Medalla de Oro a la Congregación Salesiana de Villena
Antes de la entrega de la primera Medalla de Oro de la Ciudad al Jefe del Estado, se solicitó la concesión de la segunda. Se cumplían en 1966 los cincuenta años de la estancia de los Salesianos en nuestra ciudad, y una activa «Comisión Pro Cincuentenario de la Obra Salesiana en Villena» solicitó del Ayuntamiento que «en atención a la labor educativa y religiosa de formación cívica y ciudadana desarrollada por los miembros de la Congregación Salesiana durante medio siglo en la ciudad de Villena» se otorgara la Medalla de Oro de la Ciudad a esta. Congregación. La solicitud se debatió en la sesión ordinaria del Ayuntamiento el 24 de noviembre de 1966, y fue aprobada por unanimidad de los concejales asistentes. A la petición se acompañaban «nueve documentos en los que manifiestan distintas entidades y asociaciones que funcionan legalmente en esta población su asenso a la petición antes relatada».
1967 Teatro Chapí. D. Pascasio Arenas imponiendo la medalla de Oro de la Ciudad al salesiano reverendo señor don Modesto Bellido, desplazado expresamente desde Turín.
Antes de la entrega de la primera Medalla de Oro de la Ciudad al Jefe del Estado, se solicitó la concesión de la segunda. Se cumplían en 1966 los cincuenta años de la estancia de los Salesianos en nuestra ciudad, y una activa «Comisión Pro Cincuentenario de la Obra Salesiana en Villena» solicitó del Ayuntamiento que «en atención a la labor educativa y religiosa de formación cívica y ciudadana desarrollada por los miembros de la Congregación Salesiana durante medio siglo en la ciudad de Villena» se otorgara la Medalla de Oro de la Ciudad a esta. Congregación. La solicitud se debatió en la sesión ordinaria del Ayuntamiento el 24 de noviembre de 1966, y fue aprobada por unanimidad de los concejales asistentes. A la petición se acompañaban «nueve documentos en los que manifiestan distintas entidades y asociaciones que funcionan legalmente en esta población su asenso a la petición antes relatada».
1967 Teatro Chapí. D. Pascasio Arenas imponiendo la medalla de Oro de la Ciudad al salesiano reverendo señor don Modesto Bellido, desplazado expresamente desde Turín.
El Ayuntamiento lo presidía en estas fechas el alcalde, Pascasio Arenas López, y figuraban como concejales Bernardo Hernández Hernández, Enrique Hernández García, Vicente Valiente Jiménez, Alfonso Arenas García, Faustino Alonso Gotor, Ernesto Pardo Pastor, José Ibáñez Serrano, Rogelio Amorós Céspedes, Ramón Sarrió Morales, Vicente Rodes Gallur, Rafael Bonastre Menor, Francisco Guillén Domene, José Abellán García y Antonio Menor Valiente.
Se nombró al Teniente de Alcalde Rafael Bonastre Menor como juez Instructor del expediente que debía abrirse para la concesión. Y el Secretario del Ayuntamiento dijo, según consta en el acta, que se tuviera en cuenta que la primera Medalla se había concedido al jefe del Estado, y se estaba en espera de que se fijara fecha para realizar la entrega. En realidad,si hemos de hacer caso de la literalidad del acuerdo a que se refería el secretario municipal, lo que se había acordado meses antes era «recabar del Ministerio de la Gobernación... la pertinente autorización para otorgar...».
El edil Rafael Bonastre usó de un dilatado plazo para instruir el expediente: exactamente, once meses, pues el 24 de octubre de 1967 propone Bonastre la concesión según se desprende del acta que lleva la fecha anteriormente citada. Y se dispone en ella, de acuerdo con las normas que regulan la concesión de honores, la exposición al público del expediente durante los reglamentarios quince días, para que quien lo desee pueda examinarlo y, si procede, presentar las reclamaciones u objeciones oportunas.
