1967 VILLENA Y LOS SALESIANOS
La Historia dilatada de nuestra Ciudad se enriquece en el año de 1917 con un acontecimiento de singular importancia: la llegada de los Hijos de Don Bosco. Vamos a recordar ahora en este Cincuentenario, y aunque sea brevemente, hechos y acontecimientos que merecen destacarse, y como homenaje de cumplida gratitud para todos aquéllos que con su trabajo, su abnegación, su sacrificio y su esfuerzo, nos han dado a través de este período de tiempo, un Colegio del que todos nos sentimos orgullosos.
La Historia dilatada de nuestra Ciudad se enriquece en el año de 1917 con un acontecimiento de singular importancia: la llegada de los Hijos de Don Bosco. Vamos a recordar ahora en este Cincuentenario, y aunque sea brevemente, hechos y acontecimientos que merecen destacarse, y como homenaje de cumplida gratitud para todos aquéllos que con su trabajo, su abnegación, su sacrificio y su esfuerzo, nos han dado a través de este período de tiempo, un Colegio del que todos nos sentimos orgullosos.
Es don Manuel Nadal, por aquel entonces Párroco de Santa María, el que concibe la idea de que sea la Congregación Salesiana la que ha de dirigir el Colegio que se está levantando. Y para ultimar los detalles se pone en contacto con don Marcelino Olaechea -que años más tarde sería nombrado Arzobispo de Valencia- y con don Recaredo de los Ríos.
Las conversaciones tienen un resultado feliz y los primeros Salesianos que llegan a nuestra Ciudad son don Eduardo Gutiérrez, primer Director del Colegio, junto a don Ramón Cambó y don Luis Cutillas, fundadores en un esfuerzo conjunto de los gimnastas y de la Banda de Música, compuesta esta última por 22 alumnos. Y son Yecla y La Encina las primeras poblaciones donde estos colegiales, con notable éxito, ofrecen las primicias de sus actuaciones.
El Colegio alcanza pronto un nivel educativo envidiable, más que por sus medios económicos, que son escasos (buena prueba de ello es que la primera silla en que se sienta el Director la ofrece el dueño de la Posada Nueva, don Andrés Pardo), por la fe que aquellos primeros Salesianos tienen en su destino.A través de esos primeros años la marcha del Colegio es ascendente, hasta que la situación política del año 1931 hace que se inicie una decadencia triste, que desemboca en el año 1936, en que, al estallar nuestra guerra civil, los Salesianos tienen que abandonar su Casa.
Las conversaciones tienen un resultado feliz y los primeros Salesianos que llegan a nuestra Ciudad son don Eduardo Gutiérrez, primer Director del Colegio, junto a don Ramón Cambó y don Luis Cutillas, fundadores en un esfuerzo conjunto de los gimnastas y de la Banda de Música, compuesta esta última por 22 alumnos. Y son Yecla y La Encina las primeras poblaciones donde estos colegiales, con notable éxito, ofrecen las primicias de sus actuaciones.
El Colegio alcanza pronto un nivel educativo envidiable, más que por sus medios económicos, que son escasos (buena prueba de ello es que la primera silla en que se sienta el Director la ofrece el dueño de la Posada Nueva, don Andrés Pardo), por la fe que aquellos primeros Salesianos tienen en su destino.A través de esos primeros años la marcha del Colegio es ascendente, hasta que la situación política del año 1931 hace que se inicie una decadencia triste, que desemboca en el año 1936, en que, al estallar nuestra guerra civil, los Salesianos tienen que abandonar su Casa.
Tras ese período de tres años que dura la contienda, retornan llenos de ilusiones, con don José María González Arrese como Director. Y entonces asistimos, por un largo período de tiempo, a una etapa lánguida, sin fuerzas, en que los Salesianos no solamente carecen de lo que es digno, sino que en muchas ocasiones les falta incluso lo necesario. Sólo su amor a Villena, a su juventud, sostenidos en su esfuerzo por la Virgen Auxiliadora, hacen el milagro de que continúen en nuestro pueblo, a pesar de que en más de una ocasión, están a punto de marchar a otros lugares que los reclaman con urgencia, y que les ofrecen para su trabajo una situación económica y una vida sin estrecheces ni penurias.
Pero esa larga espera tiene al fin su premio. Con don José Sánchez Romero, que llega a nuestro pueblo en una tarde del mes de septiembre de 1957, se inicia la tan deseada recuperación.
Hay dos factores decisivos que aceleran la construcción del nuevo edificio destinado a Internado y nuevas aulas. Por una parte, la competente dirección, el esfuerzo continuo del nuevo Director, y por otra, la ayuda de Autoridades y pueblo en general, que comprenden el momento decisivo que estamos viviendo; y sobre todo la tutela y protección de María Auxiliadora, que bendice largamente todos los trabajos que se realizan.
