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COMEDIAS MARIANAS, DE RODRIGO GABALDÓN
Edición de ÁNGEL L. PRIETO DE PAULA & JOSÉ FERNANDO DOMENE VERDÚ - Universidad de Alicante, 2014
Las comedias
En 1757 se publicaron en Murcia, en volumen único, dos comedias marianas de Rodrigo Gabaldón, ya fallecido entonces, del que solo se sabe lo que consta en portada: era natural de Villena y doctor en ambos Derechos (Civil y Canónico). El título de ambas, enlazadas estructural y argumentalmente, es plenamente barroco: Comedias de los reflejos esclarecidos del sol coronado de astros, en el cenit de Villena, María de las Virtudes. Los promotores de la edición fueron los Esclavos de María Santísima de las Virtudes, una hermandad de la que procede la actual “Junta de la Virgen” villenense. En su justificación inicial, explican que las obras estaban sepultadas “en el lago del olvido”, lo que hace pensar, junto a diversas particularidades estilísticas y argumentales, que fueron compuestas bastante antes; probablemente entre finales del siglo XVII y 1707. Se trata, en fin, de obras dramáticas del Barroco tardío, compuestas en verso según pautas del teatro calderoniano ajustadas al canon del catolicismo contrarreformista.
Estructura argumental
Las comedias se centran en la proclamación de la Virgen de las Virtudes como patrona de Villena con motivo de una epidemia de peste (primera obra), y en la consolidación de su culto en torno al convento ―actual santuario― erigido en la pedanía de Las Virtudes como agradecimiento de la ciudad por su intervención milagrosa (segunda obra). Alrededor de este motivo religioso, se trenzan varias historias con elementos de comedia amorosa y de enredo ―muertes aparentes, damas-duende, suplantación de personalidad...―. En el desenlace, se produce el reconocimiento de los amantes y el enaltecimiento de la Virgen. Tanto los elementos amorosos y de embrollo, en la parte profana, como los numerosos milagros propiciados escénicamente por el uso de tramoyas, trampantojos y máquinas volantes, en la parte religiosa, hacen más atractivas estas comedias “a lo divino” para un espectador como el de la época, sin formación teológica y en su mayoría analfabeto. Hay otros elementos de la comedia nueva lopesca, como la figura del gracioso, así como resonancias de la literatura de cautivos.
Las razones de su interés
Las comedias dramatizan el proceso de proclamación de la patrona de Villena, núcleo del marquesado de ese nombre, sobre el fondo implícito de los conflictos sucesorios de finales del siglo XV: guerras en Castilla entre los partidarios de Juana la Beltraneja y de Isabel la Católica; Villena, que prestó su apoyo a la causa vencedora de Isabel en 1476, pasa a depender directamente del realengo. La aparición legendaria de la imagen de la Virgen está en la base de unas fiestas patronales que son precedente literario las actuales fiestas de “moros y cristianos”. La Virgen de las Virtudes es, pues, la patrona de la Villena leal a los Reyes Católicos, que sustituye en tal función a la Virgen de las Nieves, vinculada simbólicamente al odiado Marqués de Villena (defensor de la causa de la Beltraneja).
Además del interés local, las comedias concretan literariamente un proceso poco estudiado hasta el presente: el de la proclamación como patrona de la Virgen de una determinada advocación (otras veces se trata de un santo). Un autor culto, en este caso Rodrigo Gabaldón, da soporte literario a las manifestaciones preexistentes de religiosidad popular (como sucede con Lope de Vega en El Isidro, poema en alabanza de San Isidro Labrador, patrón de Madrid). La Virgen aparece aquí como intercesora o abogada: una figura materna que atenúa la severidad del Cristo todopoderoso (pantocrátor), en la que insiste el catolicismo desde el Concilio de Trento por oposición a los reformadores luteranos (aun cuando la militancia antiluterana, rigurosamente contemporánea en el Barroco, tomara como espejo las antiguas batallas contra el moro, extraídas del nutrido arsenal histórico-legendario de la Reconquista).
El modelo aquí editado es probablemente el caso más decantado de este proceso de canonización literaria de unas creencias populares, vinculadas a conflictos entre poder municipal y poder religioso en los comienzos de la Edad Moderna.
Razones de una edición
Tras su publicación a mitad del XVIII, las comedias debieron de padecer los efectos de las prohibiciones de representación que afectaron al teatro religioso (autos sacramentales, comedias de santos) y al de magia por Real Cédula de 1765, que hizo que estas obras cayeran en el olvido. En 2001 se publicó una edición facsímil al cuidado de Juan Bautista Vilar y Alfredo Rojas. Se hacía necesaria, no obstante, una edición filológicamente pulcra, que atendiera a los valores literarios de las obras y a su contexto histórico-teatral, con un aparato crítico que resolviera las dificultades derivadas de su barroquismo expresivo. En suma: una edición rigurosa, moderna y comentada, que pusiera el texto a disposición de los lectores.
Los editores
La edición ha corrido a cargo de Ángel L. Prieto de Paula y José Fernando Domene Verdú. El profesor Prieto de Paula, licenciado en Filología Románica por la Universidad de Salamanca y doctor en Filología Hispánica, es catedrático de Literatura Española de la Universidad de Alicante, y ha escrito numerosos libros de historia y crítica literarias, ediciones de clásicos y contemporáneos, antologías poéticas de distintas épocas y artículos en revistas de su especialidad. Por su parte, José Fernando Domene Verdú es licenciado en Historia por la Universidad de Alicante y doctor en Lingüística General por la Universidad del País Vasco, además de autor de diversas monografías sobre antropología de las fiestas, historia de Villena y religiosidad popular.
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