La yeclana Inmaculada Soriano Angulo Jefa de la Policía Local de Villena nos relata sus vivencias desde que llegó en los años 80 a este su pueblo adoptivo en un pregón lleno de datos y anéctotas de este barrio tan singular y querido.
Majestades, Miembros del Concejo, AAVV del Rabal y de la Ermita de San José, Comerciantes y visitantes, Vecinos y vecinas, amigas y amigos, a todos y a todas BUENAS NOCHES…
Quien nos iba a decir hace 35 años, que una yeclana sería la pregonera de las fiestas de este Barrio. Yo desde luego no me lo habría creído, pues no sabéis la de bromas que he tenido que soportar, sobre todo durante los primeros años. Cada día me llamaban “extrajera”; me preguntaban por el pasaporte o si había podido cruzar la frontera y otros tantos chascarrillos de este tipo. Los más antiguos del lugar saben de qué hablo y de las bromas que hay a este respecto entre las dos ciudades vecinas de Yecla y Villena.
Bromas aparte, os aseguro que nunca me he sentido extranjera entre vosotros y os prometo, que si los nervios no me traicionan o la emoción de algunos recuerdos no me nubla la vista, este pregón acabará en menos de 15 minutos.
Y comenzaré, haciendo saber que estoy encantada de encontrarme hoy aquí y que me siento profundamente halagada por haber sido propuesta para compartir con vosotros unos minutos desde este balcón.
Aunque tengo que confesar, que cuando me llamaron de la AAVV del Rabal para proponérmelo y se presentaron a la cita el presidente, Pepe Cabanes y José Luis, el Secretario, pensé que alguna queja o denuncia iban a trasladarme y que iban a someterme a un tercer grado, por eso, cuando me dijeron de que se trataba, en un primer momento me quedé sin poder articular palabra, pues sinceramente no pensé que yo pudiera ser digna de merecer ese honor y de poder realizarlo a la altura de otras personas que ya lo hicieron antes. Pasé, de la sorpresa inicial por la inesperada noticia, a la alegría y orgullo de la tarea encomendada, finalizando con la preocupación de la responsabilidad que para mí suponía ser la pregonera de esta nueva edición de las Fiestas del Medievo.
Superado el asombro inicial, mi primera reacción, como no podía ser de otra manera, fue de gratitud y de satisfacción. Gratitud por su iniciativa al proponerme y por la oportunidad que me brindaban para poder representar aquí al Cuerpo de la Policía Local de Villena; y satisfacción porque entendía que el mérito que me atribuían era consecuencia de tener tras de mí una gran plantilla; un grupo de grandes profesionales, hombres y mujeres que cada día se esfuerzan por dar protección a la ciudadanía y por garantizar su seguridad. Por ello, también en nombre del colectivo, por el reconocimiento público que se pretendía hacer de nuestro trabajo, les di las gracias y acepté la propuesta.
Aceptada la propuesta y pasado el trance de la grata sorpresa recibida, el siguiente paso era elaborar un guion que me permitiera transmitir todo aquello que yo os pudiera decir hoy. Tenía que pensar, no solo qué os iba a decir, sino también, cómo decirlo y qué de nuevo podría aportar yo.
La sensación de preocupación se prolongó hasta el momento que se hizo público que yo sería la pregonera, pues desde ese instante, haciendo gala de la generosidad que os caracteriza, no habéis dejado de ofrecerme vuestra ayuda. Comencé a recibir llamadas de conocidos, y también de desconocidos, que me relataban historias y anécdotas para que las contara hoy aquí. Muchas gracias a todas y todos. No os podéis imaginar la tranquilidad que me proporcionaron vuestros ofrecimientos.
A partir de entonces empecé a ordenar las ideas e intenté documentarme. He tenido que leer mucho, pues rica y extensa es la historia de este barrio; he leído sobre personajes ilustres, monumentos y pasajes, que estoy segura que la mayoría de la vecindad conoce y que constan en infinidad de libros y documentos, los cuales, desde aquí os invito a leer. Seguro que os ilustrarán como me han ilustrado y enriquecido a mí.