Hoy, continuando en una línea acertada de renovación, nuestro Colegio es una feliz realidad. Reconocimiento del bachiller elemental, gabinetes de física y química, restauración de las fachadas interiores y exteriores, iniciación del nuevo teatro, etcétera. Todo ello prestigia a Villena y su comarca, que son los beneficiarios directos de este Centro moderno de cultura y progreso. Pero además, y esto es muy importante, junto a la renovación de piedras, ha ido paralelamente la de las ideas, la de los métodos educativos, la del diálogo con una juventud a la que hay que escuchar y comprender, para saber orientarla mejor.
Pero esa larga espera tiene al fin su premio. Con don José Sánchez Romero, que llega a nuestro pueblo en una tarde del mes de septiembre de 1957, se inicia la tan deseada recuperación.
Hay dos factores decisivos que aceleran la construcción del nuevo edificio destinado a Internado y nuevas aulas. Por una parte, la competente dirección, el esfuerzo continuo del nuevo Director, y por otra, la ayuda de Autoridades y pueblo en general, que comprenden el momento decisivo que estamos viviendo; y sobre todo la tutela y protección de María Auxiliadora, que bendice largamente todos los trabajos que se realizan.
Hoy, continuando en una línea acertada de renovación, nuestro Colegio es una feliz realidad. Reconocimiento del bachiller elemental, gabinetes de física y química, restauración de las fachadas interiores y exteriores, iniciación del nuevo teatro, etcétera. Todo ello prestigia a Villena y su comarca, que son los beneficiarios directos de este Centro moderno de cultura y progreso. Pero además, y esto es muy importante, junto a la renovación de piedras, ha ido paralelamente la de las ideas, la de los métodos educativos, la del diálogo con una juventud a la que hay que escuchar y comprender, para saber orientarla mejor.
Y como digno broche a cincuenta años de trabajo incesante, en que los resultados son una Villena Salesiana por los cuatro costados, estamos asistiendo a unos actos conmemorativos del Cincuentenario que por sí solos hablan de la eficacia y progreso de nuestro Colegio.
Conferencias patrocinadas en colaboración con el Departamento de Cultura del M.I. Ayuntamiento; IV Festival Nacional de la Canción Blanca celebrado el 20 de Mayo en el Teatro Chapí.
Competiciones deportivas de fútbol, tenis de mesa, frontón etc., con una organización perfecta.
Fiesta de la Unión, prestigiada por la presencia del Excmo. Señor Arzobispo don Marcelino Olaechea.
Y el 27 de Mayo, un magno Festival Gimnástico en los patios del Colegio, en el que tomaron parte todos los alumnos, y que causó la admiración entre el numeroso público asistente.
Al cerrarse en el próximo mes de Noviembre estos cincuenta años de labor positiva al servicio de la juventud, como villenense y como Antiguo Alumno, felicito sinceramente a la Congregación Salesiana, y al maestro, por ser colaborador con la familia en la formación de un nuevo ser, se le debe respeto, amor y gratitud, vaya también nuestro reconocido agradecimiento para todos aquéllos que, sin ser salesianos, trabajaron y trabajan junto a ellos, con espíritu abnegado, en tan sublime misión.
VIPE - Fotos… SOLI
Extraído de la Revista Villena 1967
Conferencias patrocinadas en colaboración con el Departamento de Cultura del M.I. Ayuntamiento; IV Festival Nacional de la Canción Blanca celebrado el 20 de Mayo en el Teatro Chapí.
Competiciones deportivas de fútbol, tenis de mesa, frontón etc., con una organización perfecta.
Fiesta de la Unión, prestigiada por la presencia del Excmo. Señor Arzobispo don Marcelino Olaechea.
Y el 27 de Mayo, un magno Festival Gimnástico en los patios del Colegio, en el que tomaron parte todos los alumnos, y que causó la admiración entre el numeroso público asistente.
Al cerrarse en el próximo mes de Noviembre estos cincuenta años de labor positiva al servicio de la juventud, como villenense y como Antiguo Alumno, felicito sinceramente a la Congregación Salesiana, y al maestro, por ser colaborador con la familia en la formación de un nuevo ser, se le debe respeto, amor y gratitud, vaya también nuestro reconocido agradecimiento para todos aquéllos que, sin ser salesianos, trabajaron y trabajan junto a ellos, con espíritu abnegado, en tan sublime misión.
VIPE - Fotos… SOLI
Extraído de la Revista Villena 1967
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