2012 ¡QUÉ NO PASEN OTROS 25 AÑOS SIN VERNOS! GENERACIÓN DEL 69 I.E.S. HERMANOS AMORÓS

“QUE TODA LA VIDA ES SUEÑO Y LO SUEÑOS, SUEÑOS SON”
25 ANIVERSARIO PROMOCIÓN 1983 – 1984 DEL I. E. S. “HERMANOS AMORÓS”

Cuando uno tiene la ventura de tener catorce años con toda una vida por delante, es tarea ardua la de intentar comprender a los clásicos.Allá por 1983 y en pleno reinado de Alaska, Radio Futura y Hombres G, unos jóvenes de risueña sonrisa nos plantamos un día de septiembre que nunca olvidaremos, delante de aquel edificio beige de limitada altura al que desde la lejanía veíamos perfilarse inhiesto junto a las vías. Recuerdo la fresca mañana, el aluvión de jóvenes, las atenazadoras miradas de los veteranos y una fila de autobuses de los que descendían alumnos de Sax, Cañada, Benejama, Bañeres, Fuente la Higuera, Biar, Caudete, Salinas, Campo de Mirra, Onil y Castalla.

Aquellos eran otros tiempos porque la recepción oficial nos abocó a un par de días en los que las novatadas de dudosa originalidad (azafrán, ajos y mejunjes variados), sin tregua ni cuartel nos emboscaban al salir de clase. Escasos años después, aquel uso antiguo de limitado gusto quedó “desmovilizado”.Mi clase y para los que pasamos por las Carmelitas y Salesianos (“A” y “B”), era muy original: pequeña, 1º… G, idioma inglés y señoritas en los bancos…. ¡qué bonito disparate! De los profesores recuerdo a Mari Carmen “la de ciencias”, Alberola en Inglés, Pepe Navarro con sus dibujos y don Pedro “el cura” (ambos fallecidos y de gratísima memoria), Maribel y su música, las matemáticas de Cristóbal Nácher o Inés en historia (su destartalado SEAT 850 hacia justicia a la materia que impartía). Los anteriores y otros que llegarían después, intentaban con tesón y no poca paciencia que algún día aquellos diamantes en bruto que tenían en sus clases, pudieran brillar si no como los luceros del nocturno cielo, sí con la humilde luz que les bastase para alumbrar sus vidas con honra y decoro.Recuerdo que en la primera clase de Lengua salió al encerado Pedro Calderón de la Barca. Y lo recuerdo porque fue él quien dijo aquello de que “toda la vida es sueño y los sueños, sueños son”. Además de escritor, el tal Pedro nos contó que se había pasado su juventud impartiendo por Europa la justicia española con nuestros temidos y sobre todo envidiados Tercios de infantería vieja. Y nuestra vida, como la del sueño, pasó rauda porque sin darnos cuenta atrás quedaron las clases, la “Pacha”, el viaje fin de curso y C. O. U; llegaron los trabajos, la milicia, bodas, embarazos e hijos… y con ellos otros problemas que ya no eran los que teníamos en 1983.

El tiempo, el gran juez que pone y quita razones en su avanzar inexorable, hizo pasar 29 años y el pasado 25 de febrero celebramos nuestro fin de curso. La cita era a las 19 horas para, acto seguido, entrar en el Salón de Actos en el que tantas veces nos habíamos examinado. Discursos de la Directora, profesores, reportaje, fotografía de grupo, visita guiada… y por unos instantes el pasado se hizo presente al andar por aquellos pasillos que, sin embargo, ya no eran los nuestros porque del Instituto que nosotros conocimos y en el que nos dejamos una “pequeña” parte de nuestras vidas, apenas si queda algo más que la fachada, las columnas, Damián… ¡y las tablas de examen del Salón de Actos! La celebración terminó con la plantación de un árbol y una cena que nos ayudó entre planto y plato, a reconocernos y recordar… porque recordar siempre es bueno si nos sirve para saber quiénes somos y de dónde venimos. Es de justicia darles las gracias a los organizadores del acto y a los profesores que nos sufrieron (sin rencor) y disfrutaron, sin olvidarnos de aquellos compañeros que se quedaron por el camino y siempre llevaremos en el corazón. Y finalmente un ruego a los del G – 69 a modo de súplica: por favor… ¡qué no pasen otros 25 años sin vernos! JOSÉ VTE. ARNEDO LÁZARO... Uno más de la Promoción