Sin embargo, después de leer todos esos libros, llegué a la conclusión de que el mayor tributo que yo os podría ofrecer, era precisamente, el de mostrar mi gratitud y pregonar públicamente, alto y claro, desde este balcón, las fortalezas de este barrio, aunque algunas no consten en los libros de historia; fortalezas de personas, algunas anónimas, que han nacido y vivido aquí y también de personas que aun sin haber nacido aquí, han sido vecinas de este barrio y se han sentido parte de él, (como la madre de Isabel, que nos faltó hace ya algunos años, Concha Soriano, vecina de la calle Carpena, nacida en Yecla, como yo, pero rabalera hasta la medula, fiel reflejo del carácter de este barrio, afable, simpática y bonachona, siempre con una sonrisa en la boca).
Precisamente, una de las grandes fortalezas que he observado de este barrio es, la implicación de sus vecinos y el carácter de las personas que lo integran; su talante hospitalario y solidario.
Personalmente tuve la oportunidad de comprobarlo en mi primer contacto con sus vecinos, hace ya más de 35 años. Aprobé la oposición y tenía la obligación de vivir en Villena. A través de un familiar me puse en contacto con Pilar (vecina de la calle La Rambla, madre de Fina y suegra de Luis, para más señas), quien no me conocía de nada, pero que junto a su familia me ofreció su casa, donde fijé mi domicilio durante mi primer año de servicio.
Como ejemplo de ese carácter del que os hablo, también recuerdo a Francisco Fuentes, vigilante de parques y jardines durante años, seguro que algunos le recordareis, fue vecino de la calle Palomar, cumplidor en su trabajo y sobre todo, una gran persona.
Al hablar de las fortalezas de las personas de este barrio, no puedo dejar de relacionar con ellas a D. José María Soler, con quien tuve la suerte de compartir muchos momentos. El me enseñó gran parte de la historia de este barrio y lo hacía durante las largas horas que pasaba con nosotros en el Renten de la Policía Local, que como sabéis, antes estaba en los bajos del Ayuntamiento. Era a principio de los ochenta, y en aquel entonces, nosotros teníamos que abrir el castillo a los turistas y D. José Mª por su parte, enseñaba el tesoro en el Ayuntamiento; siempre estaba dispuesto, a cualquier hora que le llamásemos. Yo entonces era agente y cuando me tocaba servicio de retén aprovechaba para que me hablase de las costumbres y pasajes históricos, de Villena en general y del barrio en particular, y cuando el servicio me lo permitía, bajaba del castillo con los visitantes por las calles del Rabal, contándoles todo aquello que D. José Mª me había enseñado.
Algunas veces también venían visitantes extranjeros, no extranjeros de Yecla no, extranjeros de otros países, que obviamente, hablaban otra lengua. Como yo solo dominaba los idiomas yeclano y villenero, pasaba grandes apuros para explicar algunos pasajes. Ya os podéis imaginar lo cómico que resultaba verme explicar la torre del orejón.
Ha pasado el tiempo y tanto el barrio como nosotros hemos evolucionado. D. José Mª Soler nos dejó hace años, la PL ya no tiene que abrir el castillo. Hoy tenemos una oficina de turismo, un Museo Arqueológico y un Centro de Recepción de visitantes, que se ocupan de atender e informar a los turistas.
El Casco Histórico es la zona más singular de la población de Villena, entramado de calles, edificios y monumentos que ven nacer la ciudad, y dentro del él, el Rabal se erige como uno de los barrios más activos cultural, educativa y socialmente.
A lo largo de los años he sido testigo de los cambios y mejoras producidas en esta zona. Desde la rehabilitación del Castillo de la Atalaya, pasando por la remodelación del eje de Santa Mª a Santiago y su prolongación por calle La Rambla, el vial que da acceso al Castillo e inmediaciones, la construcción del Centro plurifuncional Colache, así como la restauración de la Ermita de San José y las campanas de la Iglesia de Santa María. He podido ver también la evolución de los entramados de calles del entorno de la Pedrera y las nuevas zonas en expansión de la parte baja del Rabal.
Todas estas mejoras arquitectónicas y urbanísticas, han propiciado el desarrollo de infinidad de actividades socio-culturales y festivas, entre las que se encuentran las Fiestas en honor a San José, El Rabalfest, Concursos de monólogos, Cenas en la explanada del Castillo, la noche del terror y, cómo no, las fiestas del Medievo que hoy comienzan, que desde su primera edición han ido adquiriendo esplendor y prestigio año tras año.
Y hago saber, que esto se ha conseguido gracias al esfuerzo y colaboración de todos los que de alguna forma estamos implicados; unos al iniciar los proyectos, otros en la organización, otros en la seguridad y otros en la ejecución de cada una de las obras y actividades realizadas. Por supuesto, no siempre ha sido con acierto, pero si con el convencimiento de haber realizado nuestro cometido de la mejor manera que cada cual hemos sabido hacerlo. Dicen que el éxito no está en ganar siempre, sino en no desanimarse nunca. Y eso es lo que debemos hacer, no desanimarnos y continuar unidos, porque de esta forma, no es que sea más fácil, pero sí que será mucho menos difícil conseguirlo.
Es cierto que han tenido que pasar muchos años, que puede parecer que los pasos han sido lentos, pero compartiréis conmigo que han sido firmes, y que ha merecido la pena, no solo para el barrio, sino para toda Villena.
Confío en que esta evolución continúe y que el barrio acabe por convertirse en otro motor económico y social de Villena, aparte del patrimonial y cultural que ya lo es. Creo que entre todos, aunando esfuerzos, lo podemos conseguir, y debemos tener un objetivo común: Garantizar la seguridad del barrio y colaborar en el progreso de éste y en la mejora de la calidad de vida de su vecindario.
Hago saber también, que si bien es cierto que el mérito es colectivo, no es menos cierto que los grandes artífices de gran parte de los logros citados, y de muchos otros que se han quedado en el tintero, han sido siempre los miembros de la AAVV del Rabal, quienes de forma totalmente altruista, no han escatimado esfuerzos para sacar adelante todos y cada uno de ellos, y también siendo beligerantes en cuanto a hacer valer los derechos y deberes de los vecinos del barrio. Y nadie mejor que yo puede dar fe de dicha beligerancia, pues por razones profesionales, desde que ostento la Jefatura, he tenido que debatir en numerosas ocasiones con los sucesivos presidentes, primero con Juan López, después con Ángel Giner y después de este y hasta la fecha con Pepe Cabanes. Uno tras otro se han ido superando a la hora de marcarse objetivos y, una vez tras otra, consiguiéndolos.
Por todo ese esfuerzo les felicito, y me sumo a los reconocimientos públicos que vienen recibiendo, en especial a los referidos a las Fiestas del Medievo, pues desde 2014 están declaradas Fiestas de Interés Turístico Provincial por la Generalitat Valenciana y este año han obtenido el premio a la mejor actividad cultural, del programa Ser Viajeros Comunitat Valenciana. Enhorabuena, sé que lo merecéis.
Y quiero aprovechar también este balcón, para recordar a algunas mujeres que a lo largo de la historia han tenido un papel relevante en nuestra ciudad, como son Constanza de Aragón, Isabel de Villena, Catalina Ruiz de Alarcón, Dolores Aynat, Luz “la comadre”, quien según he oído ayudo a nacer a gran parte de los vecinos del barrio y, más recientemente, Vicenta Tortosa Urrea, primera mujer Alcaldesa de Villena. Y las quiero recordar aquí porque gracias a que ellas fueron ayer, hoy podemos seguir siendo otras y podemos seguir luchando para que la igualdad entre hombres y mujeres sea real y efectiva. Como se reivindicó ayer en el día internacional de la mujer.
Por último, para finalizar, emulando al gran poeta de la generación del 27, Rafael de León, solo me resta decir que sin ser yo villenera, ni rabalera, NI PERSONAJE IMPORTANTE, soy vuestra fiel protectora, con eso, amigos y amigas, rabaleros y rabaleras, CON ESO TENGO BASTANTE.
Y sin más preámbulo, se hace saber, que la XVII edición de las Fiestas del Medievo, con un gran abanico de actividades para todos los públicos, comienzan a partir de este instante. Muchas gracias y FELICES FIESTAS A TODAS Y A TODOS.
¡VIVAN LAS FIESTAS DEL MEDIEVO!
¡VIVA EL BARRIO DEL RABAL! ¡VIVA VILLENA!
Fotos... VC y Miguel Ángel Berbegal
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