14 oct 2024

2005 HOMENAJE A ALFREDO ROJAS

IN MEMORIAM
Un merecido adiós a un Hijo Predilecto de Villena
ALFREDO ROJAS NAVARRO
Conviene que en este preciso momento recordemos a los clásicos cuando escribían de que “… lo mejor que le puede pasar a un hombre es que se pronuncie su nombre, una vez se haya puesto el sol”
La Junta Central de Fiestas de Moros y Cristianos de Villena, cree firmemente que el mayor reconocimiento que se le puede hacer a la persona de Alfredo Rojas Navarro, es que sea el cuerpo social ciudadano el que hable, opine y escriba sobre la figura de tan ilustre villenero. Por tanto y como la ocasión lo merece, la Junta Central ha emitido todo un Especial dedicado a la figura de Alfredo Rojas Navarro, con una gran variedad de artículos. Las numerosas y diversas apreciaciones particulares, opiniones y valoraciones de nuestros colaboradores, contribuirán al enriquecimiento del conocimiento que todos atesoramos de Alfredo Rojas Navarro.
Es un justo reconocimiento humano al que fuera uno de los pilares culturales y festeros de Villena y provincia, durante más de cincuenta años.
El Especial de Alfredo Rojas Navarro, es parte del Especial “Día 4 Que Fuera” 2005 aunque, diferencia del mismo, su realización se la debemos al gran trabajo llevado a cabo por Alan Brotons Hernández, Cronista de la Junta Central de Fiestas.
JOSÉ VICENTE ARNEDO LÁZARO
Coordinador del “Día 4 Que Fuera”
Aprecio a Alfredo
Una dedicatoria, unos versos, unas referencias y dos artículos
Por Mateo Marco Amorós

No tengo miedo a los homenajes. Les tengo pánico. No porque uno sea mentiroso con lo que loa en ellos, sino porque a veces tanto bueno se dice que el público cree imposible tanta virtud en el obsequiado. Así y a veces, al público, le nace un escudo de reservas que pone en cuarentena o en duda la plena veracidad de lo que escucha o lee.
Contra toda reserva y para redundar en nuestro aprecio a Alfredo Rojas Navarro, recordamos algunas opiniones sobre su persona. Públicas, las que aquí traemos, luego están las que presentamos en carta particular o de viva voz en más de alguna ocasión, pero queden éstas para el ámbito de lo privado.
Me salto el orden cronológico en la exposición de las opiniones que hicimos públicamente porque urge una aclaración primera contra maledicencias.

Una dedicatoria 
El 23 de diciembre de 2004 presentamos nuestro libro "Álbum de cromos. Prostitución en Villena, 1906-1931". El libro, ilustrado por Isabel Aparicio Ibáñez, está dedicado a Alfredo Rojas. Algún malpensado quiso ver oportunismo comercial en dicha dedicatoria. Es mentira. Desde el primer borrador, el libro estaba dedicado a Alfredo Rojas. Desde que empecé a redactar la primera línea, en las navidades de 2003, pensé que el mejor agradecimiento que podía hacer a todo lo que Alfredo me ha dado era dedicarle una obra que por su contenido y tratamiento le podría interesar y, sobre todo, ser de su agrado. Y el trabajo le gustó. Así me lo manifestó cuando conoció el original.
La familia y amigos de Alfredo bien saben que mi mayor ilusión hubiera sido entregarle el primer ejemplar que salió de la imprenta. El día 13 de diciembre de 2004 le llamé por teléfono para informarle de que el libro estaba en imprenta y que se presentaba el día 23. Le llamé para decirle que quería que fuera. Alfredo estaba enfermo y se despidió con un "ojalá pueda estar" –o algo así– que me sonó quebrado. Alfredo moría el sábado 18. El funeral fue el 19. Y el 20 su entierro. Cuando nos planteamos la posibilidad de suspender la presentación del libro creímos que no cabía mejor homenaje a Alfredo que presentarlo. Y mucho más por estar dedicado a él.
En la misma presentación lo dijimos: A Alfredo le debemos mucho. Yo quise empezar a pagarle todo lo que le debo dedicándole ese libro. Y pienso que la mejor manera de seguir pagando la deuda contraída con Alfredo es hacer –o intentar hacer– lo que él hizo: Estar siempre para los demás. Y cultivar una escritura, en el contenido y en la forma, exigente.
Ojalá tengamos, para ello, la lucidez que él tenía.
No sería justo olvidar que aquel día de la presentación también hicimos mención a otras personas, además de Alfredo Rojas, que para nuestros quehaceres científicos han sido y son fundamentales: Antonio Cuéllar Caturla, José María Soler García y César López Hurtado.

