HOMENAJE A D. JOSE M.ª SOLER
ESPECIAL DIA 4 QUE FUERA
Las romerías al Santuario y los ministriles
Pronto se organizaron dos romerías al convento, de las que hay datos bastante concretos. Uno de los testigos arriba mencionados, Antón Serrano de Salinas, que tenía noventa años en 1551 dice, que "de más de cincuenta años a esta parte se acuerda que van en procesión a la dicha casa el día de Nuestra Señora de Marzo y el día de Nuestra Señora de Septiembre, el Concejo, clerecía e otra mucha gente del pueblo, y este testigo ha ido en la dicha procesión". De ello se deduce que la costumbre comenzó alrededor del año 1500, diez años después de la posible aparición, lo que se confirma por las declaraciones de los restantes testigos.
En su calidad de Patrona del Santuario, satisfacía el Concejo los gastos que las romerías ocasionaban, como era la comida a los "oficiales", religiosos y asistentes pobres, así como los salarios del predicador y de los músicos o juglares que actuaban en la fiesta. Los libros de cuentas del Ayuntamiento nos informan de que, en 1549, por ejemplo, los gastos de la romería de marzo ascendieron a 1.245 maravedíes, que se elevaron a 3.705 en la del 8 de septiembre para pagar la comida y a "los juglares que vinieron de Elda". Tal proporción, observada también en las cuentas de diversos años, pone bien a las claras que ya entonces se otorgaba mayor importancia a la fiesta del día de la Natividad.
Fundamental era para el éxito de las romerías la intervención de los músicos, como ponen de manifiesto algunos de los testigos mencionados. Martín de Valera, por ejemplo, dice que "llevan trompetas y otros instrumentos por honrar la dicha procesión", y añade: "porque algún año ha visto que no llevan menestriles e trompetas en la dicha procesión y no viene gente de las comarcas por no llevar los dichos menestriles y trompetas, porque el año que las llevan se hace pregonar quince días antes de la fiesta". Juan García de Sepúlveda abunda en esa opinión, pues dice que el Concejo da de comer a los clérigos e a los menistriles, e paga el gasto que se hace, e que por honra de la fiesta, porque viene mucha gente de muchas partes, traen las trompetas e ministriles". Señalemos como dato curioso que, en 1547, se pagaron al trompeta Gayangos, vecino de Murcia, cinco reales que hizo de gasto en el mesón con su compañía y bestias el día 8 de septiembre. Los villenenses de entonces no pudieron por menos de gozar con aquellas ruidosas fanfarrias, y tuvieron repetidas ocasiones de ver representadas, por compañías de juglares, entremeses y farsas que no dejarían de contribuir al desarrollo de posteriores aficiones. Recordemos la conocida frase de QUEVEDO en su "Vida del Buscón", de que "ya está de manera esto que no hay autor que no escriba comedias ni representante que no traiga su farsa de moros y cristianos".
ESPECIAL DIA 4 QUE FUERA 1996
Cedido por... Joaquín Sánchez.
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