra Señora de las Virtudes» que escribiera a fines del siglo pasado el culto abogado D. José Zapater y Ugeda. El benemérito escritor estudia en ella la probable fecha de construcción de la ermita a la Virgen dedicada, y la sitúa entre los años 1490 y 1491 basándose en las declaraciones de los testigos llamados para cierta información que el emperador Carlos I mandó abrir en 27 de julio de 1551, con el fin de averiguar lo que hubiere de verdad en las alegaciones del Consejo respecto al Patronato y propiedad de los bienes de tal ermita. Todos aseguraron en aquella ocasión que su construcción databa de "más de sesenta años”.
Un documento desconocido hasta el presente, que he tenido la fortuna de encontrar, si no aclara definitivamente la cuestión, nos pone sobre una firme pista para resolverla. Hoy podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que la ermita se hallaba en pie antes del 30 de julio de 1490.
Se trata de una provisión de los Reyes Católicos datada en Córdoba en esta última fecha, y autorizada con las firmas de los de su Consejo por la que ordenan al Licenciado Pedro Sánchez de Belmonte, vecino de Chinchilla, se presente en Villena a tomar la residencia a Pere Cerdán, Alcaide y Gobernador que fué de la villa y su castillo. Y caso de que el Licenciado no quisiera personarse en la población por temor a la peste que en ella hacía estragos, fuese a cumplir su cometido “a una hermita que diz que es en el término de la dicha villa que dizen Santa María de las Virtudes, donde diz que están mucha parte de los vezinos de la dicha villa a cabra de la pestilencia».
A la vista de este precioso documento, surgen inmediatas dos acuciantes hipótesis:
1º La epidemia del verano de 1490 no es más que una repetición de la de 1474 -fecha tradicional de aparición de la Virgen-, y los vecinos, huyendo de sus terribles efectos, se refugiaron en la Fuente del Chopo al amparo de una ermita que ya utilizaron en ocasión semejante.
2ª No existió tal epidemia en 1474, y si la aparición se halla íntimamente ligada a la mortal plaga se engaña la tradición, y es preciso retrasar su fecha hasta el año 1490 La ermita -que no hay que confundir con el posterior y actual Santuario-, se levantó durante los primeros meses de este último año, y, en 30 de julio, podía hablarse ya de su existencia.
Como esta segunda hipótesis concuerda en lo fundamental con las declaraciones testifícales de 1551, mientras posteriores investigaciones no arrojen nueva luz sobre el asunto, el autor de estas líneas inclina sus preferencias hacia la solución que de ellas se desprende.
JOSE M.ª SOLER GARCIA - Villena y julio de 1948.Extraído del Boletín Mensual de la Comisión para las Bodas de Plata de la Coronación Canónica de la Virgen de la Virtudes. número extraordinario – Villena, septiembre 1948
Cedido por… Elia Estevan.
A la vista de este precioso documento, surgen inmediatas dos acuciantes hipótesis:
1º La epidemia del verano de 1490 no es más que una repetición de la de 1474 -fecha tradicional de aparición de la Virgen-, y los vecinos, huyendo de sus terribles efectos, se refugiaron en la Fuente del Chopo al amparo de una ermita que ya utilizaron en ocasión semejante.
2ª No existió tal epidemia en 1474, y si la aparición se halla íntimamente ligada a la mortal plaga se engaña la tradición, y es preciso retrasar su fecha hasta el año 1490 La ermita -que no hay que confundir con el posterior y actual Santuario-, se levantó durante los primeros meses de este último año, y, en 30 de julio, podía hablarse ya de su existencia.
Como esta segunda hipótesis concuerda en lo fundamental con las declaraciones testifícales de 1551, mientras posteriores investigaciones no arrojen nueva luz sobre el asunto, el autor de estas líneas inclina sus preferencias hacia la solución que de ellas se desprende.
JOSE M.ª SOLER GARCIA - Villena y julio de 1948.Extraído del Boletín Mensual de la Comisión para las Bodas de Plata de la Coronación Canónica de la Virgen de la Virtudes. número extraordinario – Villena, septiembre 1948
Cedido por… Elia Estevan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario