CÓMO DESAPARECE UNA SOLERA
Esto es la historia de un tonel, cuba o bocoy. Para que un producto adquiera prestigio, valía o estima, deben pasar los años. Debe el tiempo en su implacable transcurrir ir dejando en el camino huellas indelebles de su paso y debe al final dar carta de autenticidad a todo ello. Y entonces afirmamos que el producto tiene solera.
Todo esto es necesario para adquirir algo que tiene un enorme valor “la solera”. Pero para perderlo solo hace falta inexperiencia, prisas y desconocimiento.
En la calle Sancho de Medina frente al antiguo Cuartel de la Guardia Civil existió una bodega, propiedad de Juan Hernández que durante años ejerció sus funciones y sus toneles dieron fe de ello.
Pasó el tiempo y el inexorable paso de la vida dejó huérfana esta actividad.
También según nos cuentan en algún tiempo fue almacén de ajos.
En las fotos siguientes vemos el desmonte y traslado, silencioso y triste. De uno de los toneles que en su día dio vida a un “caldo” admirado y querido por muchos.
Según noticias ha sido reforzado y será restaurado para que quede constancia y memoria de este tipo de recipientes para el vino que el paso del tiempo ha hecho desaparecer.
Ajustando el tonel.
Mojándolo por dentro.
Mojándolo por fuera.
Por último el azufrado.
El traslado...
Fotos cedidas por... Pedro "Bodegas Conca"
Texto... Ernesto Pardo Pastor
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