El monumental Belén de la Casa de la Cultura nos traslada a las ciudades de Jerusalén y Belén con mas de 200 figuras.
Treinta años lleva construyendo belenes la Asociación de Belenistas de Villena, en este año de crisis, la imaginación es la principal materia prima que han utilizado y el resultado hay que verlo el sábado día 10 de diciembre a partir de las 19.30 horas.
El alcalde de la ciudad Fco. Javier Esquembre será el pregonero de la Navidad
Treinta años lleva construyendo belenes la Asociación de Belenistas de Villena, en este año de crisis, la imaginación es la principal materia prima que han utilizado y el resultado hay que verlo el sábado día 10 de diciembre a partir de las 19.30 horas.
El alcalde de la ciudad Fco. Javier Esquembre será el pregonero de la Navidad
Amigos, amigas, vecinos, vecinas, buenas noches. Gracias a quienes estáis aquí. Gracias muy especialmente a la Asociación de Belenistas que se dirigió a mí para invitarme a pronunciar este pregón. Amigos, amigas, compañeros/as de corporación... acompañadme en esta reflexión.
Decir Pregón es decir anuncio en el mejor de los sentidos: proclamar, avisar, alertar, comunicar la noticia que conviene que todos sepan. Mejor si es el anuncio agradable de que algo bueno se aproxima.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española da dos definiciones:
- Promulgación o publicación que en voz alta se hace en los sitios públicos de algo que conviene que todos sepan.
- Discurso elogioso en que se anuncia al público la celebración de una festividad y se le incita a participar en ella.
Creo entonces, y con todos mis respetos, que llegamos algo tarde. Se nos adelantaron centros comerciales, proveedores de falsas ilusiones, mercantiles con corazón de plástico...
Con una falsa mirada y estridente altavoz ya días que vienen anunciando una redención de euro y dólar. Con prima o sin prima ya nos han dicho que del dinero y de las compras viene la felicidad, que tonto el último y que, casi casi como decía Sabina, podemos encontrar el mar dentro de un vaso de ginebra.
Sin embargo hoy venimos a anunciar otra cosa. Hoy venimos con risa, fiesta, satisfacción y gozo, con regocijo y canto, serenidad y paz, venimos digo a anunciar algo grande, una Fiesta que por tradicional supera lo que la Fe y la religión proponen. Y que por religiosa, impregna el sustrato de nuestra cultura. Un buen lío en el que ni dirigentes eclesiales, ni políticos ni teólogos se ponen de acuerdo. Hablar de fechas del Nacimiento de Jesús, ni de lugar provoca acuerdo. Tampoco hablar de su significado.
El 25 de diciembre, alrededor del solsticio de invierno en el hemisferio norte, se festeja la Navidad, el nacimiento de Jesús en toda la cristiandad, excepto en la iglesia ortodoxa, sin entrar a valorar la certidumbre de esta fecha, si corresponde o no, con su nacimiento. En el siglo II de nuestra era (100 años después del nacimiento de Jesús) los cristianos sólo conmemoraban la Pascua de Resurrección, ya que consideraban irrelevante el momento del nacimiento, la capacidad de amar y de cambiar el mundo se basaba en la experiencia de la Resurrección. Es durante los siglos siguientes, cuando aflora el deseo de celebrar el natalicio de Jesús de una forma clara y diferenciada. Finalmente el concilio de Nicea en el año 325 decide fijar el natalicio de Jesús durante el solsticio de invierno en el hemisferio norte. Aun reconociendo la importancia que pueda tener la concreción de esa fecha, tal vez eso sea lo de menos, Lo realmente importante a mi juicio, es la celebración de este hecho trascendente en el que una gran parte de la humanidad, más de 2000 años después, conmemora el nacimiento de un hombre cuya doctrina de amor, paz, concordia, justicia, igualdad y dedicación a sus semejantes más desvalidos, está desgraciadamente, tan ausente en tantos lugares de este bello planeta que llamamos Tierra.
Como el pregón es nominal, es decir, lo pronuncia quien les habla, voy a intentar equilibrar lo que siento para que aparezca en su justa medida quien soy como villenero, como creyente, como misionero cooperante, como político ecologista, como alcalde para hacer una buena mezcla que, cual buen turrón, endulce este momento y ofrezca entre la reflexión, la motivación y el entretenimiento un momento agradable previo a contemplar el Belén que de manera magnífica la asociación de Belenistas ha preparado.
En este pregón reivindico a los Reyes Magos frente a papa Noel, y el Nacimiento ante el árbol de Navidad. Aunque seguramente el conjunto de todo nos permita comprendernos mejor como sociedad y captar mejor lo que trasladamos de generación en generación. Ha sido así a lo largo del tiempo y algo que puede vivirse como hipocresía o imposición debemos hoy vivirlo como identidad. Lo comentaba antes, el pueblo cristiano quiso centrar en el nacimiento de Cristo algo que los romanos celebraban con bacanales tremendas, que era el que empezaba ya a crecer el día. Era el solsticio de invierno, o de Capricornio. Y para celebrar que el día ya no descendía en horas de luz, sino que empezaba a crecer, tenían enormes fiestas. Como Jesús dijo "Yo soy la Luz", los cristianos dijeron: la Navidad, el nacimiento de Jesús, en el solsticio de invierno. Y se bautizó todo aquello que eran las saturnales. Sentido de esperanza del que está precisa nuestra sociedad. Luz al final del túnel.
El buey, la mula, el niñico, los pastores, Herodes, los Reyes Magos, forman parte de nuestra cultura hablemos o no de religión. Hasta el Ángel colgando de un arbolito anunciando algo grande a los pastores. Y nuestra mirada, torpe, empeñada en descubrir el sexo del mismo, en vez de identificar aquello que nos señala y de comprobar cuántos ángeles a nuestro lado nos están diciendo cosas importantes, nos marcan caminos, nos ayudan a comprender nuestra propia vida.
