PINTANDO CON LUZ HISTORIAS DEL JAZZ
Redondas.
Negras.
Blancas.
Al son, ritmo ácido y de platillo, percusión nerviosa, saxos broncos, trompetas embozadas, contrabajos... La voz rugosa.
Negro.
Blanco.
Blanco y negro.
Textura y grano.
Claves en clave de fotografía de José Manuel Ruiz.
Música de tonos grises.
Fotogramas de imágenes sónicas.
Así orquesta el fotógrafo.
Así el músico se pinta en la luz.
Como con pentagramas (a veces) de cinco líneas para músico, José Manuel maneja en la atmósfera luces estridentes y acomodado en la rutina sónica invade el lienzo, como el jazz, el blues, Ragtime, bebop, Cool... los reflejaran las fotografías en sus tiempos. Nos falta el humo, el vaho humano y el trago duro.
¡Qué tiempos!
Luz enérgica y radioactiva, que hace hervir circuitos llenos de datos intentando capturar los tiempos, los espacios y las formas de toda una actividad frenética del Club de Jazz de las mil pesetas de nuestra ciudad, en clave monocromática de los últimos cuatro años.
Hace mucho tiempo, allá por el 17 del XX que la Original Dixieland Jass Bandi, quedara congelada en una fotografía para los anales de historia del Jazz en Nueva Orleans y su música, grabada para la eternidad con olor a baquelita, después a vinilo y que como fuera de rigor en aquella época, no nos llegara malogradamente la información de su fotógrafo. Fotógrafos que fueron saltando con los ritmos gráficos del blanco y negro, con el grano de la película, el ranciar del papel como a la partitura, y que en el tiempo los abocó al anonimato más absoluto. No muchos de ellos tuvieron mejores glorias por el reconocimiento a su trabajo como fuera el caso de Dennis Stockii que realizara cubiertas de discos de jazz de Chet Baker, Charlie Parker, Duke Ellington, Dizzy Gillespie o Billie Holiday; William Claxtoniii, Herman Leonardiv considerado como el mejor fotógrafo de Jazz de la historia, transcendieron en el tiempo. Destacar en nuestro país la obra de Anna Turbauv con su publicación en 1975 de “Jazz para cinco instrumentos” y de Esther Cidonchavi con su magnifica Web.
El conjunto de la obra que se nos presenta en esta muestra se desarrolla con ritmos rápidos pero frenados por la habilidad captora del fotógrafo, detiene éste una imagen limpia y dinámica de sus protagonistas congelados por el robo al tempo frenético de los ritmos musicales.
Flirtea en la proximidad con la pregnancia humana del músico atrapando y compartiendo de él la esencia de una comunicación casi imposible en los espacios escénicos majestuosos. Focales cortas y habilidad en el copiado nos muestra una colección de 45 fotografías con facturación sobresaliente.
En estas salas lounge se torna caprichosa la luz.
Puntuosa y selectiva en el desorden, se planta a la acción del fotógrafo y no menos a la sensibilidad de su captura, por ello se crea un juego entre el bien y el mal, como el 0 y el 1, o el amor y el odio.
Controlados magistralmente estos frentes de energía, música y fotografía entran en un juego de amor gracias a la factura del fotógrafo que hoy presentamos, que en clave de Reportaje, su obra transciende para el tiempo con excelentes señas de Fotografía Documental de nuestro Club de Jazz de Villena.
Jesús Tarruella
Profesor de Teoría y Práctica de la fotografía. Escuela de Arte y Superior de Diseño de Alcoy.
iii Jazz Covers, Joaquim Paulo y Julius Wiedemann, Editorial Taschen (2012), ISBN: 978-3-8365-2407-0 Jazzlife, William Claxton y Joachim E. Berendt, Editorial Taschen (2010), ISBN: 978-3-8365-2316-5
Jazz Para Cinco Instrumentos. Fotografías De Anna Turbau. Papo, Alfredo, Editorial: Nuria Feliu, Barcelona, 1975
Sirvan estas notas y letras musicales para homenajear al Club de Jazz de la mil pesetas en este año 2016 galardonado con la Arracada de Oro de Villena.
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