Unos versos 
Cuando Alfredo Rojas fue nombrado en 1996 Hijo Predilecto de Villena, Vicente Prats nos pidió colaboración para lo que iba a ser un libro de regalo donde aparecieran manuscritos de diversas personas, manuscritos dedicados a Alfredo. Para ello escribí un poema cuyos versos querían glosar aquello que siempre ha representado para mí Alfredo: Paciencia, amistad, constancia, tolerancia, sagacidad lectora –Alfredo fue un lector magistral–, escritura pulcra y guardián de las palabras del pueblo.
Aquí cabe manifestar una preocupación que ya he referido a algunos amigos desde la pérdida de Alfredo. ¿Quién toma el testigo del escribir en villenero con la precisión que Alfredo ponía?... Aún nos queda Eustaquio Cabanes pero Alfredo sabía –y Eustaquio sabe– que no es fácil mantener la pureza de un habla que se pierde. No es fácil porque lo fácil es pasar de lo popular a lo populachero. Y no es lo mismo. No es lo mismo escribir en villenero que creer escribir en villenero. Ahí hay un reto que quien lo coja con ciencia hará un homenaje grande a Alfredo. A Alfredo y a Villena.

Unas referencias 
Aparte del poema y del porqué de la dedicatoria del libro, hay una ocasión en la que aludimos públicamente a Alfredo para defender su saber en el ámbito de la Fiesta. Fue cuando reseñamos la edición facsimilar de las comedias de Gabaldón (Revista del Vinalopó, 4, 2001. Anales de Historia Contemporánea, 18, Universidad de Murcia, 2002). La introducción a esta edición (Gabaldón, R.: Comedias, Universidad de Murcia y Real Academia Alfonso X El Sabio, Murcia, 2001) la firmaron al alimón Alfredo Rojas y Juan B. Vilar. Entonces, en aquella reseña destacamos el acierto del catedrático Vilar al elegir como conmilitón del trabajo introductorio a Alfredo Rojas. No puedo obviar que un párrafo de esta reseña nos costó algún disgusto por criticar a festerólogos a la violeta, pero si hoy lo tuviera que escribir escribiría lo mismo. Entonces escribimos más o menos que, en lo que respecta a la Fiesta de Moros y Cristianos, Alfredo era autoridad y que una edición como la que comentábamos exigía de la colaboración de una voz sabedora del entramado y origen de la Fiesta de Moros y Cristianos: la voz sensata y sabia de Alfredo. Luego seguía, como justificación a lo dicho, el párrafo de marras donde insistíamos que en el ámbito de la Fiesta hacían falta publicaciones serias, como la que tratábamos, que nos alejaran del cenagal elucubrador que veía instalado en ciertas investigaciones festeras.
Otra referencia agradecida que tuvimos para Alfredo fue en septiembre de 2004. El catedrático de la Universidad de Alicante Jorge Olcina Cantos me pidió codirigir un curso en Torrevieja. Aparte de las tareas organizativas, se me encomendó una ponencia donde traté sobre la importancia de conocer, para la integración social, la geografía y la historia del territorio más próximo. Entonces aludimos en nuestra conferencia a Alfredo Rojas recordando el valor que para él tenía el ejercicio del magisterio. Alfredo apreciaba tres profesiones: la de agricultor, la de médico y la de maestro. O mejor, tres actividades: la de proveer alimento, la de curar y la de enseñar. Es verdad que respecto al magisterio solía apostillar "maestro de los de antes", entendiendo "como los de antes" a aquellos maestros que, entre otras virtudes y saberes, conocían bien las cosas del pueblo, ejerciendo de verdaderos guardianes y veladores y trasmisores, por generaciones, de las cosas de la Patria Chica.
Cuando doy clase me acuerdo mucho de Alfredo y quisiera que me viera como maestro "de los de antes". Y, acordándome de Alfredo, aún me esfuerzo en ese afán.

Dos artículos 
Tras la muerte de Alfredo le dedicamos dos artículos. Uno fue para INFORMACIÓN (21.12.2004). Isidro Hernández, la misma tarde del funeral nos pidió una colaboración para el periódico alicantino. Así escribimos "Querida provincia". Aquí quisimos trasladar a toda la provincia el dolor de Villena por la muerte de Alfredo. Que todo alicantino supiera por qué Villena estaba triste. Y Villena estaba triste porque perdiendo a Alfredo, Villena perdía mucho. Hombre bueno, amigo de amigos, hijo-ciudadano ejemplar, dignidad, honradez, disposición a todos, inteligencia, sensatez, gusto y amor por la cultura, maestro, ciudadano célebre, universo de la bondad... fueron referencias que usamos para retratar a Alfredo a fin de que la provincia entendiera nuestra congoja.
El otro artículo, "Se acabó el papel", lo colgamos en VILLENA.NET (24.12.2004). En nuestra sección semanal "Desde la Ocarasa". Aquí recordábamos cómo cultivaba la amistad el amigo Alfredo, felicitándonos puntualmente por nuestro santo y cumpleaños. Aquí aludíamos al amor, a la amistad, al consejo, al buen hacer, a la bondad y a la sabiduría, al compromiso. Todo para honrar, otra vez, a Alfredo.
Terminábamos este escrito comprometiéndonos a subir a Salvatierra para respirar el aire de todos los valles nuestros por donde de seguro el alma sabia de Alfredo revolotea. No se hizo esperar el cumplimiento de dicho compromiso. La tarde de la Nochebuena de 2004 subí con los míos a la Sierra, hasta las ruinas del viejo castillo. Y sentí, siendo el ocaso, que la luz de Alfredo, que es mucha luz de honor para Villena, no se puede apagar.
Fuente... Día 4 que fuera. 2005

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