Este anuncio pronunciado hoy por mí no quiere competir con otros que nuestra historia y sociedad han tenido y que hilan de manera encantadora poesía,historia y fe para descubrir en el asombro de lo pequeño, la grandeza de la vida. El pregón como inicio y como necesidad de alertar es buena herramienta para la atención. Podemos centrarnos en lo que el Belén nos dirá cuando en un rato lo inauguremos, en las imágenes que conocemos, en las canciones que acompañan nuestros ratos familiares y de celebración. Entre el “ande ande ande la marimorena, dime Niño de quien eres, los peces en el río, Tengo un molino que muele...” descubrimos esos componentes de nuestra vida que van de la magia a la solidaridad, pasando por el asombro o el recogimiento. Si les preguntase con qué villancico se quedan, cuál eligen y los fuéramos anotando tendríamos un elenco de obras que junto a la música, acompañan un compendio de las mejores recomendaciones psicológicas: ternura, cariño, amor, entrega, sonrisa, felicidad, paz, compartir, broma, comida, serenidad... Mensajes que, preñados de ilusión, se nos hurtan como reclamo publicitario que termina cansándonos cuando son herramienta terapéutica para cohesionar nuestra sociedad u otras sociedades.
Va a hacer casi 20 años que Toñi y yo llegamos a Guatemala. En una de las Navidades allí pasadas encontramos un folleto que decía “villancicos tradicionales de Petén”. Abriéndolo con sorpresa observamos el título de estos cantos indígenas: campana sobre campana, Noche de paz... Posteriormente en una celebración, a la luz de una candela, pudimos escuchar un hermoso canto, no villancico, que recogía muy bien el sentido de la Navidad. Recuerdo su letra:
Qué recuerdos o emociones impregnar en un pregón es algo complicado. Cuando tras la duda inicial, dije sí a pronunciar este pregón, se me invitó a ver cómo estaban preparando el Belén. Pude hacerlo el día de las pasadas elecciones generales, cuando como alcalde visitaba las distintas mesas electorales para comprobar el desarrollo normal de la jornada. En el lateral oeste del teatro Chapí encontramos mi compañera Virtudes y un servidor a Pepe, a Pedro y otros belenistas, preparando el Belén que en unos momentos vamos a inaugurar. Me resultó asombrosa la primera imagen. Majestuoso. Ahora lo verán. No seré imprudente si desvelo una de las construcciones de este Belén representando la puerta de los leones de Jerusalén. Exacta réplica. Salvo las señales de las bombas que en la guerra de los seis días sufrió la muralla. En este momento casi me ausento del lugar. Ni Rubalcaba ni Rajoy ni Lara ni Uralde estaban delante... Me encontraba en la cocina de la casa de mis padres, ya saben, ahí al lado. Con un agradable olor de cordero asado, gracias Fani, esperando la cena de Noche Buena, leyendo un cómic de la revista Aguiluchos que reflejaba un momento de la guerra de los seis días en el que, con claro toque comboniano, los soldados israelíes y los milicianos palestinos deciden un alto el fuego para celebrar la Navidad. Recuerdo ese mensaje de paz y recuerdo el atracón de mi padre tratando de aclararme qué era eso de la OLP, quién era ese del parche en el ojo (Moshe Dayan), por qué narices tenían que matarse y cuán ridículo era parar un combate sólo para cenar, sin el propósito del reencuentro y la reconciliación. Y así hasta ahora. Deseando la paz, preparando la guerra, el mensaje de Belén “Paz a las personas de buena voluntad”, ausente.
Parecerá que me he ido del discurso. No. Incorporo las cosas que la Navidad nos aportan: familia, encuentro, comida, felicidad, deseos, un toque de ingenuidad ... y una apuesta valiente por repensar la vida. La asociación de belenistas lo hace reinterpretando la tradición y la historia para dar un toque especial a lo que nos muestran. Pero a la vez el Belén es un reto para reinterpretarnos cada quien a la luz de imágenes que forman parte de nuestra tradición cultural. Con ojos de fe o con mirada increyente. Una pareja en movimiento, un pesebre, unos pastores, fuego, leña, gallinas, corderos, un pastor cagando o una pastora lavando, un río, un camello con regalos, otro con droga, unos magos, unos soldados, una doncella, un rey malvado. De bondad y de crimen puede estar lleno el Belén, como nuestra vida.
¿Qué figuras están colmando nuestra ciudad, de qué imágenes podría alimentarse Villena? Quienes interpretaron aquellos acontecimientos nos sorprenden con sabias alegorías: lobos y corderos pastando juntos, lanzas convertidas en podaderas, sabios que se arrodillan ante la humildad, lirios hermosos, cantos de júbilo, estrellas que orientan... Necesitados estamos de ese empuje para iluminar esta ciudad. En estos tiempos algunos nos Hay quien nos daría una confusa opinión: el pesebre tendría que pagar un canon para tener la declaración de interés comunitario, la posada su licencia de apertura, con las murallas de Jerusalén podríamos forrarnos subiéndole el IBI. ¡Pero no son esos significados los que buscamos! Son otros aún más atrevidos los que necesita en Villena: el valor de lo suficiente, la capacidad de asombro.
Esta semana, entrando en el ayuntamiento me encontré con el Nacimiento que la asociación de Belenistas coloca en el patio. Me encantaron sus formas, sus figuras, el entorno, buscaba una estrella ... y pronto el recuerdo se puso a andar hacia esa estrella en el suelo que en Belén, territorio palestino, señala según la tradición el lugar del parto de María. El lugar geográfico lleno de energía. El lugar dinámico cargado de esperanza. Me encontraba no en el palacio renacentista que es el Ayuntamiento sino junto al campo de los pastores, a las afueras de Belén, donde según la tradición el Ángel señaló lo que podían encontrar. Cerca estaban los habitantes del campo de refugiados de Aída, luchando por su dignidad, desposeídos de casi todo, como un niño entre pajas.
Escrituras. En la Civilización Occidental, casi todos estamos familiarizados con esta parte de la tradición cristiana, tanto si, de hecho, tienen o no relación con la Iglesia. Las escenas del nacimiento de Jesús han sido fuertemente remachadas en nuestras mentes, de forma consciente e inconsciente, a través de magníficas joyas artísticas y de entrañables himnos y villancicos, y tanto por la tarea de un compositor como Händel o de un poeta, como por las representaciones populares anuales de dichas escenas.
De este modo las figuritas pueden cobrar otras vidas que provocan o seducen. Pueden reflejar el compromiso con un mundo más justo o la tentación a la pasividad, la colaboración con la maldad, el egoísmo y la impunidad que nos lleva a la crisis que padecemos o la valoración de la hermosura de lo pequeño para acercar la solidaridad con quienes nada tienen.
El Belén provoca. San Francisco de Asís enamorado de la dimensión humana de Jesús, decidió, en la Navidad del año 1223, representar el nacimiento en una gruta de la población de Greccio. Cuenta su primer biógrafo, Tomás de Celano, que los vecinos que se acercaron a verlo experimentaron una sensación de alegría, ternura y amor, tan real como si se hubiesen trasladado en el tiempo a Belén, “cada uno volvió a su casa lleno de inefable alegría” narra Celano (Tomás de Celano. Vita prima, op. Cit., n.86, p. 479). Francisco de asís en la nochebuena de 1.223 supo concretar una visión de la encarnación y su mensaje de Paz y Bien. Seguramente nosotros podemos hacer algo parecido, no sólo moviendo las figuritas sino moviendo nuestra vida.
Había pensado que igual que una obra casi nunca es trabajo de uno sólo, tampoco este Pregón debía serlo. Y además de haber consultado a bastantes personas, veía este trabajo incompleto si no invitaba a gente, algunos villenenses, otros no, que fuera de Villena, traza con su vida imágenes no sólo del Belén sino de ese otro mundo posible al que la sociedad debería aspirar. Voy a tratar de trasladaros sus palabras. Por ejemplo, muchos conocéis a Francisco Marín, misionero javeriano que trabaja en Osaka. Le pedí que nos hablara de su Belén:
Hablar del “Belén” siempre me trae a la memoria con nostalgia dos nombres inseparables: “Villena ” y “Hermana Carmen Juan”. Porque en Villena, y de la mano de la “Hermana Carmen”, Carmelita de la Caridad en su ex-colegio de la Calle Ramón y Cajal me adentré en el fascinante mundo del Belén. Entre los que ya pasamos de los 60, ¿quién no se acuerda del famoso Belén de las Carmelitas? Cada año, desde que empezaba Diciembre la Hna. Carmen, con entusiasmo, paciencia y mucha sabiduría “ponía” su Belén en el Colegio. Aprendí dos principios fundamentales para poner el Belén y que ella machaconamente me repetía cada año: primero que el Belén tiene que ser una obra de arte, y segundo que además de recordar la Natividad de Jesús tiene que transmitir un mensaje concreto para quien lo mira.
La relación con la Navidad la hago, haciendo lo imposible con el diabólico idioma japonés, explicando que Jesús vino a “recrear” una “naturaleza” o lo que es lo mismo una “vida” que el ser humano había agredido y destrozado.
En mis belenes siempre, o casi siempre, una cascada de agua corriente, un río y un estanque con pececillos vivos. Aquí les explico el valor del agua como “madre de la vida”. Si los que miran son cristianos uso como guía la formula de la bendición solemne del agua en la Vigilia Pascual. Si no son cristianos uso otras imágenes sobre todo de los recursos naturales de Japón. Y explico que el agua se ha de usar con criterio, no malgastarla ni “ensuciarla”. Proteger y cuidar el entorno natural de ríos, lagos y orillas del mar...
Cuando miran la escena que, expresamente pongo, de unos pastores, o gente calentándose en una hoguera les hablo de la relación persona-energía. Aquí hablo de energías renovables; energías que no “manchen” la naturaleza; energías limpias que vivan en armonía con el medio ambiente y con la gente. Sobre estas energías Japón apenas ha empezado a “despertarse” y viene muy bien una reflexión así. Naturalmente este año hablare de Fukushima y del engendro maléfico de la energía nuclear.
No quiero alargarme mas, cuando finalmente presento el nacimiento hablo de la vida familiar “ideal” caldeada por el amor de Dios, sencilla, austera, en comunión y armonía entre ellos y la naturaleza. Alegres en la pobreza y firmes en la esperanza de un “planeta” más limpio y habitable como era Belén en aquellos tiempos.
Finalmente en su conjunto y en su belleza el Belén tiene que ser un himno a la sencillez, austeridad, paz, alegría, comunión de “toda vida” que hay sobre el planeta tierra. Todo Don de Dios y todo bueno y hermoso: “Vio Dios que todo lo que había hecho estaba muy bien.”
Desde Guatemala el P. Cirilo Santamaría, carmelita descalzo, responsable de la Oficina de DDHH del arzobispado de Guatemala escuetamente manda un mensaje centrado en descubrir desde la composición del Nacimiento un escenario para el que trabajar personalmente "Se acerca vuestra liberación en...la solidaridad y respeto a la creación"
Una aportación excepcional creo que es la de la Sra. Claudette Habesch, Secretaria General de Caritas de Jerusalén. Ella nos dice así: Queridos amigos,
La alegría de Belén llena nuestros corazones de nuevo este año. El mundo se maravillará de un niño, inocente y nuevo, nacido en medio de la noche para llevar la luz de la esperanza de la humanidad.
Esperanza que se necesita en la Tierra Santa en este momento en que los palestinos están pidiendo el reconocimiento de su estado y de su propia existencia. Los niños nacidos en Belén, hoy están en búsqueda de la justicia y el fin de la ocupación. Sólo la justicia traerá la paz en los corazones del pueblo de Palestina e Israel. Reconociendo el estado de Palestina es el primer paso en la camino de la reconciliación, que es el paso de la dignidad.
Esta Navidad, yo también quiero darles las gracias por todo su apoyo generoso de Caritas Jerusalén en el año 2011. Gracias a ustedes, hemos sido capaces de acompañar a los más necesitados.
Nuestra misión es la de afirmar la dignidad de las personas que han de ser amados tal como son. Son más que "una foto en el periódico," los sujetos dignos de lástima por las dificultades e injusticias de la sus vidas. Juntos comparten con nosotros y con todos en la familia del amor, la familia de Cristo. "El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él" (1 Juan 4:16).
Gracias por su ayuda para continuar nuestra misión de servicio y compasión. Esta temporada, vamos a dar gracias por las alegrías del año pasado, y mantener en nuestros corazones el misterio y significado de la Navidad: el amor de Dios para toda la humanidad, que nos inspira a amarnos unos a otros.
