Piedra habitada. Un conjunto de antiguas casas cueva situadas en el monte de San Cristóbal han sido unificadas y recuperadas por los festeros, conviertiéndose esta antigua estancia en la primera visitable de Villena.
El profundo encanto de las casas cueva
Ubicadas a las faldas del Castillo de la Atalaya de Villena, una parte de las antiguas casas cueva del monte de San Cristóbal han sido recuperadas por los componentes de la escuadra especial de Tuareg, perteneciente a la comparsa del Bando Marroquí, para convertirse en la primera cueva visitable de la población.
Han sido tres meses de trabajo de acondicionamiento de unas estancias que se encontraban ocultas y que antaño fueron habitadas por pobladores locales.
De hecho, en el interior de estas dependencias se encuentra un pergamino que documenta la existencia de cuevas habitadas en la ladera del castillo de la Atalaya desde los Reyes Católicos que permitieron su ocupación en este lugar por ciento cincuenta familias, "una historia documentada en los archivos de Orihuela, Toledo, Córdoba y Villena", manifiesta José Marco, componente de la escuadra de Tuareg.
La cueva rehabilitada tiene una dimensión de unos 150 metros cuadrados. Los dieciocho componentes de la escuadra la han adecuado "con mucha ilusión, para que sea visitada por los villenenses y conozcan cómo se vivía aquí años atrás y ampliar, de este modo, los recursos turísticos que tiene la población", comenta el presidente de la escuadra de Tuareg, Ángel Díaz.
Existen distintas dependencias, todas ellas decoradas con elementos del mundo árabe, como antiguos telares, escudos, fotografías, inscripciones, cuadros, utensilios... con el fin de trasladar al visitante a otra época, y desconectar del mundo exterior, en un espacio sin ruidos, donde la protagonista es la roca de la montaña que sustenta al castillo de Villena.
La idea surgió hace cuarenta años, cuando se adquirió una casa cueva en el casco histórico, debajo del Castillo de la Atalaya, como sede social de la escuadra y que se mantiene como tal. Entonces se barajó la posibilidad de recuperar estas dependencias.
No obstante, hace cuatro años comenzó de nuevo a tomar fuerza esta idea, siendo uno de los componentes de la escuadra, Pedro Marco, el que diseñó las estancias tal y como ahora han quedado.
La cueva se ha podido visitar por primera vez, con entrada libre, dentro de las Jornadas BIC (Bien de Interés Cultural) organizadas por el Ayuntamiento.
texto... Inma Alcaraz www.diarioinformacion.com
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