LAS VEMOS TODOS LOS DÍAS Y NOS GUSTARÍA SEGUIR VIENDOLAS.
LAS CHIMENEAS INDUSTRIALES DE VILLENA
Dibujo... ANDRÉS ESTEVAN
LAS CHIMENEAS INDUSTRIALES DE VILLENA
Dibujo... ANDRÉS ESTEVAN
Si bien es cierto que el transcurso del tiempo todo lo borra, no lo es menos el que máquinas o piquetas demoledoras van terminando, poco a poco, con la fisonomía urbana de muchos pueblos haciendo que quienes en ellos vivimos podamos recordar, como en este caso, edificios y construcciones que fueron en otros años base de distintas industrias y que hoy permanecen, algunas de ellas, como un símbolo del trabajo que llegaron a desarrollar.
Me voy a referir hoy a las altas chimeneas de obra, bien de ladrillo visto o piedra, que han existido y todavía quedan en nuestra ciudad.
He de hacer una observación: Y es que todas las industrias que mencionaré han pasado por diversas vicisitudes, y que por tanto han podido variar sus nombres o razones comerciales durante su existencia.
Una de las chimeneas de este tipo que más recordamos los villenenses que sobrepasamos el medio siglo es la de “la fábrica del piñuelo”. Su recuerdo más significativo es porque la sirena de aquella industria era “casi el reloj” de las gentes del pueblo y del campo, ya que su fuerte sonido llegaba a percibirse hasta a varios kilómetros de distancia. A las seis, ocho, y doce de la mañana; y a las dos y seis de la tarde, se hacía oír. Aunque la industria desapareció y sus almacenes y viviendas están actualmente en ruinas, sigue en pie su chimenea de estilo cilíndrico. Y bien visibles en ella, al estar hechas con ladrillo de otro color más oscuro, las iniciales de la persona que ordenó su construcción y el año en que se hizo.
Me voy a referir hoy a las altas chimeneas de obra, bien de ladrillo visto o piedra, que han existido y todavía quedan en nuestra ciudad.
He de hacer una observación: Y es que todas las industrias que mencionaré han pasado por diversas vicisitudes, y que por tanto han podido variar sus nombres o razones comerciales durante su existencia.
Una de las chimeneas de este tipo que más recordamos los villenenses que sobrepasamos el medio siglo es la de “la fábrica del piñuelo”. Su recuerdo más significativo es porque la sirena de aquella industria era “casi el reloj” de las gentes del pueblo y del campo, ya que su fuerte sonido llegaba a percibirse hasta a varios kilómetros de distancia. A las seis, ocho, y doce de la mañana; y a las dos y seis de la tarde, se hacía oír. Aunque la industria desapareció y sus almacenes y viviendas están actualmente en ruinas, sigue en pie su chimenea de estilo cilíndrico. Y bien visibles en ella, al estar hechas con ladrillo de otro color más oscuro, las iniciales de la persona que ordenó su construcción y el año en que se hizo.
VISTA DE VILLENA AÑOS 70.
Fue un señor francés el promotor y único propietario, en principio, de la industria que dedicó a la extracción de aceites de orujo de olivo. Se llamaba Gustavo Jouve, cuyas iniciales son las que aparecen en la chimenea, así como el año en que se construyó, 1898 (G.J. 1898). Posteriormente pasó a la sociedad mercantil "Aceitera de levante, S.A." en la cual D. José Rocher Tallada (persona conocidísima en Villena) ostentaba el cargo de Consejero Delegado.
Aunque desaparecida ya la industria para la que fue levantada, dedicada a la fabricación y rectificación de alcoholes, existe aún la que en la Avenida de Alicante se alzó, de estilo salomónico, el año 1926, para la Cooperativa Vínico-Alcoholera Villenense, entidad que pertenecía al Sindicato Católico Agrario en aquel entonces.