Feliz Navidad,
Claudette Habesch, Secretaria General y el equipo de Caritas Jerusalén
Una persona muy querida para villeneros y villeneras nos habla. Mari Carmen Hernández, paisana, hermana carmelita, desde Celendín, Cajamarca, Perú también nos envía su anuncio:
Estoy en Bolivia he llegado en la mañana después de 48 horas de movilidad, muy cansada pero me ha gustado venir por tierra para ver la pobreza de la parte de Perú-Bolivia por el Lago Titicaca. Es una pena que sigamos así y mientras peleándonos por las minerías que no traen más que miseria al país. Así se terminan las cosas, con represión y siguen haciendo lo que quieren, me siento impotente y triste.
Bueno en relación al pregón de Navidad de Villena, así de repente se me ocurre ponerte la letra de un villancico que cantamos en Celendín:
La noche ya va pasando y un día nuevo vendrá, que se alegren hoy los pobres celebrando Navidad, que toquen bombos y quenas que el triunfo ya comenzó porque en mi tierra ha nacido Jesús el liberador.
Hoy Celendín de fiesta está celebran todos la navidad, porque ha nacido el hijo de Dios, Cristo Jesús el libertador.
No hace falta la riqueza para celebrar navidad, tampoco grandes regalos ni fiestas de sociedad, hace falta más conciencia para ver la realidad a la luz de la verdad que nos trae la navidad.
Ojalá ayude, mi idea es que se ha perdido por completo lo que significa estas fiestas de mensaje de PAZ Y AMOR pero para que haya paz tiene que haber justicia e inclusión de todos en los niveles de vida. Eso es Navidad.
En el Perú se habla de que tenemos un crecimiento económico del 8% estamos en la mira de grandes empresas y transnacionales pero el pueblo ve pasar todo eso por delante si que salga de su miseria. Lo que ya sabemos cada vez corregido y aumentado.
Seguimos en comunicación
Abrazos
Mari Carmen Hernández
Un mensaje de participantes de la cumbre de Durban contra el cambio climático: Inmaculada Cubillo y Stephen Mwalyo Caritas Kenya.
Desde Durban, Sudáfrica, las Cáritas de África que venimos a la Cumbre del Cambio Climático, queremos enviar un mensaje navideño para Villena y a todos los que vivimos en el Planeta Tierra porque la Navidad es tiempo de esperanza, aunque el ser humano no termina de apostar por un mundo mejor.
Queda mucho por hacer y por eso, desde nuestro continente rico en paisajes y personas, pero cada vez mas empobrecido y en riesgo por el cambio climático, llamamos a todas las partes, los políticos, los sindicatos, los empresarios, los investigadores, las organizaciones sociales, las familias.. Debemos cuidar el mundo porque es la casa de todos y queremos dejar buena herencia a nuestros hijos e hijas.
Creo que el Belén nos ayuda a ver la verdad en una dimensión que desborda la verdad literal. Se trata de comprender cómo el lenguaje del mito y de la poesía terminó por convertirse en el lenguaje idóneo que emplearon quienes trataban de describir el encuentro entre lo divino y lo humano que creían haber experimentado al conocer a Jesús. Y no es algo nuevo. Se dice, por ejemplo, que Gautama Buda, el noveno avatar de la India, había nacido, hacia el año 600 a. de C., de la virgen Maya sobre la que había descendido un Espíritu Santo. Se afirmaba que Horus, un dios de Egipto, nació de la virgen Isis hacia el 1550 a. de C. Y, en su infancia, Horus también recibió regalos de tres reyes. Zoroastro hizo su aparición terrenal a través de una madre virgen. Krishna, el octavo avatar del panteón hindú, nació de la virgen Devaki hacia el 1200 a. de C.
Qué dirá hoy el Belén que vamos a inaugurar a Villena. Que nuestras calles son lugar de convivencia, que en medio de los problemas debe mantenerse la esperanza, que la falta de trabajo la abordaremos con esfuerzo y propuestas ilusionantes, que en medio de lasa diferencias prevalece la unidad, que la austeridad no será sólo una exigencia sino un valor, que desde la Morenica al B San Francisco todas las calles son Belén, digo Villena, que nuestras puertas están abiertas. Seguramente más cosas que cada quien tiene entre sus expectativas.
Amigos y amigas, celebremos estas fiestas con el espíritu que los belenes nos trasmiten: nos animan a vivir la vida en positivo. A ilusionarnos cada mañana con la bondad de un nuevo día. Nos impulsan a contemplar nuestra existencia a la luz de la buena noticia que la Navidad nos trae. Por eso celebremos esta fiesta con gozo y alegría. Celebremos la Navidad con sentido agradecido.
Vecinos y vecinas el pregonero invita al gozo, al canto de los villancicos, no sólo a escucharlos. El pregonero invita también a recordar a los ausentes a quienes queremos y nos dejaron. A pasara del dolor a la esperanza. Os invito a dar la mano a quien necesita apoyo o caricia. A ver el mundo, siquiera por una vez, con los ojos de los niños, quienes todos los días nos enseñan cómo se puede ser feliz. Os propongo que nos indignemos por la falta de posada para quien la necesita y a comprometernos a llevar esa leche, miel, huevos, trigo, a quien lo espera. Así diremos no sólo día 4 sino día 24 que fuera.
Muchas gracias por vuestra atención y vámonos a disfrutar de ese espectacular Belén.
Decir Pregón es decir anuncio en el mejor de los sentidos: proclamar, avisar, alertar, comunicar la noticia que conviene que todos sepan. Mejor si es el anuncio agradable de que algo bueno se aproxima.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española da dos definiciones:
- Promulgación o publicación que en voz alta se hace en los sitios públicos de algo que conviene que todos sepan.
- Discurso elogioso en que se anuncia al público la celebración de una festividad y se le incita a participar en ella.
Creo entonces, y con todos mis respetos, que llegamos algo tarde. Se nos adelantaron centros comerciales, proveedores de falsas ilusiones, mercantiles con corazón de plástico...
