Hoy, 27 de noviembre de 2016 cierra sus puertas Quitapesares bar para volver a abrir otras más amplias en breve. La necesidad del traslado la ha creado la gente que ha hecho crecer este pequeño pero entrañable lugar. Seguro que cada una de las personas que, de una u otra manera, estamos ligadas a este recogido santuario, hemos vivido los cuatro años transcurridos de forma diferente.
Para mí ha sido una extensión de la puerta de mi casa, un verdadero hogar porque entre sus cuatro mínimas paredes he combatido la aplastante soledad, he enjugado mis lágrimas en algún hombro que me ofrecía apoyo, he conocido a nuevas amistades con las que me siento amiga de toda la vida, he visto llorar a mi padre de emoción ante el nombre tan familiar para nosotros: Quitapesares es palabra que evoca infancia, juventud, familia, trabajo… presente con intensidad en la familia Gandía.
Pero también este lugar “azul quitapesares” dio cobijo al principio ilusionante y al triste y lamentable final de una maravillosa historia de amor que nos hizo compartir momentos inolvidables gracias al amor por la vida y por la música que emana este bar y que Luís llenó con los acordes de “La Juanita”, la mágica guitarra, rememorando el rock español de los 80, Fito o Sabina. ¡Cuántas noches de música y sonrisas! Hoy sigue aquí con nosotros y se desplazará, seguro a la calle Empedrá.
Es muy fácil hoy llenar los ojos de lágrimas, pero a la vez es día de felicitaciones. Yo felicito especialmente a Laura y Miche que han conseguido hacer de un anónimo bar de barrio, un lugar de rica comida, buenos momentos, conversaciones interminables, arte en las paredes y música en el aire.
Pero Quitapesares bar tiene un espíritu y ese saldrá esta noche, antes de que Miche eche el candado, enfilará hacia la Avda. Constitución y en unos cuantos días hará el trayecto hasta la Puerta Almansa desde la que se dirigirá, siguiendo la esbeltez de la Torre de Santiago, hacia la calle Empedrada 6. Allí lo volveremos a encontrar y nos volveremos a encontrar nosotros y nosotras.
Paqui Gandía Hernández
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