Que no las hubo, según se desprende del acta de 17 de noviembre. En ella, con las ausencias de Bernardo Hernández Hernández, Faustino Alonso Gotor y Vicente Valiente Jiménez, se acuerda lo siguiente:
«Conceder la segunda Medalla a la Congregación Salesiana radicada en la misma, -se refiere a la ciudad- en la persona de su actual director D. Angel del Barrio Orte, en razón a los méritos contraídos por dicha Comunidad religiosa para con Villena, mediante el ejercicio durante cincuenta años de una ejemplar labor de carácter docente y de formación de la juventud, hechos que se acreditan en el expediente que a tales efectos se tiene instruido en este Ayuntamiento, y cuya incoación fue ordenada por acuerdo plenario adoptado en sesión de 24 de noviembre de 1966».
«Conceder la segunda Medalla a la Congregación Salesiana radicada en la misma, -se refiere a la ciudad- en la persona de su actual director D. Angel del Barrio Orte, en razón a los méritos contraídos por dicha Comunidad religiosa para con Villena, mediante el ejercicio durante cincuenta años de una ejemplar labor de carácter docente y de formación de la juventud, hechos que se acreditan en el expediente que a tales efectos se tiene instruido en este Ayuntamiento, y cuya incoación fue ordenada por acuerdo plenario adoptado en sesión de 24 de noviembre de 1966».
No obstante que se facultaba al alcalde de la población, D. Pascasio Arenas, para que fijara día y hora en que se debía efectuar la entrega en el Salón de Sesiones de la Casa Consistorial, el acto tuvo lugar en el Teatro Chapí dos días después, el 19 de noviembre, con asistencia de personalidades religiosas y civiles nacionales y provinciales. El alcalde impuso la Medalla de Oro de Villena al Salesiano D. Modesto Bellido, desplazado expresamente desde Turín para los actos del cincuentenario.
Los Salesianos habían llegado a Villena en 1917, tras la construcción de un Colegio por iniciativa del sacerdote Francisco Azorín Bautista, «el párroco Azorín», que formaba parte de la junta Local de Primera Enseñanza, y con la ayuda de varias personas. Azorín ofreció este colegio a los Salesianos, y al parecer, ya había manifestado su intención de que vinieran éstos a Villena muchos años antes, en una visita de D. Bosco a Barcelona a finales del siglo XIX, en la que el sacerdote se cree que expuso este deseo al fundador de la Congregación Salesiana.
Aunque no hay de esta propuesta una confirmación rigurosa, sí es cierto el deseo del párroco Azorín de que fueran los Salesianos quienes se hicieran cargo del colegio. Y así sucedió en el año citado. Las enseñanzas específicas fueron complementadas por los Salesianos con un amplio programa de actividades de diverso orden dedicadas a los alumnos, como fueron, entre otras diversas, las deportivas y las representaciones teatrales y cinematográficas. Hasta una banda de música fundaron en el Colegio pocos años después de su llegada. Los Salesianos han tenido, desde entonces, una gran proyección en la vida social de la población villenense y han establecido fuertes vínculos con la sociedad local.
La Asociación de María Auxiliadora y la de Antiguos Alumnos, han establecido una actividad notable tanto dentro de los muros del Colegio como fuera de ellos. Hoy siguen los Salesianos en Villena dedicados a la enseñanza, tras diversas vicisitudes: las dificultades del periodo de la República, el cierre del Colegio con motivo de la guerra civil, las penurias de los años de la posguerra... Incluso se llegó a establecer un internado para los alumnos de poblaciones cercanas y se establecieron los estudios de bachillerato que lentamente fueron decayendo al instalarse en la ciudad un Instituto oficial de Enseñanza Media. Todo ello, sin embargo, no ha debilitado el cometido que efectúa ni arredrado a la Orden, que continúa desarrollando su labor docente en la Ciudad.
De Villena y los villeneros (2002) Alfredo Rojas y Vicente Prats
1919 Alumnos junto a la imagen de María Auxiliadora.
Interior de la Iglesia de María Auxiliadora.
Celebración del 75 aniversario.
Texto extraído del libro... De Villena y los villeneros (2002) Alfredo Rojas y Vicente Prats
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