Buenos días, Señor Alcalde, Señora Concejala, Presidente de la junta central de Fiestas, Presidente de la Junta de la Virgen, Regidoras, Madrinas...
Villeneros y villeneros ya estamos "liaos" otra vez con las fiestas...
Estoy emocionada, nunca imaginé estar en el balcón del Ayuntamiento de Villena como pregonera de las fiestas de Moros y cristianos.
Es un honor que quiero agradecer a todas las autoridades y personas que han pensado en mí y que han decidido premiar la labor realizada durante toda mi vida, junto a mi familia, por estas fiestas que tanto quiero y por las que tanto he trabajado.
Siempre he sentido que estaba en la sombra, en la retaguardia y hoy, aquí, me hacéis sentir protagonista.
Este reconocimiento le da un sentido a la trayectoria de mi vida. Lo siento como un broche de oro y siempre estaré agradecida.
Quisiera ahora que siga mi nieta, a quien le he pedido que me acompañe en este día tan importante, primero porque tengo muchos años y me cuesta no perder el hilo, y después porque ella es la continuación. A ella le paso el testigo de este discurso y también mi labor.
No quiero quitarle ningún protagonismo a mi abuela, todo el mérito es suyo, lo más importante es que ella esté aquí y yo a su lado, con ella. Yo soy la tercera generación, he crecido entre metales, brillantes, piedras y pasamanerías y todo lo he aprendido de la mano de mis abuelos y toda mi familia.
Mi infancia, siempre ha estado rodeada de historias entrañables de cómo se vivían las fiestas y de cómo mi familia, por pasión se vio involucrada en este viaje.
Recuerdo, como mi abuela de manera anecdótica nos contaba los primeros recuerdos de las fiestas al lado de su madre...
Mi bisabuela si que era una festera de verdad, sus palabras las sigue teniendo grabadas en su memoria y las escucha como si fueran hoy “pa la comida, la limpieza, y pa las fiestas no hay luto”
La recuerda siempre trabajando cuando eran vísperas de fiestas, no la dejaban descansar...
Por aquel entonces las fachadas de las casas de Villena, lucían “encalás” con ese blanco azulete y las rejas de los balcones y ventanas relucían por el aceite con el que le habían frotado las mujeres.
También mi abuela recuerda, como el vecindario salía a arreglar todas las calles para esos días, había mucha unión y era todo muy familiar.
Pero cuando todo estaba engalanado se metían puertas para dentro a seguir con la casa, la limpieza, las pasticas, los licores caseros...
Con su madre fue con quién ella realmente recuerda el comienzo de su pasión por las fiestas, ya que siempre les decía, “si me muero el día 4, el día 5 todos con los trajes y a la calle” así era de festera.
Al igual que su madre tan festera por dentro, tan solo se vistió una vez en su vida, fue en 1951 el primer año que salieron las madrinas en las fiestas de Villena, fue la madrina de la extinguida comparsa de Americanos, a la que pertenecía parte de su familia, por eso se emociona tanto cuando recuerda el momento en el que las mujeres pudieron salir a desfilar.
Ha visto como han cambiado los tiempos y como las mujeres ahora pueden disfrutar de todos los momentos festero, no como antes que después de trabajar tanto, se tenías que quedar en casa.
Ha tenido toda una vida de dedicación desde que empezó haciendo el gorro de su nene, mi padre, y continuó con turbantes de todas las comparsas, haciendo arreglos, y finalmente junto con su marido trajes enteros hasta el día de hoy.
Cuantas veces fue con su marido a la cena del día 4 y después a trabajar toda la noche, para poder terminar los trajes. Desde aquí, su agradecimiento a todas las personas que durante años han confiado en sus manos.
Ella disfrutó a su manera como todas las mujeres de aquella generación, desde la silla, viendo pasar a su hijo, hija, marido y finalmente a nosotros, sus nietos.
Las fiestas que ella conoció, hasta convertirse en lo que son, han necesitado trabajo y tesón de muchos hombres y mujeres que como ella, han estado en la sombra. Por Ello a todas esas personas que han trabajado para que todo salga bien, no del 4 al 9, sino de 9 al 4 también les dedica este pregón.
Es a través, de ella que hoy Villena les rinde homenaje a todas las personas de esa generación cuya pasión por las fiestas, les llevó a desarrollar toda una labor artesana, que ha cristalizado en la industria festera de alto valor a nivel nacional que se nos reconoce a día de hoy.
Cuando hoy, día 5 de septiembre vibramos en la calle ancha al ver desfilar a esas festeras y festeros, no es solo la música lo que nos trasmite esta emoción, es también la cadencia de los rasos de los pantalones moros al moverse, que nos hacen olvidar las manos de quienes los han realizado, para que así luzcan. Parece que el trapeado de las telas de los turbantes de sus cabezas se haga de forma natural, y hace ya mucho tiempo, eran las minuciosas agujas de las mujeres las que lo hacían posible. Cuántas han recortado esos círculos de cartón rellenándolos de lana para conseguir esos madroños que unidos entre sí, por el cordón se lucen y arrastran de la losilla al portón en honor a nuestra patrona a quien dedicamos estas fiestas.
Y esos zapatos de formas miles, imposibles, en los que nuestros abuelos y abuelas se dejaron el dedo y el dedal intentando atravesar pieles...
A quien no emocionan esos picos y esas plumas que se levantan el fragor de la marcha o esa orden que se da empuñando una espada a la que está atenta la escuadra. Y la espera recompensada al ver llegar las cucharas blancas que hacen inconfundible a su comparsa... las horcas, los garrotes... arcabuces...
Todo en conjunto da esplendor a las fiestas de Moros y Cristianos de Villena, que en nuestro caso, no solo lo disfrutamos del 4 al 9 sino que nos ayudan a que nuestra ciudad durante el resto del año cree puestos de trabajo, generando economía y abriendo nuevos caminos a nuestra juventud.
Los tiempos han cambiado, hoy las tareas artesanales que sirvieron de medio de vida a muchas familias, las desarrollan máquinas, pero seguimos siendo esos mismos hombres y mujeres de generaciones posteriores las que hoy en día, continuamos al frente de esas empresas. Somos quienes ponemos esfuerzo y cuidado en lo que diseñamos, confeccionamos, bordamos o repujamos, y quienes cada año hacemos posible que vuelva a suceder el espectáculo de diseño, luz y color, siendo reconocidas nuestras fiestas este año por primera vez de Interés Turístico Nacional.
Pero, mi abuela, “la chola” también está aquí, en este balcón, siendo la pregonera de estas fiestas 2015, porque Villena entera rinde también homenaje al valor de la entrega, a la capacidad de trabajo, al amor incondicional como representación de miles de mujeres que cuando llegan los días grandes, paralizan su tiempo y se entregan en cuerpo y alma a esta celebración.
Para poner fin a este momento tan emotivo, me gustaría tener un recuerdo muy especial para mi marido, las fiestas eran su vida, igual que lo han sido para mí,
Siempre he pensado que fue uno de los hombres mas festero de Villena, Gaspar Jordán Lacruz, está hoy conmigo aquí, en este balcón, y a él le dedico este pregón.
Felices fiestas,
Viva Nuestra Señora de las Virtudes, Viva Villena
Ángeles García Hernández y Ángela Jordán Medrano
FELICES FIESTAS VILLENA
FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS VILLENA
Declaradas de Interés Turístico Nacional
Del 4 al 9 de septiembre
Selección de fotografías concurso Katakí la Bajoka
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