Mi impresión de España, de Villena: España es la sonrisa del mundo; Villena es la sonrisa de España.
Otto Thimmel
Otto Thimmel
Dibujo... Pepe Menor
VILLENA
Mal estaría que tratándose de Villena, fuera un extranjero quien descubriera sus encantos; porqué creo que todos los villenenses los tienen bien presentes yá.
Villena ha llegado a ser para mi tanto, que ha sustituido un poco a mi patria. En Villena, en pocas ocasiones me he sentido extranjero. Hoy ya, pienso con tristeza en el día de mi marcha; en una separación tal vez para siempre. Entonces sentiré el duro deber, doble doloroso. En cualquier lugar del mundo, la recordaré con gusto, quizá también con un sentimiento de resignación y nostalgia. Y será siempre mi mayor deseo, que la fortuna me permita volver a vivir aquí tan hermosos días.
Yo he conocido mucho de España, pero hoy sé que los encantos de casi todas sus provincias, en el sentido ideal, sólo en Villena los puedo encontrar reunidos. Si yo me permitiera atestiguar ante el mundo que lo romántico, la cordial y sincera amistad, no están de acuerdo con nuestra época, y que sólo son superfluidades y pérdidas de tiempo, Villena me ha enseñado algo mejor: me ha enseñado la fé en el conocimiento de sí mismo, puro, sin estorbos.
Las costumbres, -y siempre tengo en cuenta que las he encontrado más antiguas en otras partes de Europa,- representan tradición, y un extranjero, un extraño, no puede criticarlas con dureza. Son viejas tradiciones, para las que un septentrional no está preparado y no puede comprenderlas con el entendimiento libre y justo, ya que creció entre otras relaciones y otros espectáculos. Por eso, sería insensato intentar comparaciones. Las costumbres, corresponden a la esencia de un pueblo y contienen una valiosa semilla.
Villena, de la que ha salido todo un Chapí, que es el hombre que representa dignamente su carácter, me será inolvidable. Mis amigos pueden estar, con razón, orgullosos de su pueblo. Mi deseo es que en los días que faltan de mi estancia en ésta, pueda, todavía, vivir horas felices y que yo, por mi parte, pueda pagar una pequeña parte de mi deuda de gratitud.
Mi pensamiento sobre España: Las reservas que nuestra vieja Europa posee en el suelo y en los hombres de España, son muy importantes. Y si se las quiere atraer a un levantamiento de la economía y del espíritu europeos, se debe evitar mirar las cosas con ojos de hombre del Norte; se ha de procurar, más bien, comprender a España y a los españoles y especialmente sus posibilidades económicas fuera de los patrones de juicio allí dominantes. Nuestra Europa ya no cuenta con extraordinarias riquezas que esperan ser explotadas, ni con pueblos con no gastadas fuerzas. España ofrece ambas cosas y el juicio de sus fuerzas políticas y económicas es, por tanto, un motivo de importancia europea.
Mi impresión de España, de Villena: España es la sonrisa del mundo; Villena es la sonrisa de España.
Otto ThimmelAl sonar las 12 del día 5 en el campanón de Santiago, dan comienzo las tradicionales fiestas que tanto añoran los villeneros ausentes.
Extraído del Programa de Fiestas de 1931
Mal estaría que tratándose de Villena, fuera un extranjero quien descubriera sus encantos; porqué creo que todos los villenenses los tienen bien presentes yá.
Villena ha llegado a ser para mi tanto, que ha sustituido un poco a mi patria. En Villena, en pocas ocasiones me he sentido extranjero. Hoy ya, pienso con tristeza en el día de mi marcha; en una separación tal vez para siempre. Entonces sentiré el duro deber, doble doloroso. En cualquier lugar del mundo, la recordaré con gusto, quizá también con un sentimiento de resignación y nostalgia. Y será siempre mi mayor deseo, que la fortuna me permita volver a vivir aquí tan hermosos días.
Yo he conocido mucho de España, pero hoy sé que los encantos de casi todas sus provincias, en el sentido ideal, sólo en Villena los puedo encontrar reunidos. Si yo me permitiera atestiguar ante el mundo que lo romántico, la cordial y sincera amistad, no están de acuerdo con nuestra época, y que sólo son superfluidades y pérdidas de tiempo, Villena me ha enseñado algo mejor: me ha enseñado la fé en el conocimiento de sí mismo, puro, sin estorbos.
Las costumbres, -y siempre tengo en cuenta que las he encontrado más antiguas en otras partes de Europa,- representan tradición, y un extranjero, un extraño, no puede criticarlas con dureza. Son viejas tradiciones, para las que un septentrional no está preparado y no puede comprenderlas con el entendimiento libre y justo, ya que creció entre otras relaciones y otros espectáculos. Por eso, sería insensato intentar comparaciones. Las costumbres, corresponden a la esencia de un pueblo y contienen una valiosa semilla.
Villena, de la que ha salido todo un Chapí, que es el hombre que representa dignamente su carácter, me será inolvidable. Mis amigos pueden estar, con razón, orgullosos de su pueblo. Mi deseo es que en los días que faltan de mi estancia en ésta, pueda, todavía, vivir horas felices y que yo, por mi parte, pueda pagar una pequeña parte de mi deuda de gratitud.
Mi pensamiento sobre España: Las reservas que nuestra vieja Europa posee en el suelo y en los hombres de España, son muy importantes. Y si se las quiere atraer a un levantamiento de la economía y del espíritu europeos, se debe evitar mirar las cosas con ojos de hombre del Norte; se ha de procurar, más bien, comprender a España y a los españoles y especialmente sus posibilidades económicas fuera de los patrones de juicio allí dominantes. Nuestra Europa ya no cuenta con extraordinarias riquezas que esperan ser explotadas, ni con pueblos con no gastadas fuerzas. España ofrece ambas cosas y el juicio de sus fuerzas políticas y económicas es, por tanto, un motivo de importancia europea.
Mi impresión de España, de Villena: España es la sonrisa del mundo; Villena es la sonrisa de España.
Otto ThimmelAl sonar las 12 del día 5 en el campanón de Santiago, dan comienzo las tradicionales fiestas que tanto añoran los villeneros ausentes.
Extraído del Programa de Fiestas de 1931
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