EN VILLENA A DOS MIL Y CATORCE EN EL BARRIO DEL RABAL CELEBRARON UNA GRAN FIESTA MEDIEVAL

En marzo del año 2014 se celebró una gran fiesta que todavía hoy recordamos los que la vivimos, pues ese año fue reivindicado el Orejón por el antropólogo Francesc Llop i Bayo que dio el pregón de las Fiestas del Medievo del barrio del Rabal.

Se recreó la visita de los Reyes Católicos allá por 1488, fueron agasajados con bailes en el castillo y despedidos con vítores hasta las afueras de Villena. Se pudo contemplar la recreación de El desencuentro del Cid en Villena, contrajeron matrimonio cuatro parejas y hasta hubo un bautizo.

Fueron tantas las actividades que posiblemente nos olvidemos alguna… cuentacuentos, juegos de magia, espectáculo de fuego, torneos medievales, ajedrez, representaciones teatrales, conciertos, visitas a los museos, animales de granja, aves rapaces, talleres de pintura, títeres, acrobacias sobre cuerda, exposiciones y música por todas partes.

Mercaderes desde la Plaza Mayor hasta las faldas del Castillo de la Atalaya impregnaron de color y olores todas las calles del barrio ganando espacio a otros años, y es que los vecinos del Rabal estaban empeñados en recuperar su barrio para el disfrute de todos los villeneros y lo consiguieron. La Morería fue un descubrimiento exitoso ya que fue una de las zonas más concurridas durante esos días.

Es día de mercado y desde la alborotada y concurrida Plaza Mayor, centro de encuentro y trato hasta el majestuoso castillo de La Atalaya, todos y cada uno de los rincones, tenderetes y casas exhalan un aroma peculiar fruto de la entremezcla de tortas fritas, asados callejeros, guisos, animales de tiro y dulces de mazapán y regalicia.

El Mercado Medieval creado hace más de diez años, junto con la Asociación pro-restauración de la Ermita de San José, enclavada en pleno corazón del barrio, ha ido en progresivo aumento en sus actividades lúdicas e históricas hasta conseguir convertirse en las Fiestas del Medievo. Siendo un referente de primer orden, en esas fechas, para el sector turístico. Logrando que muchos de sus actos tengan una impronta de originalidad difícil de emular.

Los visitantes han podido, sin esfuerzo alguno, convertirse en vecinos del barrio, ser invitados en bodas medievales, celebradas a la sombra de las murallas del Castillo de La Atalaya, después de un desfile nupcial por las principales calles del mercado y han podido también participar en una impresionante procesión nocturna bajo la única luz de las antorchas, como así saborear las viandas y licores ofrecidos en abundancia, caminando al son de tamboriles y chirimías. A la par que compraban a los buhoneros baratijas y recuerdos de artesanía, realizados en los momentos de sosiego y algunos incluso por encargo.

Nuestro barrio histórico se ha convertido en una fiesta a lo largo del año, unos vecinos y mucho entusiasmo lo han revalorizado en poco tiempo siendo un barrio vivo y lleno de fiestas.

Las Fiestas del Medievo son grandes pero todavía lo serán más porque hay entusiasmo en sus gentes que con simpatía y sencillez consiguen que miles de visitantes de todo el mundo vuelvan cada año.

ALGUNAS IMÁGES DE LAS FIESTAS DEL MEDIEVO 2014

OS ESPERAMOS EN EL 2015