OTRO ANIVERSARIO
El 14 de Noviembre de este año de 1985, se cumple el 130 aniversario de la muerte del Excmo. Sr. D. Joaquín María López y López, de este villenense excepcional, cuya última prueba del amor que sentía por su pueblo, fue disponer verbalmente que sus restos mortales descansaran para siempre en la tierra que lo vio nacer.
El acontecimiento nos invita a la reflexión; a la búsqueda de antecedentes que demuestren incontrovertiblemente, que su importantísima figura no ha sido olvidada; que su lucha en pro de la modernización de España, del respeto a la dignidad humana y de la libertad, ha sido reconocida por sus paisanos. Y llegó, lamentablemente, a la dolorosa conclusión de que los villenenses, con don Joaquín María López, hemos pecado, cuando menos, de ingratitud.
Porque si exceptuamos el homenaje patrocinado en 1882 por el periódico local «Crónica de Villena», que culminó con la colocación de una lápida en la casa donde vio la luz primera; el dedicar una calle y unas escuelas graduadas a perpetuar su nombre, y publicar unos cuantos, muy pocos, y desperdigados artículos periodísticos sobre su vida, no hemos hecho más. Estimo que López, «el divino López», bien merece un recuerdo más constante, de aquellos que legítimamente nos enorgullecemos, cuanto entonamos la estrofa del himno a Villena que dice así:
¡Viva Villena
la tierra en que nací.
Viva la Patria
de López y de Chapí!
El corte espacio de que disponemos, casi no da ni para hacer un resumen de la vida de tal ilustre personaje, de esa vida tan compleja y a la vez tan intensa.
Digamos, no obstante, que López destacó como escritor, jurisconsulto, parlamentario...; pero donde brilló a gran altura, donde alcanzó fama que traspasó nuestras fronteras, fue como orador. Y es que reunía las condiciones adecuadas para ello; tono de voz, gesto apropiado, excepcional memoria y oportunos argumentos, que le hacían invencible cuando ocupaba la tribuna del Estamento de Procuradores. Presenciar los debates parlamentarios cuando intervenía en ellos, era todo un acontecimiento.
Pero yo quisiera resaltar, sobre todo, en este modesto trabajo, una cualidad que le acompañó siempre: su honestidad.
Porque un hombre que desempeñó misiones de gran responsabilidad, (entre otras fue dos veces Presidente del Consejo de Ministros), que mantuvo continuo contacto con los más altos dignatarios de la Corte de Isabel II, que fue compañero de los que por entonces gobernaban España, podía haber hecho valer ciertas influencias en beneficio propio, y, sin embargo, tuvo un comportamiento económico ejemplar, digno y consecuente, cuando, como en tantas ocasiones, políticos del tres al cuarto abusan de sus cargos.
Poseo pruebas irrefutables que demuestran que al final de sus días, su patrimonio no había experimentado aumentos dignos de considerarse, antes al contrario, tuvo que desprenderse de una importante finca en Villena, para poder hacer frente a los gastos de su irreversible enfermedad.
Por otra parte, siendo heredero de los mayorazgos del Campo, la Hoya hermosa y, Doña Manuela, su esposa, del de Bulilla, defiende con ahínco la Ley que anula ese privilegio y reparte con sus hermanos los bienes que legítimamente le correspondían.
Estos ejemplos son bastante, por sí solos, para dar testimonio de honradez.
No estaría de más que, en este aniversario, colaboráramos todos sus paisanos a prestigiar su nombre, y nos propusiéramos honrar su memoria con más frecuencia que hasta ahora lo hemos hecho.
VICENTE PRATS ESQUEMBRE
Extraído de la Revista Villena de 1985
1 comentario:
La razón principal de que D. Joaquín Maria López no tenga ni merezca en Villena un recuerdo constante, es por lo siguiente:
"Si indudable es la tradición histórica murciana de este territorio, murciana es también SU LENGUA Y SU CULTURA, como evidencian el "Estudio del habla de Villena y su comarca" de Máximo Torreblanca Espinosa, o el "Diccionario villenero" de José María Soler, entre otras obras."
"Desde el punto de vista de la nacionalidad valenciana no son de tomarse en cuenta las comarcas de Requena y Villena, agregadas en el siglo pasado a las provincias de Valencia y Alicante respectivamente: la primera es castellana; la segunda murciana. En ninguna de ellas se habla valenciano (...) La división provincial alteró los límites del antiguo reino de Valencia al incluir en las rpovincias de Valencia y Alicante tierras respectivamente castellanas y murcianas QUE DEBERÍAN VOLVER A SUS VERDADERAS REGIONES".
Anselmo Carretero Jiménez
"Las nacionalidades españolas": Valencia.
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