A pesar del intenso frio de la mañana del domingo 10 de enero, muchas personas estuvieron un año mas acompañando a los "laguneros" en sus fiestas de Reyes. La rana congelá.
Más de ochenta años se lleva celebrando el auto sacramental de los Reyes Magos en Las Virtudes. Como complemento a este acto, la calle principal de esta pedanía villenense, que alberga el santuario de la patrona, se transforma en un poblado hebreo que arropa la tradicional representación. Son los propios vecinos de la aldea quienes encarnan los personajes del auto sacramental.
Asimismo, los parroquianos de Las Virtudes no escatiman ilusión y esfuerzo a la hora de recrear el poblado judío. Eso sí, con reminiscencias villeneras. Sobre todo, en los ricos y variados productos gastronómicos que reconfortaron a los visitantes a lo largo y ancho del peculiar enclave construido por los lugareños durante estos días de fiestas de Navidad y Reyes. Pese al intenso frío que azota a casi toda la provincia de Alicante, desde los más pequeños hasta los más mayores se afanaban por agasajar a las personas que acudieron a presenciar la representación.
Un "calentico" elaborado con los mejores embutidos de la tierra, cocinado a la vieja usanza, en una olla de barro y con fuego de leña o un moscatel con pastas villeneras, son algunos de los regalos culinarios con los que fueron obsequiados los visitantes. Antes de la puesta en escena del auto sacramental de los Reyes Magos, se ofició una misa en el santuario, en la que se entonaron villancicos tradicionales y autóctonos de la pedanía villenense.
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