REALIDADES Y PERSPECTIVAS DE UNA OBRA QUE HONRA A VILLENA
Septiembre. Villena se viste de fiesta, Villena se dispone con alborozo a mostrar sus mejores galas en esas fiestas que tienen tanto de entrañable, de íntimo, de familiar...
Son fechas en que la «gran familia de Villena» se siente particularmente unida. Y el centro de unión, la Madre, María de las Virtudes, la Morenica para llamarla con ese término tan castizo.
Y en este ambiente resulta oportuno recordar metas conseguidas para dar lugar a una alegría espontánea, justa; y resulta oportuno trazarse ilusiones, ideales que deparen un porvenir más esperanzador aún, más boyante.
Y es en esta ocasión cuando el Colegio Salesiano puede presentar sus realidades cuajadas de frutos, cuya sola enumeración llena de satisfacción y puede presentar su afán de superación que le hace acariciar constantemente nuevas metas.
REALIDADES DEL COLEGIO SALESIANO.
Este Colegio, que hace seis años sentía la necesidad de ampliar sus paredes, ha visto en este curso cómo el titánico esfuerzo de ampliación realizado ha tenido su coronación al poder abrir sus puertas a casi medio millar de alumnos, de los cuales un centenar amplio han sido internos. Daba gloria el verlos en la iglesia, en la clase, en el patio durante recreos animadísimos. Daba gusto el contemplar toda esa juventud exuberante, bulliciosa, en mañanas inolvidables de domingo en medio de un movimiento que ha hecho la delicia de mayores y pequeños.
Y en este mismo curso se ha visto conseguida una gran aspiración: llegar al sexto curso de bachillerato. Ya tenemos conseguido lo que antes hubiera parecido un sueño casi irrealizable. Y lo mejor haber llegado con los resultados halagüeños conseguidos en las reválidas de grado elemental y superior, exámenes de verdadera madurez.
El trabajo constante de nueve meses, llevado en un ambiente de orden y serenidad, ha dado sus frutos, frutos que se han cosechado igualmente en los demás cursos. Bastaría para tener una idea de! balance total, añadir que de las 1.593 notas de exámenes finales, han sido positivas 81%.
Es la victoria tras la cual ha estado empeñado un puñado de salesianos correspondidos por un selecto equipo de profesores seglares.
Realidad prometedora ha sido igualmente el inicio de reuniones de padres de alumnos. Dos reuniones celebradas han sido suficientes para presentarnos el amplio panorama de posibilidades que ofrece el contacto cordial, sincero, de padres y Colegio.
Y no hace falta señalar, por ser proverbial, la efectividad de esa obra post-escolar, admiración de propios y extraños, y que es la Asociación de Antiguos Alumnos Salesianos. También este año han estado a la altura que les exigía su historial y solera.
Visita del nuevo Sr. Inspector acompañado del Director del Colegio
PERSPECTIVAS:
Don Bosco nunca se para, decía de sí mismo nuestro Fundador. Los hijos siguen sus huellas. Los salesianos de Villena no se dan por satisfechos con los logros alcanzados. El Colegio se halla en marcha lacia unas metas concretas, no podemos detener esa marcha ascensional. Lo importante: no pararse.
Vienen bien, como decía al principio, airear en la ocasión de las fiestas, las aspiraciones que hay señaladas:
Ha de afianzarse el esfuerzo grande que se libra en el campo de la enseñanza. A su tiempo esperamos verlo coronado con un reconocimiento oficial de los estudios de bachillerato; por delante van quedando entre tanto el trabajo realizado, los resultados de notas conseguidos. Ello no podrá llevarse a cabo sin una modernización del material didáctico, con instalaciones de diverso tipo, a lo que también tiende el Colegio.
Estamos a un solo año de distancia del año cincuentenario de la fundación del Colegio. ¿No podía ser esa fecha la indicada para dotar al Colegio de un amplio salón de actos, de gimnasio, piscina y demás dependencias deportivas necesarias? Sería el complemento que nos permitiría mirar la Obra Salesiana en Villena como algo terminado en su aspecto material.
Bella perspectiva del comedor sobriamente acondicionado.
Y no podernos resignarnos a dejar la parte más antigua del Colegio con ese aspecto vetusto, casi diría desfasado. ¿No podíamos remozar su estructura, dándole colorido, sol y alegría? Ello nos permitiría también tender a una unidad y conjunción arquitectónicamente de la parte antigua y nueva del edificio. A ello aspiramos también
Todo esto ¿será un simple sueño? Tenemos confianza de que llegue a realidad. Villena una vez más tiene la palabra, esta Villena, de miras amplias al concebir empresas y centros para sus hijos, comprenderá la trascendencia de un Colegio bien dotado para la educación integral de los muchachos villenenses. Y en consecuencia esperamos un apoyo afectivo y efectivo.
Ese porvenir esplendoroso queda por tanto supeditado a la efectividad del apoyo de Villena. Con ello contamos, por eso seguiremos mirando el porvenir con optimismo, con juventud, pensando ya en esas promociones de muchachos bien formados, hábiles, preparados que llenarán Villena y la harán grande, porque no olvidemos que la grandeza de una población no está en sus campos feraces, no en sus fértiles viñedos, no en su industria... está en la valía de sus hombres. Y hombres serán mañana los muchachos de hoy.
Ángel del Barrio Orte Director
Extraído de la Revista Villena de 1965
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