Con una falsa mirada y estridente altavoz ya días que vienen anunciando una redención de euro y dólar. Con prima o sin prima ya nos han dicho que del dinero y de las compras viene la felicidad, que tonto el último y que, casi casi como decía Sabina, podemos encontrar el mar dentro de un vaso de ginebra.
Sin embargo hoy venimos a anunciar otra cosa. Hoy venimos con risa, fiesta, satisfacción y gozo, con regocijo y canto, serenidad y paz, venimos digo a anunciar algo grande, una Fiesta que por tradicional supera lo que la Fe y la religión proponen. Y que por religiosa, impregna el sustrato de nuestra cultura. Un buen lío en el que ni dirigentes eclesiales, ni políticos ni teólogos se ponen de acuerdo. Hablar de fechas del Nacimiento de Jesús, ni de lugar provoca acuerdo. Tampoco hablar de su significado.
El 25 de diciembre, alrededor del solsticio de invierno en el hemisferio norte, se festeja la Navidad, el nacimiento de Jesús en toda la cristiandad, excepto en la iglesia ortodoxa, sin entrar a valorar la certidumbre de esta fecha, si corresponde o no, con su nacimiento. En el siglo II de nuestra era (100 años después del nacimiento de Jesús) los cristianos sólo conmemoraban la Pascua de Resurrección, ya que consideraban irrelevante el momento del nacimiento, la capacidad de amar y de cambiar el mundo se basaba en la experiencia de la Resurrección. Es durante los siglos siguientes, cuando aflora el deseo de celebrar el natalicio de Jesús de una forma clara y diferenciada. Finalmente el concilio de Nicea en el año 325 decide fijar el natalicio de Jesús durante el solsticio de invierno en el hemisferio norte. Aun reconociendo la importancia que pueda tener la concreción de esa fecha, tal vez eso sea lo de menos, Lo realmente importante a mi juicio, es la celebración de este hecho trascendente en el que una gran parte de la humanidad, más de 2000 años después, conmemora el nacimiento de un hombre cuya doctrina de amor, paz, concordia, justicia, igualdad y dedicación a sus semejantes más desvalidos, está desgraciadamente, tan ausente en tantos lugares de este bello planeta que llamamos Tierra.
Como el pregón es nominal, es decir, lo pronuncia quien les habla, voy a intentar equilibrar lo que siento para que aparezca en su justa medida quien soy como villenero, como creyente, como misionero cooperante, como político ecologista, como alcalde para hacer una buena mezcla que, cual buen turrón, endulce este momento y ofrezca entre la reflexión, la motivación y el entretenimiento un momento agradable previo a contemplar el Belén que de manera magnífica la asociación de Belenistas ha preparado.
En este pregón reivindico a los Reyes Magos frente a papa Noel, y el Nacimiento ante el árbol de Navidad. Aunque seguramente el conjunto de todo nos permita comprendernos mejor como sociedad y captar mejor lo que trasladamos de generación en generación. Ha sido así a lo largo del tiempo y algo que puede vivirse como hipocresía o imposición debemos hoy vivirlo como identidad. Lo comentaba antes, el pueblo cristiano quiso centrar en el nacimiento de Cristo algo que los romanos celebraban con bacanales tremendas, que era el que empezaba ya a crecer el día. Era el solsticio de invierno, o de Capricornio. Y para celebrar que el día ya no descendía en horas de luz, sino que empezaba a crecer, tenían enormes fiestas. Como Jesús dijo "Yo soy la Luz", los cristianos dijeron: la Navidad, el nacimiento de Jesús, en el solsticio de invierno. Y se bautizó todo aquello que eran las saturnales. Sentido de esperanza del que está precisa nuestra sociedad. Luz al final del túnel.
El buey, la mula, el niñico, los pastores, Herodes, los Reyes Magos, forman parte de nuestra cultura hablemos o no de religión. Hasta el Ángel colgando de un arbolito anunciando algo grande a los pastores. Y nuestra mirada, torpe, empeñada en descubrir el sexo del mismo, en vez de identificar aquello que nos señala y de comprobar cuántos ángeles a nuestro lado nos están diciendo cosas importantes, nos marcan caminos, nos ayudan a comprender nuestra propia vida.
Este anuncio pronunciado hoy por mí no quiere competir con otros que nuestra historia y sociedad han tenido y que hilan de manera encantadora poesía,historia y fe para descubrir en el asombro de lo pequeño, la grandeza de la vida. El pregón como inicio y como necesidad de alertar es buena herramienta para la atención. Podemos centrarnos en lo que el Belén nos dirá cuando en un rato lo inauguremos, en las imágenes que conocemos, en las canciones que acompañan nuestros ratos familiares y de celebración. Entre el “ande ande ande la marimorena, dime Niño de quien eres, los peces en el río, Tengo un molino que muele...” descubrimos esos componentes de nuestra vida que van de la magia a la solidaridad, pasando por el asombro o el recogimiento. Si les preguntase con qué villancico se quedan, cuál eligen y los fuéramos anotando tendríamos un elenco de obras que junto a la música, acompañan un compendio de las mejores recomendaciones psicológicas: ternura, cariño, amor, entrega, sonrisa, felicidad, paz, compartir, broma, comida, serenidad... Mensajes que, preñados de ilusión, se nos hurtan como reclamo publicitario que termina cansándonos cuando son herramienta terapéutica para cohesionar nuestra sociedad u otras sociedades.
Va a hacer casi 20 años que Toñi y yo llegamos a Guatemala. En una de las Navidades allí pasadas encontramos un folleto que decía “villancicos tradicionales de Petén”. Abriéndolo con sorpresa observamos el título de estos cantos indígenas: campana sobre campana, Noche de paz... Posteriormente en una celebración, a la luz de una candela, pudimos escuchar un hermoso canto, no villancico, que recogía muy bien el sentido de la Navidad. Recuerdo su letra:
Sobre los pueblos que están en tinieblas ha brillado una gran luz
Luz de un niño frágil que nos hace fuertes
Luz de un niño pobre que nos hace ricos
Luz de un niño esclavo que nos hace libres
Esa luz que un día nos distes en Belén.