En la nave industrial donde se halla instalada la fábrica de licores y aguardientes que fue de D. Ricardo Menor Hernández, y que ahora continúan sus descendientes familiares también hay una chimenea de unos doce metros de altura. Es su base cuadrada aunque la parte superior sea de forma cilíndrica; está construida dentro de la nave que estaba destinada a laboratorio, motivo por el que se puede ver parte de ella sobre el tejado de la edificación.
2009 FÁBRICA DE AGUARDIANTES RICARDO MENOR
Otra chimenea, ésta menos alta que las descritas anteriormente, de ladrillo y de forma cuadrada, se alza en la calle Ferriz en lo que fuera una fábrica de alcohol y que se conocía como la de Paco Hernández. Varias empresas han utilizado este local para distintos usos y servicios, ocupándolo en fa actualidad una dedicada a la fabricación del calzado.
CALLE FERRIZ. AÑOS 70
Para la extracción de aguas procedentes de lluvias y acequias, sacadas por medio de cangilones desde el pozo que las recogía, y para el riego de su extensa finca, existía un motor accionado por leña en la “Casa el Padre”, próxima a la carretera de Caudete. Para la salida de gases de dicho motor había, y todavía permanece en pie, una chimenea octogonal de no excesiva altura.
En la carretera de Biar, en lo que hace años eran las afueras de la ciudad, se ubicaba una importante fábrica de tejas y ladrillos de la que solo queda, posiblemente en trance de desaparición, la alta chimenea también de tipo octogonal. Los hornos, almacenes, y otras dependencias son ya ruinas sobre un solar de grandes dimensiones, ignorándose la suerte que habrá de correr lo que todavía se conserva en pie. Perteneció a la empresa de D. Antonio Poveda Alcaraz, aunque posteriormente su razón social pasó a ser la misma pero con el antenombre de “Hijos de”. Su nombre comercial era el de “Cerámica La Primavera”, más conocida como la "del “Girulo”, apodo este que en el pueblo tenían sus dueños y que hoy todavía sigue en sus descendientes.
La más recientemente levantada pertenece al año 1964. Fue D. Bernardo García-Forte, propietario de la firma comercial que lleva su apellido, quien la hizo edificar para su industria dedicado a la fabricación de bloques de hormigón y tuberías, así como de otros materiales para la construcción. Su forma es cilíndrica, y actualmente es la única que se halla en funcionamiento de todas las que hubo y quedan en Villena. Está cerca de la carretera de Alicante.
No tuvieron la misma suerte de mantenerse en pie y fueron objeto de derribo por las décadas de los años 50 y 60, las que en la calle de la Virgen una, frente a la estación de ferrocarril otra, eran propiedad de las firmas 'Amorós y Menor, S.L. y de D. Salvador Amorós, respectivamente. Aún queda de esta última la fachada en la que en mosaico, sobre lo que era su puerta principal, figura la siguiente inscripción: "SALVADOR AMOROS – Exportador de vinos - Villena”. Digamos también que en los solares que ocuparon estas dos últimas empresas, se construyeron bloques de viviendas una vez demolidas sus chimeneas.
GUARIDA DE LOS PIRATAS.
DESAPARECIDA A FINALES DE LOS 70.
He querido dejar constancia con todo lo relacionado, de un tipo de edificaciones que, al igual que dos de ellas lo han sido ya, podrían ser derruidas en cualquier momento, puesto que la misión paro la que fueron levantadas unas, y por muy variadas circunstancias otras, han terminado. Es posible que alguien indagando más que yo lo he hecho, pueda incorporar nuevos y más detallados y explícitos datos que servirían para engrosar la historia de las cosas de Villena.
Si lo que fue parte importante en la vida de la ciudad durante nuestra niñez queremos que permanezca en el recuerdo, así habrá de ser.
FRANCISCO NAVARRO POVEDA
REVISTA VILLENA 1989
Fotos actuales.... Archivo Villena Cuéntame
REVISTA VILLENA 1989
Fotos actuales.... Archivo Villena Cuéntame
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