Y no me resisto a compartir otro de los villancicos estrella de aquellos lugares, el que se canta en las posadas cuando las familias van de champa en champa, en medio del barro, compartiendo con tragos de café y algún pan dulce la imagen de la sagrada familia como peregrina en busca de posada:Luz de un niño frágil que nos hace fuertes
Luz de un niño pobre que nos hace ricos
Luz de un niño esclavo que nos hace libres
Esa luz que un día nos distes en Belén.
En nombre del cielo
os pido posada,
pues no puede andar
ya mi esposa amada.
-Aquí no es mesón
sigan adelante:
yo no puedo abrir,
no sea algún tunante.
-Venimos rendidos
desde Nazaret;
yo soy carpintero
de nombre José
-No me importa el nombre
déjeme dormir,
pues que ya le digo
que no hemos de abrir.
-Posada te pide,
amado casero,
por sólo una noche
la Reina del Cielo.
-Pues si es una Reina
quien lo solicita,
¿Cómo es que de noche
anda tan solita?
Sin embargo, el recuerdo de un auténtico Belén que tengo viene de mano de Doña Alejandra, una mujer entregada, comadrona empírica, es decir, partera que ayudaba a otras mujeres a dar a luz. En su octavo mes de embarazo, acudió a una sesión de formación para comadronas, nos ayudó a preparar a otras comadronas. El día 23 de Diciembre, de regreso a su aldea, después de más de cuatro horas andando la crecida del Río Poxté no le permitió volver a casa, se quedó del otro lado de la orilla, sola, y allí comenzaron sus dolores de parto dando a luz hospedada en una choza de un lugareño. Entre el abandono y la fortaleza, cual pesebre a las afueras.os pido posada,
pues no puede andar
ya mi esposa amada.
-Aquí no es mesón
sigan adelante:
yo no puedo abrir,
no sea algún tunante.
-Venimos rendidos
desde Nazaret;
yo soy carpintero
de nombre José
-No me importa el nombre
déjeme dormir,
pues que ya le digo
que no hemos de abrir.
-Posada te pide,
amado casero,
por sólo una noche
la Reina del Cielo.
-Pues si es una Reina
quien lo solicita,
¿Cómo es que de noche
anda tan solita?
Qué recuerdos o emociones impregnar en un pregón es algo complicado. Cuando tras la duda inicial, dije sí a pronunciar este pregón, se me invitó a ver cómo estaban preparando el Belén. Pude hacerlo el día de las pasadas elecciones generales, cuando como alcalde visitaba las distintas mesas electorales para comprobar el desarrollo normal de la jornada. En el lateral oeste del teatro Chapí encontramos mi compañera Virtudes y un servidor a Pepe, a Pedro y otros belenistas, preparando el Belén que en unos momentos vamos a inaugurar. Me resultó asombrosa la primera imagen. Majestuoso. Ahora lo verán. No seré imprudente si desvelo una de las construcciones de este Belén representando la puerta de los leones de Jerusalén. Exacta réplica. Salvo las señales de las bombas que en la guerra de los seis días sufrió la muralla. En este momento casi me ausento del lugar. Ni Rubalcaba ni Rajoy ni Lara ni Uralde estaban delante... Me encontraba en la cocina de la casa de mis padres, ya saben, ahí al lado. Con un agradable olor de cordero asado, gracias Fani, esperando la cena de Noche Buena, leyendo un cómic de la revista Aguiluchos que reflejaba un momento de la guerra de los seis días en el que, con claro toque comboniano, los soldados israelíes y los milicianos palestinos deciden un alto el fuego para celebrar la Navidad. Recuerdo ese mensaje de paz y recuerdo el atracón de mi padre tratando de aclararme qué era eso de la OLP, quién era ese del parche en el ojo (Moshe Dayan), por qué narices tenían que matarse y cuán ridículo era parar un combate sólo para cenar, sin el propósito del reencuentro y la reconciliación. Y así hasta ahora. Deseando la paz, preparando la guerra, el mensaje de Belén “Paz a las personas de buena voluntad”, ausente.
Parecerá que me he ido del discurso. No. Incorporo las cosas que la Navidad nos aportan: familia, encuentro, comida, felicidad, deseos, un toque de ingenuidad ... y una apuesta valiente por repensar la vida. La asociación de belenistas lo hace reinterpretando la tradición y la historia para dar un toque especial a lo que nos muestran. Pero a la vez el Belén es un reto para reinterpretarnos cada quien a la luz de imágenes que forman parte de nuestra tradición cultural. Con ojos de fe o con mirada increyente. Una pareja en movimiento, un pesebre, unos pastores, fuego, leña, gallinas, corderos, un pastor cagando o una pastora lavando, un río, un camello con regalos, otro con droga, unos magos, unos soldados, una doncella, un rey malvado. De bondad y de crimen puede estar lleno el Belén, como nuestra vida.
¿Qué figuras están colmando nuestra ciudad, de qué imágenes podría alimentarse Villena? Quienes interpretaron aquellos acontecimientos nos sorprenden con sabias alegorías: lobos y corderos pastando juntos, lanzas convertidas en podaderas, sabios que se arrodillan ante la humildad, lirios hermosos, cantos de júbilo, estrellas que orientan... Necesitados estamos de ese empuje para iluminar esta ciudad. En estos tiempos algunos nos Hay quien nos daría una confusa opinión: el pesebre tendría que pagar un canon para tener la declaración de interés comunitario, la posada su licencia de apertura, con las murallas de Jerusalén podríamos forrarnos subiéndole el IBI. ¡Pero no son esos significados los que buscamos! Son otros aún más atrevidos los que necesita en Villena: el valor de lo suficiente, la capacidad de asombro.
Esta semana, entrando en el ayuntamiento me encontré con el Nacimiento que la asociación de Belenistas coloca en el patio. Me encantaron sus formas, sus figuras, el entorno, buscaba una estrella ... y pronto el recuerdo se puso a andar hacia esa estrella en el suelo que en Belén, territorio palestino, señala según la tradición el lugar del parto de María. El lugar geográfico lleno de energía. El lugar dinámico cargado de esperanza. Me encontraba no en el palacio renacentista que es el Ayuntamiento sino junto al campo de los pastores, a las afueras de Belén, donde según la tradición el Ángel señaló lo que podían encontrar. Cerca estaban los habitantes del campo de refugiados de Aída, luchando por su dignidad, desposeídos de casi todo, como un niño entre pajas.
Escrituras. En la Civilización Occidental, casi todos estamos familiarizados con esta parte de la tradición cristiana, tanto si, de hecho, tienen o no relación con la Iglesia. Las escenas del nacimiento de Jesús han sido fuertemente remachadas en nuestras mentes, de forma consciente e inconsciente, a través de magníficas joyas artísticas y de entrañables himnos y villancicos, y tanto por la tarea de un compositor como Händel o de un poeta, como por las representaciones populares anuales de dichas escenas.
De este modo las figuritas pueden cobrar otras vidas que provocan o seducen. Pueden reflejar el compromiso con un mundo más justo o la tentación a la pasividad, la colaboración con la maldad, el egoísmo y la impunidad que nos lleva a la crisis que padecemos o la valoración de la hermosura de lo pequeño para acercar la solidaridad con quienes nada tienen.
El Belén provoca. San Francisco de Asís enamorado de la dimensión humana de Jesús, decidió, en la Navidad del año 1223, representar el nacimiento en una gruta de la población de Greccio. Cuenta su primer biógrafo, Tomás de Celano, que los vecinos que se acercaron a verlo experimentaron una sensación de alegría, ternura y amor, tan real como si se hubiesen trasladado en el tiempo a Belén, “cada uno volvió a su casa lleno de inefable alegría” narra Celano (Tomás de Celano. Vita prima, op. Cit., n.86, p. 479). Francisco de asís en la nochebuena de 1.223 supo concretar una visión de la encarnación y su mensaje de Paz y Bien. Seguramente nosotros podemos hacer algo parecido, no sólo moviendo las figuritas sino moviendo nuestra vida.
Había pensado que igual que una obra casi nunca es trabajo de uno sólo, tampoco este Pregón debía serlo. Y además de haber consultado a bastantes personas, veía este trabajo incompleto si no invitaba a gente, algunos villenenses, otros no, que fuera de Villena, traza con su vida imágenes no sólo del Belén sino de ese otro mundo posible al que la sociedad debería aspirar. Voy a tratar de trasladaros sus palabras. Por ejemplo, muchos conocéis a Francisco Marín, misionero javeriano que trabaja en Osaka. Le pedí que nos hablara de su Belén:
Hablar del “Belén” siempre me trae a la memoria con nostalgia dos nombres inseparables: “Villena ” y “Hermana Carmen Juan”. Porque en Villena, y de la mano de la “Hermana Carmen”, Carmelita de la Caridad en su ex-colegio de la Calle Ramón y Cajal me adentré en el fascinante mundo del Belén. Entre los que ya pasamos de los 60, ¿quién no se acuerda del famoso Belén de las Carmelitas? Cada año, desde que empezaba Diciembre la Hna. Carmen, con entusiasmo, paciencia y mucha sabiduría “ponía” su Belén en el Colegio. Aprendí dos principios fundamentales para poner el Belén y que ella machaconamente me repetía cada año: primero que el Belén tiene que ser una obra de arte, y segundo que además de recordar la Natividad de Jesús tiene que transmitir un mensaje concreto para quien lo mira.
La relación con la Navidad la hago, haciendo lo imposible con el diabólico idioma japonés, explicando que Jesús vino a “recrear” una “naturaleza” o lo que es lo mismo una “vida” que el ser humano había agredido y destrozado.
En mis belenes siempre, o casi siempre, una cascada de agua corriente, un río y un estanque con pececillos vivos. Aquí les explico el valor del agua como “madre de la vida”. Si los que miran son cristianos uso como guía la formula de la bendición solemne del agua en la Vigilia Pascual. Si no son cristianos uso otras imágenes sobre todo de los recursos naturales de Japón. Y explico que el agua se ha de usar con criterio, no malgastarla ni “ensuciarla”. Proteger y cuidar el entorno natural de ríos, lagos y orillas del mar...
Cuando miran la escena que, expresamente pongo, de unos pastores, o gente calentándose en una hoguera les hablo de la relación persona-energía. Aquí hablo de energías renovables; energías que no “manchen” la naturaleza; energías limpias que vivan en armonía con el medio ambiente y con la gente. Sobre estas energías Japón apenas ha empezado a “despertarse” y viene muy bien una reflexión así. Naturalmente este año hablare de Fukushima y del engendro maléfico de la energía nuclear.
No quiero alargarme mas, cuando finalmente presento el nacimiento hablo de la vida familiar “ideal” caldeada por el amor de Dios, sencilla, austera, en comunión y armonía entre ellos y la naturaleza. Alegres en la pobreza y firmes en la esperanza de un “planeta” más limpio y habitable como era Belén en aquellos tiempos.
Finalmente en su conjunto y en su belleza el Belén tiene que ser un himno a la sencillez, austeridad, paz, alegría, comunión de “toda vida” que hay sobre el planeta tierra. Todo Don de Dios y todo bueno y hermoso: “Vio Dios que todo lo que había hecho estaba muy bien.”
Desde Guatemala el P. Cirilo Santamaría, carmelita descalzo, responsable de la Oficina de DDHH del arzobispado de Guatemala escuetamente manda un mensaje centrado en descubrir desde la composición del Nacimiento un escenario para el que trabajar personalmente "Se acerca vuestra liberación en...la solidaridad y respeto a la creación"
Una aportación excepcional creo que es la de la Sra. Claudette Habesch, Secretaria General de Caritas de Jerusalén. Ella nos dice así: Queridos amigos,
La alegría de Belén llena nuestros corazones de nuevo este año. El mundo se maravillará de un niño, inocente y nuevo, nacido en medio de la noche para llevar la luz de la esperanza de la humanidad.
Esperanza que se necesita en la Tierra Santa en este momento en que los palestinos están pidiendo el reconocimiento de su estado y de su propia existencia. Los niños nacidos en Belén, hoy están en búsqueda de la justicia y el fin de la ocupación. Sólo la justicia traerá la paz en los corazones del pueblo de Palestina e Israel. Reconociendo el estado de Palestina es el primer paso en la camino de la reconciliación, que es el paso de la dignidad.
Esta Navidad, yo también quiero darles las gracias por todo su apoyo generoso de Caritas Jerusalén en el año 2011. Gracias a ustedes, hemos sido capaces de acompañar a los más necesitados.
Nuestra misión es la de afirmar la dignidad de las personas que han de ser amados tal como son. Son más que "una foto en el periódico," los sujetos dignos de lástima por las dificultades e injusticias de la sus vidas. Juntos comparten con nosotros y con todos en la familia del amor, la familia de Cristo. "El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él" (1 Juan 4:16).
Gracias por su ayuda para continuar nuestra misión de servicio y compasión. Esta temporada, vamos a dar gracias por las alegrías del año pasado, y mantener en nuestros corazones el misterio y significado de la Navidad: el amor de Dios para toda la humanidad, que nos inspira a amarnos unos a otros.
Feliz Navidad,
Claudette Habesch, Secretaria General y el equipo de Caritas Jerusalén
Una persona muy querida para villeneros y villeneras nos habla. Mari Carmen Hernández, paisana, hermana carmelita, desde Celendín, Cajamarca, Perú también nos envía su anuncio:
Estoy en Bolivia he llegado en la mañana después de 48 horas de movilidad, muy cansada pero me ha gustado venir por tierra para ver la pobreza de la parte de Perú-Bolivia por el Lago Titicaca. Es una pena que sigamos así y mientras peleándonos por las minerías que no traen más que miseria al país. Así se terminan las cosas, con represión y siguen haciendo lo que quieren, me siento impotente y triste.
Bueno en relación al pregón de Navidad de Villena, así de repente se me ocurre ponerte la letra de un villancico que cantamos en Celendín:
La noche ya va pasando y un día nuevo vendrá, que se alegren hoy los pobres celebrando Navidad, que toquen bombos y quenas que el triunfo ya comenzó porque en mi tierra ha nacido Jesús el liberador.
Hoy Celendín de fiesta está celebran todos la navidad, porque ha nacido el hijo de Dios, Cristo Jesús el libertador.
No hace falta la riqueza para celebrar navidad, tampoco grandes regalos ni fiestas de sociedad, hace falta más conciencia para ver la realidad a la luz de la verdad que nos trae la navidad.
Ojalá ayude, mi idea es que se ha perdido por completo lo que significa estas fiestas de mensaje de PAZ Y AMOR pero para que haya paz tiene que haber justicia e inclusión de todos en los niveles de vida. Eso es Navidad.
En el Perú se habla de que tenemos un crecimiento económico del 8% estamos en la mira de grandes empresas y transnacionales pero el pueblo ve pasar todo eso por delante si que salga de su miseria. Lo que ya sabemos cada vez corregido y aumentado.
Seguimos en comunicación
Abrazos
Mari Carmen Hernández
Un mensaje de participantes de la cumbre de Durban contra el cambio climático: Inmaculada Cubillo y Stephen Mwalyo Caritas Kenya.
Desde Durban, Sudáfrica, las Cáritas de África que venimos a la Cumbre del Cambio Climático, queremos enviar un mensaje navideño para Villena y a todos los que vivimos en el Planeta Tierra porque la Navidad es tiempo de esperanza, aunque el ser humano no termina de apostar por un mundo mejor.
Queda mucho por hacer y por eso, desde nuestro continente rico en paisajes y personas, pero cada vez mas empobrecido y en riesgo por el cambio climático, llamamos a todas las partes, los políticos, los sindicatos, los empresarios, los investigadores, las organizaciones sociales, las familias.. Debemos cuidar el mundo porque es la casa de todos y queremos dejar buena herencia a nuestros hijos e hijas.
Creo que el Belén nos ayuda a ver la verdad en una dimensión que desborda la verdad literal. Se trata de comprender cómo el lenguaje del mito y de la poesía terminó por convertirse en el lenguaje idóneo que emplearon quienes trataban de describir el encuentro entre lo divino y lo humano que creían haber experimentado al conocer a Jesús. Y no es algo nuevo. Se dice, por ejemplo, que Gautama Buda, el noveno avatar de la India, había nacido, hacia el año 600 a. de C., de la virgen Maya sobre la que había descendido un Espíritu Santo. Se afirmaba que Horus, un dios de Egipto, nació de la virgen Isis hacia el 1550 a. de C. Y, en su infancia, Horus también recibió regalos de tres reyes. Zoroastro hizo su aparición terrenal a través de una madre virgen. Krishna, el octavo avatar del panteón hindú, nació de la virgen Devaki hacia el 1200 a. de C.
Qué dirá hoy el Belén que vamos a inaugurar a Villena. Que nuestras calles son lugar de convivencia, que en medio de los problemas debe mantenerse la esperanza, que la falta de trabajo la abordaremos con esfuerzo y propuestas ilusionantes, que en medio de lasa diferencias prevalece la unidad, que la austeridad no será sólo una exigencia sino un valor, que desde la Morenica al B San Francisco todas las calles son Belén, digo Villena, que nuestras puertas están abiertas. Seguramente más cosas que cada quien tiene entre sus expectativas.
Amigos y amigas, celebremos estas fiestas con el espíritu que los belenes nos trasmiten: nos animan a vivir la vida en positivo. A ilusionarnos cada mañana con la bondad de un nuevo día. Nos impulsan a contemplar nuestra existencia a la luz de la buena noticia que la Navidad nos trae. Por eso celebremos esta fiesta con gozo y alegría. Celebremos la Navidad con sentido agradecido.
Vecinos y vecinas el pregonero invita al gozo, al canto de los villancicos, no sólo a escucharlos. El pregonero invita también a recordar a los ausentes a quienes queremos y nos dejaron. A pasara del dolor a la esperanza. Os invito a dar la mano a quien necesita apoyo o caricia. A ver el mundo, siquiera por una vez, con los ojos de los niños, quienes todos los días nos enseñan cómo se puede ser feliz. Os propongo que nos indignemos por la falta de posada para quien la necesita y a comprometernos a llevar esa leche, miel, huevos, trigo, a quien lo espera. Así diremos no sólo día 4 sino día 24 que fuera.
Muchas gracias por vuestra atención y vámonos a disfrutar de ese espectacular Belén.
1 comentario:
ya he visto donde esta el orejon, está encima de la fuente.
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